Orígenes y Consecuencias de la Guerra Civil Española: Un Conflicto en el Contexto Europeo

El objetivo de este texto es ofrecer una visión sobre los orígenes de la Guerra Civil española, defendiendo la tesis de que la guerra española es un episodio de violencia dentro de un contexto internacional caracterizado por una guerra civil europea de 1914 a 1945. El contenido del texto nos sitúa en los años 30, caracterizados por una crisis en toda Europa debido al final de la Gran Guerra y agravada por la crisis económica del 29. España no fue ajena a estos problemas, que se sumaron a otros de carácter interno que aumentaron la conflictividad durante los gobiernos de la II República.

El texto parte de la importancia que han tenido los estudios sobre la Guerra Civil en los últimos años para el conocimiento de este periodo de la historia de España. Seguidamente, describe los dos factores fundamentales que, según Preston, explican las causas de la Guerra Civil y de la derrota de la II República. En primer lugar, la guerra tiene en sus orígenes causas de carácter interno, consecuencias de problemas no resueltos en la sociedad española en los años 30 (problemas de la tierra, de carácter religioso y sociales). Estos problemas fueron sacados a la luz en la II República y, al no ser resueltos, le ganaron enemigos tanto desde la derecha como desde la izquierda. El golpe definitivo a la república lo dio un sector del ejército que se levantó en armas contra ella y, al fracasar dicho golpe, se inició el conflicto civil.

La Guerra Civil Española como parte de un Conflicto Europeo

El segundo factor tiene que ver con la tesis presentada: la Guerra Civil española sería un episodio más de los conflictos del periodo de entreguerras en Europa, que algunos historiadores califican como guerra civil europea.

En relación con esto, el autor analiza la importancia que tuvo en el desarrollo y en el final del conflicto la intervención y la postura adoptada por las potencias extranjeras: algunas prestando su apoyo al bando de los sublevados (Alemania e Italia), otras (URSS) manifestaron rápidamente su adhesión al bando de la república, y por último, la postura de los estados democráticos que fueron “cómplices inconscientes” (comité de no intervención). Para terminar, Preston introduce la actitud de los sectores más radicales de la izquierda española que “antepusieron sus ambiciones revolucionarias” al hecho de concretar sus esfuerzos para ganar la guerra. El 1 de abril de 1939 terminaba la guerra y a partir de ese momento se inició la etapa de la dictadura del general Franco que duraría hasta su muerte en 1975.

Conclusión: El texto nos da una visión más sobre la guerra de España. El tema tratado (la guerra civil) tiene una significación para los españoles por ser uno de los hechos más traumáticos de nuestra historia. Sin embargo, tras la guerra, la dictadura de Franco siguió manteniendo la división entre vencedores y vencidos; y aunque durante la transición se intentó llevar a cabo la ley de la memoria histórica, no fue aprobada, lo que significa que la guerra civil aún crea recelos y tensiones en la actualidad.

La Ley de Responsabilidades Políticas y la Represión Franquista

El texto se sitúa en los últimos meses de la guerra, tras la ocupación por parte de los sublevados de Cataluña (victoria clara de los mismos). Entonces se inicia la institucionalización del régimen franquista y del proceso de represión y de violencia que se prolongará con dureza hasta la década de los 50, y por parte de los vencidos, la larga marcha hacia el exilio. El 1 de abril de 1937, la guerra termina y le siguió un largo periodo de dictadura que estableció un estado represivo que persiguió hasta el final a sus oponentes.

El texto es un fragmento de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. En él podemos observar, en primer lugar, el objetivo de la ley, es decir, condenar a los que el régimen considera “responsables políticos” del estallido de la guerra civil de 1936-1939 (artículo 1). En segundo lugar, encontramos las consecuencias para los imputados, que eran la pérdida de todos sus derechos y bienes (artículo 3). Con esta medida se convertía a los perdedores de la guerra en “apátridas”, individuos sin derechos de ciudadanía, sin derecho a trabajar en la administración pública, perseguidos y encarcelados por haber apoyado una fuerza política antes del 18 de julio.

Sanciones y Consecuencias de la Ley

Las sanciones que se establecían eran durísimas y podían ser de tres tipos: las que suponían la inhabilitación para el ejercicio de un cargo o profesión, las que limitaban la libertad de residencia que podían llevar a la cárcel, al confinamiento en campos de trabajo o al destierro, o la imposición de multas. De acuerdo con esta ley, el juez instructor debía pedir informe sobre el presunto responsable y de esta manera se establecía un círculo de autoridades todopoderosas que controlaban la vida de los ciudadanos españoles. Esta ley se modificó en 1942 para reducir el número de denuncias y en 1945 se declaró que el tribunal había cumplido su misión. Sin embargo, no fue esta ley el único instrumento de represión, ya que existieron la “Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo” y la “Causa General”.

Conclusión: La aplicación de esta ley fue una de las piedras angulares de la represión franquista durante la primera etapa del franquismo. La consecuencia trágica de estas leyes represoras del régimen fue el encarcelamiento de miles de personas en los años de la posguerra y de estos, unos 50.000 fueron ejecutados. Estos datos revelan la naturaleza del régimen franquista.

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