Explica el origen de las Cortes en los reinos cristianos y sus principales funciones
El organismo más importante de la administración estatal de la Edad Media era la Curia Regia, consejo integrado por el alto clero y la nobleza, con el cometido de asesorar al rey. En 1188 Alfonso IX de León también convocó a la Curia a los burgueses, en representación de las ciudades, con lo que fueron las primeras Cortes de la Historia. Los demás reinos le imitaron en el siglo XIII.
Las Cortes eran siempre convocadas por el rey y sus integrantes se repartían por estamentos (clero, nobleza y pueblo llano).
En general las funciones de las Cortes eran esencialmente tres:
- La primera y más importante, votar los subsidios o impuestos extraordinarios, para cubrir los gastos de la monarquía.
- Aconsejar y atender las consultas del rey en asuntos importantes.
- Jurar al heredero como sucesor en el trono.
A cambio de estos servicios, el rey tenía que escuchar las quejas de los procuradores en Cortes y debía comprometerse a ponerles remedio (lo que no siempre cumplía).
Las Cortes de León y de Castilla se fusionaron en 1348, un siglo después de la unión de ambos reinos (1230). En la Corona de Aragón se mantuvieron separadas por reinos (Aragón, Cataluña y Valencia), aunque también había Cortes Generales de toda la Corona que se reunían en Monzón.
Existían diferencias entre unos reinos y otros: por ejemplo en Aragón las Cortes podían legislar, y votaban el reclutamiento extraordinario de soldados en caso de guerra. En Navarra exigían al rey jurar los fueros del reino y también aprobaban las leyes. En la Corona de Castilla el pueblo llano estaba representado por los procuradores (representantes) de las ciudades con voto en Cortes (unas diecisiete, según la época). A la ciudad de León le correspondía la representación de Asturias; Zamora representaba a Galicia, y Salamanca a Extremadura.
Con la llegada de los Borbones y del absolutismo se unificaron todas las Cortes de España en las de Castilla, pero se reunieron rara vez (prácticamente solo para jurar al heredero).
Describe las grandes etapas y las causas generales que conducen al mapa político de la península Ibérica al final de la Edad Media.
-Ss. VIII-IX: Inicios de los núcleos de resistencia en el norte. En el occidente peninsular esta etapa comienza en el 722 con el levantamiento de Pelayo en Covadonga (nacimiento del reino de Asturias), y se caracteriza porque los núcleos cristianos simplemente luchan por su supervivencia, pagando incluso tributos a al-Ándalus. Desde la 2ª mitad del siglo IX comenzaría la expansión de Asturias hacia el sur, convirtiéndose el Duero en la frontera con el Islam.
En el oriente surge la Marca Hispánica, dependiente del reino franco de Carlomagno: abarcaba desde Pamplona hasta Barcelona. En el 824 Pamplona se declaró reino independiente, llegando hasta el Ebro y absorbiendo al condado de Aragón. Más al Este, en la actual Cataluña, los carolingios fundaron varios condados, entre los que destacaría el de Barcelona, con figuras como Vifredo el Velloso. Estos condados prácticamente se independizaron del poder franco a finales del siglo IX.
-S. X: Avances y retrocesos. En el 910 León se convierte en capital del reino asturleonés, con lo que los historiadores comienzan a hablar del reino de León en lugar de Asturias. La frontera sur llegaba hasta el Duero, pero se supera el río después de la batalla de Simancas (939 d.C.) El reino de Pamplona (Navarra) se expande tímidamente por el valle del Ebro. En el último cuarto del siglo Almanzor destruye las principales ciudades cristianas (Léon, Santiago de Compostela, Pamplona, Barcelona, etc.) y vuelve a poner la frontera en el Duero.
-Ss. XI-XII: Con la disgregación del califato en los reinos de taifas el reino de León realiza grandes avances con Fernando I y sobre todo con Alfonso VI (toma de Toledo en 1085), que se ven frenados con la llegada de los almorávides (1086) y de los almohades (mediados de siglo XII). El condado de Portugal se independiza de León en 1139, y se convierte en reino con Afonso Henriques (Afonso I). La corona leonesa se divide en Castilla y en León a la muerte de Alfonso VII (1157), y ambos reinos se convierten en enemigos y rivales.
El reino de Pamplona (Navarra) tiene un momento de gran expansión con Sancho Garcés III, que llegó a arrebatar grandes territorios al reino de León, pero a su muerte en el 1035 su reino se fragmentó, y Aragón alcanzó su independencia, naciendo como reino. De hecho en 1076 el reino de Pamplona fue anexionado por Aragón hasta bien entrado el s. XII. Tras volver a alcanzar la independencia Navarra, rodeada por Francia, Castilla y Aragón, ve frenada su expansión hacia el sur y queda reducida prácticamente a la extensión de la actual comunidad autónoma.
Aragón, tras su nacimiento como reino en 1035, se expande tímidamente (Huesca, Barbastro). En 1076 absorbió a su reino matriz, Navarra. Tuvo su máxima expansión en época de Alfonso I el Batallador (Zaragoza), pero a la muerte de éste (1134) Navarra se separó y volvió a ser reino independiente. En 1137 se prometieron Petronila, la heredera de Aragón, y el conde catalán Ramón Berenguer IV, uniéndose ambos territorios con su boda en 1150 y dando lugar así a la Corona de Aragón, que avanzó hasta la actual Teruel.
-S. XIII: gran expansión territorial, con Alfonso IX en León y Alfonso VIII en Castilla, y a partir de 1230 con Fernando III reinando en ambos territorios (surgimiento de la Corona de Castilla). Alfonso IX conquista la actual Extremadura, Alfonso VIII La Mancha, y Fernando III Córdoba y Sevilla. Jaime I de Aragón (“el Conquistador”) conquista Mallorca y Valencia. Portugal concluye su parte de la Reconquista llegando aproximadamente a sus fronteras actuales. Al finalizar este siglo al-Ándalus se ve reducido al reino nazarí de Granada.
-Ss. XIV-XV: el gran frenazo en la Reconquista, debido sobre todo a las guerras civiles en la Corona de Castilla. En 1492 los Reyes Católicos toman el reino nazarí de Granada y finalizan la Reconquista.