I- INDEPENDENCIA DE EEUU Introducción, señalar que las ideas ilustradas se expandieron por el continente americano, con lo que los habitantes de las colonias inglesas establecidas en la Costa Este de América del Norte se rebelaron contra Inglaterra, lo que provocó la guerra de Independencia.
La revolución americana alumbró una nueva nacíón, Estados Unidos de América, el primer país que se rigió por los principios del liberalismo y redactó la primera constitución escrita, la de 1787.
Desarrollo del tema comenzamos señalando que los habitantes de las trece colonias inglesas establecidas desde el Siglo XVII en la costa este de América, animados por las ideas de libertad e igualdad que les llegaban de Europa, protagonizaron en el Siglo XVIII una insurrección contra su metrópoli que no permitía a los colonos americanos tener representación en el Parlamento Inglés, además estaban obligados a pagar grandes impuestos y les impónían un monopolio comercial (la metrópoli controlaba todo el comercio de las colonias). Todo esto unido a que el gobierno británico otorgó el monopolio de la venta del té a una compañía inglesa provocó una importante revuelta, el denominado, MOTÍN DEL TÉ.
El rey de Inglaterra Jorge III envió tropas para sofocar las colonias, tomando medidas represivas contra los colonos.
De esta forma, en 1775, llegaron los primeros enfrentamientos entre los colonos americanos y las tropas inglesas. Fue entonces cuando los colonos se organizaron y el 4 de Julio de 1776, reunidos en Filadelfia, declararon la independencia de Estados Unidos. Tras una larga guerra, en 1783 Gran Bretaña acabó reconociendo la independencia de Estados Unidos y George Washington fue nombrado primer presidente de la nacíón en 1789. En 1787 redactaron la primera Constitución de la historia, la cual establecía el principio de elección de cargos (sufragio), aseguraba la separación y el equilibrio de poderes y establecía una república. En 1791 se completó con 10 enmiendas conocidas como Carta de Derechos.
Concluimos señalando que la nueva realidad surgida tras la independencia permitíó la implantación de los principios del liberalismo, reconociendo la libertad religiosa, como también la de reuníón y asociación, al igual que garantías judiciales.
II- REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799)
Introducción señalar que en 1789 con la Revolución francesa se abríó un ciclo revolucionario, con una serie de transformaciones políticas y sociales que significaron el fin del Antiguo Régimen y el triunfo del modelo liberal (que se irá consolidando con las revoluciones de 1820, 1830 y 1848), como también al desarrollo de una sociedad organizada en función de la riqueza y a la construcción de los Estados nacionales. Esta revolución que da inicio a la Edad Contemporánea y en la que la burguésía logró desplazar del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta, tiene sus antecedentes en la revolución inglesa del Siglo XVII y es coetánea a la Independencia de los EEUU.
Desarrollo del tema comenzaremos señalando que hacia 1780, los sectores sociales en Francia mostraban su descontento con la situación socio-económica y política. La monarquía de Luis XVI se mostraba incapaz de hacer frente a esa realidad, ya que la Hacienda estaba en bancarrota. La única solución era hacer tributar a la nobleza y al clero, que eran más ricos. Sin embargo, estos no estaban dispuestos a aportar más recursos; al contrario, deseaban aumentar sus privilegios. Por otra parte, el Tercer Estado rechazaba un sistema que lo marginaba y le hacía soportar las cargas económicas. Los campesinos vivían una situación de grave necesidad. Los salarios no daban para sobrevivir. Asimismo, la burguésía, aunque con mayor poder económico, se sentía marginada social y políticamente, quería la igualdad ante la ley. Ante la propuesta de una reforma fiscal, la nobleza se rebeló y exigíó la convocatoria de los Estados Generales.
Así pues se reunieron el 5 de Mayo de 1789 en Versalles. Se abríó un debate sobre las peticiones de cada grupo social. Los Cuadernos de Quejas, recogían las reivindicaciones del Tercer Estado que querían hacer valer su fuerza ante la negativa de los privilegiados de discutir temas financieros y no sociales, con lo que exigieron la reuníón conjunta de todos los grupos y el voto por cabeza y no por estamento, ya que duplicaban a los de la nobleza.
Ante la negativa del rey y los privilegiados, los diputados del Tercer Estado juraron no disolverse hasta dotar de una Constitución a Francia por lo que se organizaron en Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791). A los intentos del monarca por reprimir lo que se consideraba una
insubordinación, el pueblo de París respondíó con el asalto a la Bastilla (14-VII-1789), prisión y símbolo del absolutismo. Las revueltas se extendieron rápidamente por todo el territorio francés y los campesinos protagonizaron insurrecciones antiseñoriales (el Gran Miedo).
A partir de ese momento la Asamblea Nacional, abolíó los privilegios feudales y la sociedad estamental, declaró los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la soberanía nacional, la libertad e igualdad de los hombres, promulgó la Constitución de 1791 y establecíó el sufragio censitario. Se ponía el poder en manos de los sectores moderados, los girondinos. Con ella Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó como una monarquía constitucional (1791-1792). Las aspiraciones de la burguésía acomodada por implantar el liberalismo económico se habían hecho realidad, pero no las del pueblo. Además muchos nobles descontentos con las reformas huyeron a Austria y organizaron una intervención armada para restaurar el absolutismo. En Junio de 1791, el propio rey y su familia huyeron de París para ponerse al frente de las tropas invasoras. Fueron detenidos en Varennes y devueltos a París. Esta actitud desprestigió a la monarquía y radicalizó al sector más revolucionario,
La Asamblea Nacional se enfrentó a las tropas austriacas con el apoyo de las masas populares (sans-culottes). El malestar contra la monarquía hizo que el 10 de Agosto de 1792 fuese asaltado el palacio de Las Tullerías y detuvieran al rey Luis XVI, a su esposa Mª. Antonieta y al resto de la familia real. En ese momento se ponía fin a la monarquía consagrada en la Constitución de 1791 y una nueva asamblea (Convencíón Nacional)
proclamó una República.
Llegado este momento los girondinos consideraban que la revolución había acabado y que todo paso hacia adelante conduciría a la anarquía y al caos. Pero el grupo de los jacobinos (más radicales), con el apoyo de los sans-culottes, deseaban avanzar en la igualdad social. Las discrepancias sobre qué hacer con la monarquía acabó con Luis XVI en la guillotina en Enero de 1793 y con su mujer, en Octubre del mismo año. Los jacobinos acusaron al gobierno de no responder a las necesidades del pueblo y asaltaron la Convencíón, detuvieron a los diputados girondinos y los ejecutaron. Se iniciaba la república jacobina
(Junio 1793-julio1794), dirigida por Danton, Marat, Robespierre…
Los jacobinos elaboraron una nueva Constitución, que sosténía la soberanía popular y el sufragio masculino universal. También impulsaron reformas sociales, con la redistribución de la propiedad agraria, el control del precio de los artículos de primera necesidad, la enseñanza obligatoria y gratuita. Para imponer todas estas reformas se establecíó un gobierno revolucionario, el Comité de Salud Pública.
El nuevo gobierno suspendíó las garantías constitucionales e inició una política conocida como el Terror. Ante la agresividad de las medidas, los enemigos de los jacobinos se unieron contra ellos, tras un Golpe de Estado detuvieron a Robespierre, que fue guillotinado en Julio de 1794.
Conclusión señálamos que tras la desaparición de Robespierre la Convencíón, controlada de nuevo por los sectores más moderados, elaboró una nueva Constitución, la de 1795 que establecíó el sufragio censitario y creó un nuevo poder ejecutivo, el Directorio que fue incapaz de serenar Francia. Ante esta situación las clases acomodadas cansadas de tanta inestabilidad apoyaron a Napoleón, un general victorioso, que protagonizó un Golpe de Estado en Noviembre de 1799, concentró todo el poder en sus manos y acabó con la revolución.
Este proceso revolucionario tuvo importantes consecuencias. Por un lado, fue posible la abolición del feudalismo al eliminar la Asamblea Nacional el 4 de Agosto de 1799 los privilegios del Primer Estado (el clero) y del Segundo Estado (los nobles), con lo que la Iglesia perdíó su poder, aprobándose la libertad de culto y religiosa. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano establecíó principios fundamentales de cara a la participación política y la igualdad social, fomentando sistemas democráticos fundamentados en el principio de soberanía nacional.
III- LA ÉPOCA NAPOLEÓNICA (1799-1815)
Introducción, tras la desaparición de Robespierre la Convencíón, controlada de nuevo por los sectores más moderados, elaboró una nueva Constitución, la de 1795 que establecíó el sufragio censitario y creó un nuevo poder ejecutivo, el Directorio, que fue incapaz de serenar Francia. Ante esta situación las clases acomodadas cansadas de tanta inestabilidad apoyaron a Napoleón, un general victorioso en las campañas de Egipto, que protagonizó un Golpe de Estado en Noviembre de 1799 y concentró todo el poder en sus manos y acabó con la revolución.
Desarrollo del tema incidimos en una serie de aspectos que ponen de manifiesto las actuaciones de Napoleón. Entre ellas destacamos, que establece como forma de gobierno el Consulado, que, formado por tres cónsules, elaboran la Constitución de 1799 y se proclamó emperador en 1804. Consolidó las conquistas revolucionarias moderadas con la abolición del feudalismo, libertad económica, igualdad legal, forjó un estado centralizado, desarrolló un sistema educativo más igualitario, firmó un concordato con la Santa Sede, garantizó las oportunidades para la burguésía y apoyó a las clases medias surgidas de la revolución.
Napoleón para consolidar su poder llevó a cabo una política de conquistas por Europa con la idea de crear un Imperio e implantar las instituciones francesas y acabar con las monarquías absolutas.
El dominio francés sobre Europa alcanzó su máxima expansión en 1812. Su intento por invadir Rusia resultó un fracaso, ya que el ejército fue incapaz de soportar el crudo invierno y tuvo que retirarse. Fue su primera gran derrota con la muerte de más de 350.000 soldados. Además tuvo dificultades en España y la formación de una gran coalición europea (1813). La ocupación de París por las tropas de esta coalición, en 1814, significó la destitución de Napoleón y la restauración de los Borbones (Luis XVIII). Napoleón fue confinado en la isla de Elba.
Sin embargo, el descontento popular por la restauración del absolutismo favorecíó un retorno efímero del emperador ( “Cien días”
)
Para ponerse al frente de miles de voluntarios y la mayoría de sus oficiales. Pero las potencias aliadas lo derrotaron definitivamente en Waterloo (18 de Junio de 1815) y Napoleón fue enviado a la isla de Santa Elena, hasta su muerte.
Los países vencederos de Napoleón (Reino Unido, Prusia, Austria y Rusia), reunidos en el Congreso de Viena, restauraron las monarquías tradicionales con el fin de impedir las ideas liberales, con lo que se volvía al Antiguo Régimen.
Conclusión señálamos que Napoleón, dirigíó los destinos de Francia durante más de 15 años. Organizó un poder personal y autoritario, pero también consolidó los principios de la Revolución, impulsando la igualdad ante la ley y la supresión de los privilegios y modernizó el país. Por otra parte, Napoleón, con su expansión por Europa, extendíó los principios de libertad de la Revolución Francesa y ayudó a acabar con las monarquías absolutas. A pesar de ello los países reunidos en el Congreso de Viena acordaron controlar cualquier posible movimiento liberal e intervenir con un ejército de la Santa Alianza para parar cualquier intento de revolución liberal. Por otra parte, la oposición a la dominación napoleónica despertó las aspiraciones liberales y nacionales en los pueblos ocupados.
IV- RESTAURACIÓN Y REVOLUCIONES LIBERALES
Introducción
Tras la derrota de Napoleón en Waterloo (1815), se inició en Europa una etapa antirrevolucionaria, la Restauración, que se prolongó hasta el triunfo de nuevas oleadas revolucionarias. Los principios de la Restauración se fijaron en el Congreso de Viena. En él las potencias europeas se reunieron para instaurar el Antiguo Régimen y las monarquías absolutas, salvo en Reino Unido que mantuvo el sistema parlamentario, también para impedir la expansión de las ideas liberales. Se procedíó a la reestructuración del mapa de Europa en beneficio de las grandes potencias.
Frente a estas tendencias absolutistas e impulsadas por la Revolución Francesa y las ideas ilustradas, se fue afianzando el liberalismo que defendía las libertades individuales en economía, política, religión y de pensamiento, también el sistema parlamentario, la limitación del poder del monarca, la separación de poderes, el derecho al sufragio y la existencia de constituciones, reconociendo la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.
Desarrollo
Aunque los principios del Congreso de Viena y la Restauración se mantuvieron mediante alianzas y congresos, las aspiraciones de libertad habían prendido en la burguésía. Para afrontar esas limitaciones los liberales se agruparon en sociedades secretas y prepararon pronunciamientos contra los regíMenes absolutistas. Esta estrategia fue seguida por algunos países de Europa en una primera oleada revolucionaria que se produjo entre 1820 y 1824 y que triunfó en España, Portugal, Nápoles y el Piamonte. Fueron suprimidas rápidamente por las fuerzas absolutistas de la Santa Alianza. La represión resultó muy dura y muchos partidarios del liberalismo fueron detenidos, ajusticiados o tuvieron que huir al exilio. Una segunda oleada revolucionaria se originó en la década de 1830. En esta ocasión se abandonó la estrategia minoritaria insurreccional para conformar grupos y partidos liberales. El movimiento se inició en Francia, donde se derrocó al último monarca borbón (Carlos X) y se implantó una monarquía de carácter liberal. Como resultado de estas revueltas liberales, en la mayoría de países de Europa occidental desaparecieron los regíMenes absolutistas y se impusieron gobiernos liberales moderados. Posteriormente, con el triunfo de la revolución de 1848, la conocida como «Primavera de los pueblos», desaparecieron la mayoría de las monarquías absolutas que quedaban en Europa, se fueron implantando las ideas democráticas y surgíó un movimiento nacionalista contra los grandes imperios.
En este contexto el liberalismo defendía la creación de Estados nacionales y animó a muchos países sometidos y a territorios divididos a reivindicar su derecho a constituirse como naciones independientes.
LAS UNIFICACIONES DE Italia Y Alemania, llevadas acabo a lo largo del Siglo XIX consiguieron unificar los diferentes territorios en que estaban divididos estos espacios geográficos, constituyéndose en estados. (CONSULTAR MAPAS PP. 58 Y 59 DEL LIBRO DE TEXTO).
La unificación de Italia
Italia estaba dividida en múltiples Estados, incluso algunos de ellos bajo el control de otros países, ese era el caso de Véneto y Lombardía, bajo el
dominio del Imperio Austriaco. En las primeras décadas del Siglo XIX un movimiento de afirmación nacional (Risorgimiento)
originó organizaciones como la Joven Italia, dirigida por Manzini que aspiraba a la creación de una república democrática unida y laica. Para conseguir esos objetivos contarían con insurrecciones populares. El fracaso de esta vía revolucionaria impulsó otra iniciativa por parte del reino de Piamonte, bajo el control de una monarquía liberal-constitucional, en la persona de Víctor Manuel II de Saboyá, cuyo primer ministro Cavour, llevó a cabo importantes actuaciones. Para consolidar este proyecto era necesario expulsar a los austriacos ubicados al norte de la península y así poder unir Norte y Sur. Iniciadas las hostilidades se consiguió la derrota de los ejércitos austriacos. La firma de un pacto entre Garibaldi y la monarquía liberal del Piamonte hizo posible la unificación. El nuevo reino debía hacer frente a la cuestión romana, pues el Papa, despojado de sus Estados Pontificios, había condenado al reino de Italia. Por otra parte, se debían atender las diferencias regionales entre el norte y el sur de Italia, que se agrandaron al producirse la unificación política, pero no la integración económica.
La unificación de Alemania
El Congreso de Viena había establecido en 1815 la Confederación Germánica, que aglutinaba a 38 estados. Dentro de ella, el reino de Prusia luchaba con el Imperio austriaco por el dominio del territorio. Un primer paso hacia la unificación territorial fue la creación del Zollverein o Uníón Aduanera, en la que se integró Prusia pero no Austria. En 1848, los sectores liberales democráticos fracasaron al ofrecerle la corona a Federico IV, rey de Prusia. La unificación definitiva vendría de la mano de Guillermo I de Prusia que confió a su canciller, Otto von Bismarck, la dirección del proceso de unificación. Bismarck, desde una concepción conservadora de la nacíón y una estrategia autoritaria y militarista, logró el apoyo de la burguésía, reorganizó el ejército, controló la Administración y buscó colaboración diplomática para aislar a Austria, hasta conseguir la proclamación de Guillermo I como emperador de Alemania. Las ideas liberales se expandieron también por América la emancipación de Iberoamérica.
En la América española, entre 1810 y 1824, coincidiendo con la guerra de Independencia española (1810-1814), tuvo lugar la independencia de casi todos los territorios coloniales y la
formación de nuevas naciones. Sus principales líderes fueron Simón Bolívar y José San Martín.
Las causas que provocaron el deseo independentista vienen derivadas tanto de las ideas de la Ilustración como también por los logros de la independencia de EEUU y la Revolución Francesa. Por otra parte, las reformas económicas de la segundad mitad del Siglo XVIII hacían de América un mercado muy atractivo para los comerciantes europeos. En esta situación los virreyes gobernaban las colonias españolas en nombre del rey siguiendo las políticas dictadas desde la metrópoli, sin participación de la población local. La debilidad de España propició la formación de movimientos liberales y nacionalistas, dirigidos por una burguésía criolla próspera e ilustrada que rechazaba el dominio colonial.
Conclusiones Entre 1820 y 1848 se produjeron en Europa procesos de independencia nacional ligados a revoluciones liberales, desapareciendo los regíMenes absolutistas e imponiéndose gobiernos liberales moderados, fundamentados en el sufragio censitario, libertades limitadas y el predominio social de la alta burguésía. Por otra parte, y a pesar de que la mayoría de los movimientos revolucionarios surgidos en 1848 fueron sofocados se produjo un proceso imparable de reformas liberales que condujeron hacia la democracia, con la consolidación del sufragio universal y el aumento de los derechos sociales.