Orígenes de la Resistencia Cristiana en la Península Ibérica
Tras la invasión musulmana, surgieron núcleos de resistencia cristiana en el norte de la Península Ibérica, dando origen a los reinos que eventualmente liderarían la Reconquista.
El Reino de Asturias
El primer reino cristiano surgió en la cordillera Cantábrica. Un jefe local llamado Pelayo lideró una revuelta y derrotó a los musulmanes cerca de la gruta de Covadonga. Los sucesores de Pelayo se centraron en consolidar el reino. Durante el reinado de Alfonso II (791-842), la corte se trasladó a Oviedo. Alfonso II estableció relaciones con Carlomagno, rey de los francos, reconociéndolo como su señor, restableció la legislación visigoda y organizó la iglesia católica local.
El Reino de los Francos
Otro foco de resistencia al islam fue el reino de los Francos. Carlomagno en el 778 emprendió una expedición militar para controlar el valle del Ebro, pero fracasó al no tomar Zaragoza.
El Reino de Navarra
En el Reino de Navarra, la ciudad de Pamplona se rebeló en el año 799 contra el emirato de Córdoba y estableció alianzas con otros reinos y principados cristianos, incluyendo el de Asturias, impidiendo durante un tiempo los ataques musulmanes.
El Reino de Aragón
El Reino de Aragón se originó en los condados del Pirineo central, situados en los altos valles pirenaicos.
Los Condados Catalanes
Otro foco de resistencia fueron los Condados Catalanes. Un noble local, Wilfredo I, conde de Barcelona, logró gobernar el resto de los condados. Tras su muerte, sus herederos se repartieron los territorios como si fueran un patrimonio personal. Los condados, bajo la hegemonía del de Barcelona, se fueron independizando poco a poco del reino Franco. La caída de la dinastía carolingia sirvió de pretexto al conde de Barcelona Borrell II para lograr la emancipación definitiva del Reino Franco (988).
Modelos de Repoblación y Organización Social de los Reinos Cristianos
A partir del siglo XI, la sociedad de la Europa cristiana experimentó una transformación caracterizada por el crecimiento demográfico, un desarrollo económico y un gran dinamismo social. Los reinos cristianos contaban con una numerosa población musulmana y judía.
Los instrumentos empleados para la colonización de las tierras conquistadas fueron los siguientes:
- Privilegios y fueros: Con el objetivo de atraer a nuevos colonos para que se establecieran en la zona. Tal es el caso de las cartas pueblas, fueros locales y las cartas de franquicia.
- Capitulaciones: Eran acuerdos con las poblaciones sometidas (musulmanes, judíos, mozárabes). Se fomentaba la partida de musulmanes; a los más acomodados se les permitía vender sus propiedades y emigrar. A los más modestos se les obligaba a vivir en barrios propios (morerías) o a trabajar como siervos en el campo.
- Repartimientos: Distribución de bienes y tierras en lotes entre los conquistadores. Estallaron sublevaciones de mudéjares, lo que endureció aún más el tratamiento que recibían y se los convirtió en siervos o se los expulsó. En Baleares y Valencia se respetaron los sistemas de regadío.
Transformación de la Sociedad
Se produjo un crecimiento demográfico, se amplió la extensión de la tierra destinada a cultivos y se generalizó el uso de nuevas técnicas agrícolas. Grandes rebaños, pertenecientes a señores laicos y eclesiásticos, se hicieron trashumantes. Tuvo lugar un modesto crecimiento de las ciudades debido a la incorporación de las antiguas urbes musulmanas. El movimiento de los peregrinos (Camino de Santiago) animó la aparición de ciudades que albergaban a clérigos, guerreros, artesanos y comerciantes. Se produjo una dinamización del comercio favorecida por el Camino de Santiago, el crecimiento urbano y el cobro de las parias. Aumentó el poder y la propiedad de la tierra en manos de la nobleza guerrera y disminuyeron tanto las propiedades como las libertades de los campesinos.
Los Reinos de Taifas
En el año 1031 se inició la etapa de los reinos de taifas, que se distingue en 3 fases:
- Primeras Taifas (S.XI)
- Segundas Taifas (S.XII)
- Terceras Taifas (S.XIII)
Las Primeras Taifas
Entre ellas cabe distinguir:
- Las controladas por los andalusíes locales (las tres marcas fronterizas, Sevilla y Córdoba).
- Las creadas por los bereberes recién llegados a la península, situadas en torno al estrecho de Gibraltar.
- Las dirigidas por esclavos, como la zona de Levante.
El desarrollo cultural, artístico y científico de las primeras taifas fue muy elevado. Sin embargo, debido a su debilidad militar e inestabilidad política, tuvieron que pagar parias (tributos) a los reinos cristianos. En este proceso, el reyezuelo Al-Mutamid, para contener el avance cristiano, solicitó ayuda a los almorávides, un pueblo bereber del norte de África. Conquistaron todos los reinos de Taifas entre los años 1090 y 1110, reunificando de algún modo Al-Ándalus.
El imperio almorávide se presentaba como el restaurador del Islam tradicional y ortodoxo, practicaban la yihad o guerra santa contra los infieles. Sin embargo, perdieron Zaragoza en 1118, se vieron obligados a aumentar los impuestos, y su celo en hacer cumplir la ortodoxia islámica les restó popularidad. Fueron atacados por otro movimiento religioso bereber, el de los almohades, que provocó la aparición de:
Las Segundas Taifas (1145-1147)
El líder de los almohades fue nombrado califa. Les costó bastante suplantar a los almorávides y someter las taifas peninsulares. Establecieron su capital en Sevilla. Fueron incapaces de frenar los avances cristianos y sufrieron una derrota en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), que significó el fin del califato almohade en Al-Ándalus.
Las Terceras Taifas
Las terceras Taifas fueron sometidas a lo largo del Siglo XIII por los reyes de Castilla y Aragón. Otros pueblos intentaron de nuevo el asalto a la península, este fue el caso de los benimerines (también bereberes). El único estado heredero de Al-Ándalus que perduró fue el reino de Granada, que logró sobrevivir hasta 1492. Constituyó un reino rico con una elevada densidad de población, recibió el legado cultural de las Taifas y alcanzó altas cotas intelectuales y artísticas. Castilla inició en 1482 una campaña militar contra Granada, en diez años cayeron las ciudades musulmanas una tras otra.