El Turno Pacífico de la Restauración y el Contexto Social (1881-1885)
Este periodo se caracterizó por el sistema de alternancia en el poder entre Cánovas del Castillo y Práxedes Mateo Sagasta, quienes se repartieron el gobierno entre 1881 y 1885. Tras la muerte de Alfonso XII en 1885 y la firma del «Pacto del Pardo», Sagasta asumió un gobierno más extenso. Durante su mandato, se ampliaron las libertades de prensa, asociación y cátedra, permitiendo el regreso de profesores apartados de la Universidad. Además, se aprobó el sufragio universal masculino en 1890. Sin embargo, el sistema político de la Restauración seguía siendo oligárquico, lo que generó la oposición de carlistas, republicanos y, con creciente fuerza, movimientos nacionalistas (catalanes y vascos) y obreros (anarquistas y socialistas).
Anarquismo
En 1881, la Federación Regional Española de la AIT (FRE) se convirtió en la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), modificando su relación con la Internacional. Esta organización se disolvería en 1888. El anarquismo tuvo una fuerte implantación entre el proletariado rural andaluz y el obrerismo catalán, dividiéndose en dos corrientes:
- Anarcocomunismo: Partidarios de la «acción directa», es decir, del terrorismo1, como método de lucha.
- Anarcosindicalismo: Defensores del asociacionismo reivindicativo y revolucionario, así como de la acción de masas. La FTRE se adscribía a esta corriente.
Las acciones terroristas anarquistas se dirigían contra la Iglesia, la burguesía, el ejército y los líderes del Estado. Estas acciones fueron especialmente relevantes en Barcelona y en el campo andaluz, donde se produjeron asesinatos e incendios. Esta espiral de violencia generó una fuerte represión, como los procesos de Montjuïc. Estos sucesos fortalecieron a los anarcosindicalistas, mayoritarios en Cataluña, que abogaban por el sindicalismo de masas y la revolución social como objetivo a largo plazo. Sus resultados se materializaron en el siglo XX con la fundación de Solidaridad Obrera (sindicato catalán) en 1904, el periódico del mismo nombre en 1907 y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910, que integró a Solidaridad Obrera2.
Base Ideológica del Anarquismo
El anarquismo, como ideología utópica, se basa en la bondad natural del ser humano, inspirada en el humanismo de Rousseau. Considera que los derechos humanos son inherentes y no necesitan ser legislados, garantizados o regulados por ningún poder. Su premisa fundamental es que la desaparición de la explotación y la autoridad coercitiva del Estado permitirá el florecimiento de un «hombre nuevo». Esta visión contrasta con la de Hobbes («homo homini lupus»), que justifica la necesidad del poder coercitivo del Estado para regular la naturaleza humana.
Socialismo
En 1879, la Nueva Federación Madrileña, un círculo marxista, se transformó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pablo Iglesias (1850-1925). En 1888, se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), estrechamente vinculada al PSOE. El PSOE se caracterizaba por su carácter marxista, obrerista y revolucionario, pero también reformista. Como partido revolucionario, su objetivo final era la instauración de la Dictadura del Proletariado, la abolición de la propiedad privada, la estatalización de los medios de producción y la desaparición de las clases sociales. Como partido reformista, defendía el sufragio universal, los derechos de asociación, reunión, manifestación y huelga, la jornada laboral de 8 horas, la erradicación del trabajo infantil, entre otras reivindicaciones.
El PSOE tuvo una fuerte presencia en Madrid, Vizcaya y Asturias. Se unió a la Segunda Internacional (1889-1914) y celebró el Primero de Mayo desde 1890. Demostró su fuerza en diversas huelgas en Vizcaya y logró representación en algunos municipios. En 1910, Pablo Iglesias fue elegido diputado por Madrid.
La UGT, subordinada al PSOE, se organizó como un sindicato de masas, con secciones por sectores productivos y divisiones locales y provinciales. Defendía la mejora de las condiciones laborales, el derecho a la negociación colectiva y el derecho de huelga, herramienta que empleó en diversas ocasiones.
Comparación entre Socialismo y Anarquismo
Similitudes:
- Ambas ideologías buscan la igualdad social.
- Ambas critican la propiedad privada, el capitalismo y la economía de mercado.
Diferencias:
- El socialismo considera al Estado como una herramienta para alcanzar la igualdad a través de la dictadura del proletariado.
- El anarquismo, en cambio, ve al Estado como parte del problema y no de la solución.
Sindicalismo Católico
Con menor influencia que el anarquismo y el socialismo, el sindicalismo católico se basaba en la encíclica Rerum Novarum (1891) del Papa León XIII. Esta encíclica, base de la democracia cristiana, buscaba integrar a los obreros y sus problemáticas dentro de la doctrina social de la Iglesia, abogando por la justicia social. Sin proponer alternativas radicales, defendía un paternalismo patronal que el Estado debía promover. En este contexto, surgieron los Círculos de Obreros Católicos.
Conclusión
Las ideas anarquistas, especialmente las anarcosindicalistas, tuvieron un gran impacto en el movimiento obrero español desde finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX. La Segunda República (1931-1939) y, en particular, la Guerra Civil (1936-1939), permitieron la puesta en práctica de algunas de estas ideas, como las colectivizaciones en Aragón y La Mancha. Sin embargo, la derrota de la República y la posterior represión franquista acabaron con la hegemonía del anarquismo dentro del movimiento obrero español.
1 Los actos terroristas se intensificaron entre 1893 y 1897: atentado contra Martínez Campos (1893), bomba en el Liceo de Barcelona (noviembre de 1893), bomba contra la procesión del Corpus en Barcelona (1896), procesos de Montjuïc (1896-1897) que culminaron con la ejecución de 5 anarquistas y el asesinato de Cánovas del Castillo (agosto de 1897).
2 La Federación Anarquista Ibérica (FAI) se fundaría en 1927.