Organización Nacional Argentina Post-Rosas (1852-1860)

Contexto Post-Derrota de Rosas

Luego de la derrota de Rosas, el general Urquiza convocó a los gobernadores para organizar el país mediante un estado federal. Este objetivo no era nuevo. Durante la etapa anterior, las Provincias Unidas del Río de la Plata se enfrentaron y debatieron sobre la forma de gobierno y el tipo de organización nacional. En 1852, el problema seguía siendo cómo transferir el poder de los estados provinciales a una unidad política más amplia. Para lograr un nuevo marco de organización y funcionamiento social, el orden se erigía como una cuestión dominante. La idea de orden excluía a todos aquellos elementos que podían obstruir el progreso. El orden implicaba también una definición de ciudadanía, en tanto se establecía quiénes serían considerados como miembros legítimos de la nueva sociedad. Cuando Rosas fue derrotado por Urquiza, este convocó a los representantes de las provincias a San Nicolás. El acuerdo se convirtió en un nuevo punto de partida para dar forma al estado nacional.

Durante aproximadamente diez años coexistieron dos estados en los territorios del Plata. Por un lado, estaba la Confederación Argentina, presidida por Urquiza, y cuya sede estaba en la ciudad de Paraná. Por otro, el estado de Buenos Aires, en el que se iniciaba una etapa de activa movilización política y se aceleraba el proceso de transformación económica.

Presidencia de Derqui (1860-1861)

Santiago Derqui (1809-1867) fue elegido presidente y el general Pedernera vicepresidente. Casi al mismo tiempo, Bartolomé Mitre asumía como gobernador de Buenos Aires. El gabinete de Derqui se constituyó de la siguiente manera: Juan Pujol en el Ministerio del Interior, Emilio de Alvear en Relaciones Exteriores, Juan Bautista Alberdi en Hacienda y José Severo de Olmos en Justicia.

Al iniciar su gobierno, el presidente Derqui debió afrontar nuevos problemas políticos. Parecía que el gran problema con la provincia de Buenos Aires, cuya solución se hacía imprescindible, estaba en vías de resolverse con la firma de los acuerdos de noviembre. Sin embargo, la paz era más aparente que real y al menor roce estallaban nuevos conflictos, no solo en el litoral, sino en el interior. Por ejemplo, en Mendoza se inició un enfrentamiento entre el ejecutivo de la provincia y la legislatura, que provocó la intervención nacional en marzo de 1859 y abril de 1860. En San Juan, el interventor de la provincia, coronel Virasoro, oriundo de Corrientes, se hizo nombrar gobernador. Mientras Derqui, Urquiza y Mitre acordaban enviar una carta para que depusiera el mando, en Córdoba los simpatizantes de Derqui se levantaban contra el gobierno de Mariano Fragueiro, su competidor en las elecciones presidenciales, y forzaron a Derqui a aplicar la ley marcial a uno de los cabecillas de la revolución, el coronel Pedro Oyarzabal.

Presidencia de Urquiza (1854-1860)

Luego de ser aprobada y jurada la Constitución Nacional de 1853, se realizaron las elecciones presidenciales en las provincias, a excepción de Buenos Aires, pues estaba separada de la Confederación. En el proceso electoral resultaron electos para el período 1854-1860 Justo José de Urquiza (1801-1870) como presidente. Durante su presidencia se intentó ordenar las finanzas de la Confederación y resolver los asuntos de gobierno, de las relaciones con las provincias y con los gobiernos extranjeros.

El Mundo del Trabajo

Los trabajadores rurales y urbanos constituían un conjunto heterogéneo por la población criolla y los inmigrantes que comenzaban a llegar. En el campo, las formas de vida de la población nativa se vieron afectadas por la extensión del alambrado y la delimitación de las propiedades. Los hombres se ocuparon en las estancias y las mujeres quedaron arrinconadas en el segmento del servicio doméstico en las ciudades. Italianos y suizos se establecieron en las colonias santafesinas. Vascos e irlandeses se ocuparon de la crianza y cuidado de las ovejas. Para los hombres, las oportunidades eran más amplias: se podía ser albañil, botero, herrero, cuentapropista, pequeño tallerista o comerciante. Para las mujeres, las alternativas eran menores: trabajaban en el servicio doméstico, en la costura o en fábricas de calzado.

Las Ideas

Al producirse la caída de Rosas, se abrió un debate sobre los caminos a seguir:

  • Formato de inmigración
  • Progreso económico
  • Ordenación legal del estado
  • Desarrollo de la educación pública

Juan Bautista Alberdi consideraba fundamental el establecimiento de una autoridad política para evitar los conflictos. Alberdi sostenía que no era necesaria la educación formal y que la mejor instrucción la ofrecían el ejemplo de destreza y la habilidad que traerían los inmigrantes europeos. Sarmiento elaboró una imagen de la Argentina que rivalizaba con la alberdiana. Mitre proponía batir al partido federal urquicista y asegurar la vida de las instituciones. Mitre aspiraba al perfeccionamiento del estado, que acompañaría el proceso de civilización.

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