1. La Oposición al Sistema: Catalanismo, Nacionalismo Vasco, Regionalismo Gallego
El nacimiento de los nacionalismos periféricos fue uno de los hechos políticos más significativos de finales del siglo XIX. El liberalismo intentó generar una conciencia de identidad nacional. Estos movimientos regionalistas o nacionalistas reivindicaban su derecho a gobernarse con sus propias leyes e instituciones basándose en una identidad propia, que incluía un idioma, unas leyes y unas costumbres comunes. En Cataluña se desarrolla la Renaixença catalana con Verdaguer o el Rexurdimento con Rosalía de Castro en Galicia.
2. El Catalanismo
Cataluña había contado con sus propias instituciones políticas, leyes e idioma hasta la llegada de los Borbones, tras la Guerra de Sucesión, a principios del siglo XVIII. Destaca la actividad de Prat de la Riba, que participa en la fundación, en 1891, de la organización autonomista «Unió Catalanista», de ideas conservadoras. En 1901, Prat crea la Lliga Regionalista de Catalunya. Era un partido burgués y regionalista que sirvió de elemento de cohesión de la sociedad catalana. En el País Vasco, el nacionalismo tuvo características distintas al catalán.
3. El Nacionalismo Vasco
La supresión de los Fueros en 1876 fue considerada como un ataque contra los vascos por parte del gobierno central. Se asiste a una radicalización exaltando la «pureza racial», el idioma y las tradiciones de los vascos. Las ideas más importantes eran las siguientes:
- Afirmación de la raza y la lengua vasca.
- Defensa de la tradición local y el mundo rural.
- Catolicismo.
- Antiespañolismo.
- Independencia de Euskadi.
- Antiliberalismo y antisocialismo.
4. El Regionalismo Gallego
En Galicia, el movimiento regionalista fue más cultural y lingüístico que político, buscando un modelo jurídico-político de descentralización designado con el término de autonomía. El regionalismo gallego y el nacionalismo surgen como una respuesta al atraso económico basado en una estructura económica de agricultura tradicional y en unas actividades mercantiles limitadas y dispersas geográficamente. Nace en un ámbito rural y fue apoyado por los intelectuales que escriben en la lengua gallega. Destacan como ideólogos Alfredo Brañas, de ideología conservadora, y Manuel Martínez Murguía, de ideología progresista.
5. Éxitos Políticos: Estabilidad y Consolidación del Poder Civil
Liquidación del Problema Carlista
El reinado de Alfonso XII consigue poner fin a los problemas heredados del Sexenio. En 1876 termina la 3ª Guerra Carlista y la victoria asentó el gobierno de la Restauración. La tercera guerra civil del siglo XIX asimiló a los integrantes del bando perdedor sin hacer agravios, pero provocó la abolición de los Fueros vascos en julio de 1876:
- Prestación del servicio militar
- Pago de impuestos existentes en los demás territorios
6. El Fin del Gobierno Foral en el País Vasco
El fin del gobierno foral en el País Vasco hizo que el gobierno de Cánovas del Castillo pactase el llamado Primer acuerdo económico vasco. Estos cambios políticos dieron lugar a un gran crecimiento económico e industrial del País Vasco, que se convirtió en una de las regiones más avanzadas e industrializadas del país. La derrota y posterior supresión de los fueros aumentó el sentimiento fuerista vasco, dando lugar años después a la creación del Partido Nacionalista Vasco en 1895 por Sabino Arana.
7. Solución Temporal del Problema de Cuba
La revolución de 1868, iniciada con el Grito de Yara («¡Viva Cuba libre!») de Céspedes, termina en 1878 con la firma de la Paz de Zanjón. Se ponía fin a la «guerra larga». Los gobiernos de la Restauración querían mantener la soberanía sobre Cuba y Filipinas. La paz solo aplazó el problema cubano. Desde 1878, los movimientos independentistas, liderados por José Martí, lograron cada vez mayor apoyo tanto de ciertos sectores cubanos como de Estados Unidos.
8. La Pérdida de las Últimas Colonias y la Crisis del 98. La Guerra de Cuba y con EE. UU. El Tratado de París
En noviembre de 1885 muere Alfonso XII, creando una situación de riesgo para la continuidad del régimen. Su viuda, María Cristina de Habsburgo, actuará como Regente hasta la mayoría de edad de su hijo Alfonso en 1902. En estas circunstancias, se llega a un acuerdo entre conservadores y liberales en 1885 con el llamado «Pacto de El Pardo».
9. La Presencia Española en Cuba
La presencia española en Cuba era muy importante para ciertos sectores nacionales con intereses económicos en la isla. Entre las causas del proceso independentista destacan tres:
- La intransigencia de España, que llevó a muchos cubanos al exilio.
- El sentimiento patriótico de la población autóctona, que pedía libertad de comercio entre Cuba y los demás países americanos.
- Los intereses de EE. UU. en la zona y su cercanía geográfica.
10. La Insurrección Armada en Cuba
En Cuba estalla en 1895 una nueva insurrección armada que supone el definitivo proceso de independencia cubano con el denominado «Grito de Baire». Se produce tras un doble fracaso:
- El acuerdo establecido por Martínez Campos en el Convenio de Zanjón, 1878.
- No se consigue la aprobación por parte de las Cortes de un plan de reformas que les otorgaba una cierta autonomía, propuesto por el ministro de Ultramar Antonio Maura dentro de un gobierno Sagasta.
Destacan las personalidades de Antonio Maceo y Máximo Gómez, como jefes militares, y José Martí, como jefe político.
11. El Ejército Español en Cuba
En Cuba, el ejército español está dirigido primero por Martínez Campos, hasta 1896, y después, por Weyler, hasta 1897. Tras la muerte de Cánovas en 1897, le sustituye un gobierno liberal con Sagasta. El 15 de febrero de 1898 tiene lugar la explosión del crucero norteamericano «Maine». La opinión norteamericana culpa a los españoles. El 3 de julio de 1898, es hundida en la bahía de Santiago de Cuba.
12. El Movimiento Independentista en Filipinas
En 1896, surge también el movimiento independentista en Filipinas, dirigido por José Rizal. La inferioridad de las fuerzas militares españolas era evidente y, el 1 de mayo de 1898, España sufría la derrota de Cavite en Filipinas. El desenlace en ambos escenarios fue rápido en contra de España, que tiene que aceptar el Tratado de París (10-XII-1898). Todo ello provoca la caída de Sagasta y su sustitución por el conservador Silvela.
13. Industria, Ferrocarril, Banca y Comercio
El proceso de industrialización en España fue lento y no alcanzó el nivel de los países de Europa Occidental. Los historiadores señalan las siguientes causas:
- El débil crecimiento demográfico.
- La escasez de materias primas y fuentes de energía y su costosa extracción.
- La inexistencia de un mercado integrado que absorbiera la producción industrial.
- La falta de capitales nacionales.
- El papel del Estado.
- La pérdida de las colonias.
A lo largo del siglo hubo importantes avances económicos que provocaron el nacimiento de significativos focos industriales. Dos fueron las zonas pioneras: Cataluña y el País Vasco. Y dos también las industrias más importantes: la textil y la siderurgia. Durante el periodo isabelino se produjo la sustitución de la lana por el algodón y la mecanización casi total de la producción textil. En el comercio, la novedad más decisiva fue el inicio de la construcción del ferrocarril en España. Las primeras líneas fueron:
- Barcelona-Mataró en 1848
- Madrid-Aranjuez en 1851
La Ley de ferrocarriles de 1855 supuso un importante aumento de las inversiones en la construcción del ferrocarril con entrada de capitales franceses, belgas e ingleses. Técnicamente se han criticado dos aspectos:
- El distinto ancho de vía
- La disposición radial del trazado
El ferrocarril tuvo un efecto positivo en la economía, facilitó el comercio y las comunicaciones, y ayudó a la creación de un mercado económico único. La Ley de Bancos de Emisión y Sociedades de Crédito, 1856, favoreció el desarrollo de la banca en nuestro país.