Nacionalismo y Movimiento Obrero en España: Oposición a la Restauración

Contexto Histórico

Durante la segunda mitad del siglo XIX, Europa experimentó cambios significativos desde el punto de vista territorial y social. Los primeros se basaron en los nacionalismos, mientras que los segundos fueron protagonizados por los obreros, quienes se apoyaban en las ideas socialistas y anarquistas. En España, el movimiento nacionalista y el movimiento obrero se opusieron al modelo de la Restauración y, a la larga, provocaron su crisis. Los partidos nacionalistas y obreros eran opciones políticas fuera del sistema.

Nacionalismo y Regionalismo

Durante este periodo, surgieron fenómenos destacados como la aparición de diversos movimientos regionalistas y nacionalistas. El regionalismo es un movimiento que reivindica el reconocimiento de la identidad diferencial de una región, ya sea cultural, económica, administrativa o política. El nacionalismo, por otro lado, reivindica el reconocimiento de las diferencias, pero exige cotas importantes de autogobierno.

El origen de estos movimientos se debió a distintos factores, como:

  • El particularismo lingüístico, cultural, institucional e histórico frente a las tendencias centralistas del estado liberal.
  • La política colonial que se seguía en Cuba, que permitió a los partidos nacionalistas presentarse como los únicos capaces de regenerar el país e impulsar un desarrollo económico y cultural.

El Nacionalismo Catalán

El nacionalismo catalán es un movimiento de recuperación cultural que intentó fortalecer la lengua propia de esta zona (el catalán). El movimiento literario propició el nacimiento de movimientos políticos que buscaron el autogobierno para la región catalana. Las bases de este nacionalismo incluyen:

  • Historia propia y diferenciada del resto del estado español: Cataluña fue una entidad política diferenciada.
  • Lengua diferente y antigua: El catalán es una lengua con una larga historia.
  • Realidad económica diferenciada: Cataluña experimentó un desarrollo económico unido a una importante burguesía industrial y de negocios con mentalidad empresarial.

En este contexto, surge el nacionalismo político catalán, que se mueve entre el federalismo republicano y el conservadurismo tradicionalista y católico. En 1891, se formó la Unión Catalanista, que elaboró el primer programa político del catalanismo, conocido como las Bases de Manresa. Este documento defendía el autogobierno para Cataluña dentro de posturas autonomistas, aclarando las competencias del poder central.

Este proyecto autonomista continuó con la creación de la Lliga Regionalista, en la que Prat de la Riba agrupó a todos los sectores conservadores del catalanismo. Los dos objetivos primordiales de la Lliga eran:

  1. Demandar la autonomía política de Cataluña dentro de España.
  2. Obtener mayor protección para las actividades del empresariado industrial catalán.

La Lliga fue el partido nacionalista más importante hasta el inicio de la dictadura de Primo de Rivera y contribuyó a la pérdida de peso de los partidos dinásticos.

El Nacionalismo Vasco

El nacionalismo vasco tuvo peculiaridades distintas al catalán. Sus fundamentos ideológicos eran la lengua propia, el euskera, y la defensa de sus fueros históricos, que fueron derogados durante la Restauración. Sabino Arana fue el propulsor del nacionalismo vasco, configuró el primer programa político nacionalista y fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Los fundamentos teóricos del PNV eran:

  • Defensa de la recuperación de la independencia vasca.
  • Radicalismo antiespañol.
  • Exaltación de la etnia vasca.
  • Integrismo religioso y católico.
  • Promoción del idioma y apología del mundo rural vasco.

El PNV se definía como un partido muy conservador, opuesto al liberalismo, la industrialización, el españolismo y el socialismo. Tras ampliarse la base social, convivieron dos tendencias: una posibilista y otra radical. Los objetivos planteados tanto por el nacionalismo catalán como por el vasco no tuvieron respuesta durante el periodo de la Restauración. Solo la Lliga consiguió la Mancomunidad.

Otros Regionalismos

Podemos destacar otras manifestaciones regionalistas durante este periodo, como los regionalismos gallego y valenciano.

  • Regionalismo Gallego: La situación de atraso socioeconómico en Galicia dificultó la implantación del galleguismo, que se inició como un movimiento cultural.
  • Regionalismo Valenciano: Fue un fenómeno minoritario y tardío. Sus inicios coinciden con el renacimiento cultural de los años setenta, que impulsó la formación de la sociedad Lo Rat Penat.

El Movimiento Obrero

El movimiento obrero se organizó en España durante el periodo de la Restauración, con épocas de mayores libertades durante los gobiernos de Sagasta. El movimiento obrero, entendido como la actividad política y social de los obreros y campesinos para mejorar su situación económica y laboral y defender sus derechos dentro de la sociedad capitalista, no solo ejerció una oposición política, sino que actuó de forma violenta para conseguir sus objetivos.

Anarquismo

El anarquismo fue la corriente que tuvo una mayor aceptación, sobre todo después de la visita a España de un discípulo de Bakunin para organizar la sección española de la AIT. El anarquismo significaba la separación del mundo obrero de la política oficial. Los anarquistas desconfiaban de cualquier acción reformista del Estado y lucharon contra este. Tras el golpe de Estado del general Pavía, el gobierno declaró ilegales las asociaciones ligadas a la AIT y se inició la persecución y represión policial, con numerosas detenciones. Aprovechando la Ley de Asociaciones del gobierno de Sagasta y la concentración obrera en Cataluña, se creó la Unión General de Trabajadores (UGT), que contaba con menos afiliados que la organización anarquista. A pesar de las malas relaciones con los anarquistas, se unieron y protagonizaron la huelga general.

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