Orígenes y Evolución de las Cortes Medievales en España

El origen de las Cortes. La Revolución Francesa (RF), con el triunfo del Estado Constitucional y el Romanticismo, despertaron el interés por la Edad Media (EM). El nuevo sistema constitucional se consideró su manifestación más genuina. Esto sucedió en España a raíz de las Cortes de Cádiz. Martínez Marina publicó su Teoría de las Cortes con la idea de enlazar la nueva asamblea con las antiguas Cortes.

La Curia Regia

Los reyes medievales contaban con la ayuda de seglares y eclesiásticos para gobernar. Las juntas en las que se integraban estos consejeros eran las Curias, que se clasifican en:

  • Curia ordinaria o reducida: Integrada por los personajes más próximos al rey, que trataban asuntos ordinarios.
  • Curia extraordinaria o plena: Integrada, además de los anteriores, por el resto de nobles y eclesiásticos más importantes, para tratar los asuntos más graves, como matrimonios reales, declaración de guerra o paz.

La Curia ordinaria acabó convirtiéndose en el Consejo del Rey, y la Curia extraordinaria evolucionó a las asambleas representativas que recibieron distintos nombres en los Estados de Europa (Estados Generales en Francia, Parlamento en Inglaterra o Cortes en España). El paso definitivo de Curia extraordinaria a Cortes se produjo cuando entraron en esas reuniones los representantes de las ciudades junto a los nobles y eclesiásticos, produciéndose la representación de los tres estamentos de la sociedad medieval. En Europa, los representantes de las ciudades fueron convocados a estas reuniones por primera vez en los siglos XIII y XIV. En España, en el siglo XII (en Aragón, Alfonso II convocó a cinco ciudades; Fernando II de León convocó a representantes de las ciudades a su Curia; y por primera vez consta la presencia de ciudadanos elegidos por distintas villas para participar en la asamblea convocada por Alfonso IX). Así se consolidan las Cortes.

La Presencia de Burgueses en la Curia

La participación de todos en las medidas que les atañían fue simbolizada en la fórmula medieval quod omnes tangit ab ómnibus debet approbari (q.o.t.a.o.d.a), “lo que a todos toca por todos debe ser aprobado”. Este principio justificó que, junto al clero y la nobleza, pudiesen incorporarse representantes de las ciudades. Esta máxima proviene del Código de Justiniano cuando trata de la tutela en el derecho privado, difundida después en las decretales de los Papas, y más tarde fue utilizada en distintos reinos europeos con un claro significado político. Ahora bien, esta fórmula no representa los principios democráticos tal como hoy los entendemos; debemos tener siempre presente que estamos estudiando una sociedad estamental. Participan en la Curia los representantes de los sectores dominantes de esa sociedad.

Transformación de la Curia en Cortes: Requisitos y Causas

¿Cuáles son los requisitos para que la antigua Curia se convierta en Cortes? ¿Qué causas originaron esa transformación? Para responder a la primera pregunta, seguimos el planteamiento del historiador americano Howard Lord, que apunta tres requisitos:

  1. Que el rey consulte de forma regular a los grupos dirigentes y, de forma especial, que estén presentes los representantes de las ciudades.
  2. Que las formas de representación tengan cierta fijeza.
  3. Que las gentes allí reunidas no acudan para aclamar al príncipe, sino que participen como colaboradores regios con cierto grado de poder y responsabilidad.

Para responder a la segunda pregunta (¿por qué se convocaron a representantes de las ciudades?), Valdeavellano destaca la importancia económica de las ciudades y las necesidades crecientes de los reyes, que les obligaban a pedir ayuda extraordinaria (el pedido o subsidio). Estos representantes de las ciudades quisieron participar en los problemas políticos como pago por su ayuda económica. Los reyes, por su parte, tuvieron que dejarles participar ante la presión que recibían.

El Problema de la Moneda y los Tributos

Sánchez Albornoz explica la presencia ciudadana por el problema de la moneda y los tributos. En los territorios españoles correspondía al rey el derecho de acuñar moneda. Los gastos crecientes crearon una situación insostenible cuando no crecían de forma pareja los ingresos. Los reyes intentaron quebrar la moneda, aumentar el porcentaje de metal de mala calidad mientras mantenían el valor facial. Esta alteración de la ley de la moneda creaba beneficios a corto plazo al fisco, pero generaba inflación. Para evitar esta alteración de la moneda, los concejos idearon pagar un tributo al monarca (Cortes de Benavente de 1202 con Alfonso IX). La reiteración del pago de ese dinero para evitar la acuñación de mala calidad originó un tributo llamado moneda forera. El hecho de que el rey no cumpliese lo estipulado, pues había agotado la cantidad de dinero antes del plazo previsto, originaron importantes discusiones en las curias plenas. Los concejos, especialmente interesados en la política económica, quisieron estar presentes en esas reuniones. Con su presencia, las Curias se transformaron en Cortes con la principal función de votar los impuestos.

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