Con la llegada del nuevo gobierno se produjeron grandes cambios, sobre todo en materia económica. La mayoría de las empresas públicas fueron privatizadas.El peronismo ganó por amplio margen las elecciones de 1989: 47,30 % sobre el 32,40% de la UCR, que llevo como candidato al cordobés Angeloz. Carlos Menem estuvo acompañado en la fórmula por Duhalde, quien antes había sido intendente de Lomas de Zamora. El nuevo presidente tuvo mayoría en las cámaras de Senadores y Diputados. Y recibíó un gran apoyo de los principales grupos empresarios.
Reforma del estado:
El nuevo gobierno consideraba que el origen de todos los males económicos del país era la gran cantidad de empresas en manos del Estado. Por eso privatizo la mayoría: Los teléfonos, el gas, la electricidad, el petróleo, el carbón, los servicios de agua potable, las centrales hidroeléctricas, el espacio radioeléctrico, los canales de televisión, los aeropuertos, los astilleros, Aerolíneas Argentinas, los ferrocarriles, la flota mercante y los puertos.
¡Chau colimba!
Entre las medidas más importantes tomadas en este periodo estuvo la abolición del servicio militar obligatorio, llamado popularmente “colimba”. La decisión se tomo luego de la muerte del soldado Omar Carrasco mediante un decreto firmado por el entonces Presidente de la Nacíón Argentina, Carlos Saúl Menem.
Indulto a los militares:
Se conoce como los indultos de Menem una serie de diez decretos sancionados el 7 de Octubre de 1989 y el 30 de Diciembre de 1990 por el entonces presidente de la Argentina Carlos Menem, indultando civiles y militares que cometieron delitos durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el Juicio a las Juntas de 1985, al procesado ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y los líderes de las organizaciones guerrilleras. Mediante estos decretos fueron indultadas más de 1.200 personas.
La deuda eterna:
Uno de los argumentos utilizados por el gobierno para privatizar era que así se achicarían los gastos. Y con el producido de las ventas se pagaría parte de la deuda externa. No pudo ser. Alfonsin había dejado una deuda de 45.000 millones de dolare. Y, luego de Menem, la deuda era de 145.000 millones.Un peso pasó a ser equivalente a un dólar (ley de convertibilidad)
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LaLey deConvertibilidad del Austral(Ley Nº 23.928) fue sancionada el 27 de Marzo de1991por elCongreso de la República Argentina, durante el gobierno deCarlos Menem, bajo la iniciativa del entonces Ministro de EconomíaDomingo Cavallo, y estuvo vigente durante 11 años.Establecía a partir del 1 de Abril de 1991 una relación cambiaría fija entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de 1 dólar estadounidense por cada 10.000 australeso posteriormente unPeso Convertible, para controlar la hiperinflación. Exigía la existencia de respaldo en reservas de la moneda circulante, por lo que se restringía la emisión monetaria al aumento del Tesoro Nacional. El período en que duró la ley de convertibilidad se llamó popularmente «el uno a uno», en clara referencia a la igualdad del peso frente al dólar estadounidense.CRISIS ECONIMICA:
Los costos del nuevo régimen
Desindustrialización, Índices de pobreza y distribución del ingreso, Déficit en la balanza de pagos, Deuda externa y aumento de impuestos, Desocupación, subocupación y déficit fiscal.
Ideologías políticas:Liberalismo
6 principios del liberalismo económico:1. Propiedad privada de los medios de producción y de cambio 2. Libertad de mercados en régimen de competencia 3. Libre contratación de trabajo 4. Desarrollo del comercio exterior bajo un sistema de libre cambio 5. Libre circulación de capital para asegurar el desarrollo de la producción 6. Estado mínimo; se ocupa de todo aquello que no pueda realizar el sector privado.
Neoliberalismo:
El neoliberalismo es un modelo económico que se enmarca dentro de las doctrinas del liberalismo económico, a su vez dentro del sistema capitalista. Tiene como una de las carácterísticas fundamentales la privatización, por la idea de que la administración privada es más eficiente y adecuada que la administración pública. Se “achica” la intervención del Estado tanto en lo que hace referencia a la regulación del mercado como así también al gasto e inversión pública en materia de caminos y rutas, educación, salud, etc. Limita la intervención del Estado en asuntos jurídicos y económicos.
Comienzo de la relación de Menem y los sindicatos
La acción sindical durante el período 1983-1989 tuvo tres orientaciones básicas: 1)
Corporativa
: la legalización y la recomposición institucional; 2)
Económica
: la demanda al estado de incrementos salariales y del mantenimiento de las fuentes de empleo; y 3)
Política
: el reflotamiento del Partido Justicialista como movimiento aglutinador y el liderazgo de la oposición al gobierno radical.Al comienzo de su presidencia, la relación de Carlos Menem con los sindicatos era buena, ya que el país pudo superar de a poco la crisis de la híper-inflación, y pudo lograr a través de las medidas implementadas reconstituir el salario real de la clase trabajadora.Menem, fue visto en un principio, por la totalidad de los gremios, como la persona que podía solucionar los inconvenientes que sufrían, es por esto que lo apoyaron tanto en la elección como en sus primeros años de gobierno.Durante toda la década de los noventa, el sindicalismo sufríó dos transformaciones, por un lado la ruptura del sistema nacional de relaciones laborales y por el otro, la pérdida de presencia de los sindicatos en el sistema político. El primero afectó el rol tradicional del sindicalismo como interlocutor del gobierno y los empresarios. En cuanto al segundo cambio, la consolidación del sistema de partidos y el cambio de perfil programático del Partido Justicialista fueron despojando al sindicalismo de su carácter de “columna vertebral” del peronismo, esto es, su desplazamiento en el que históricamente poseían de rol político-partidario. Ambos implican transformaciones profundas en el modelo sindical vigente desde 1945.Siguiendo al autor Etchemendy, queda en claro que el Sindicalismo peronista en nuestro país fue parte de la transformación neoliberal implantada por Menem a partir del año 1989. “(…) Los sindicatos formaron parte del proceso de diseño y formulación de la nueva legislación laboral, y presionaron para atenuar sus consecuencias sobre el poder organizacional del movimiento sindical. La reforma laboral avanzó, pero sólo en aquellas áreas de legislación donde el poder de los sindicatos como organización era menos afectado.La CGT respaldó el resultado mientras la clase empresaria lo rechazaba.Con esto queda evidenciado que a partir de las reformas que se comenzaron a aplicar a comienzos de la década del noventa, la relación iba a tener un vuelco profundo. Es por ello que, a continuación, me centraré en mencionar dichas reformas para luego explicar los cambios de relación entre el Presidente Carlos Menem con las Organizaciones Sindicales.
Al momento de la asunción presidencial de Carlos Saúl Menem en 1989, se produjo un vuelco de 180 grados a la hora de implementar políticas públicas. A pesar de prometer en la campaña electoral llevar a cabo la “Revolución Productiva” y el “Salariazo”, una vez asumido no las cumplíó y comenzó a implementar políticas de corte neoliberal, medidas claramente anti-obreras.
A largo plazo, notamos que la implementación de las políticas neoliberales de apertura económica, privatizaciones y flexibilización laboral, trajeron aparejadas un incremento del desempleo y la precariedad laboral que mermó los ingresos materiales y sustanciales del sindicalismo.
Es por esto, que a pesar de implementar este tipo demedidas, que le permitieron a los grandes grupos económicos consolidar y aumentar su poderío, Menem se vio respaldado por los gremios y los sectores más perjudicados. Es por esto que arribamos a la pregunta de ¿Cómo es posible que aplicando las medidas que aplicó los gremios lo apoyaron? La respuesta no fue fácil de rastrear o indicar, pero puedo llegar a visualizar que Menem utilizó “acuerdos extra – institucionales” para poder contar con el visto bueno de los gremios, para de esta manera, poder ejecutar las reformas estructurales, tanto en el plano político, como en el económico y social.
Dichos acuerdos se focalizaron en el plano de pagos, “incentivos selectivos”, a cambio del voto favorable de los diputados y senadores allegados al sindicalismo.
Se les otorgó beneficios, no solo en listas para cargos legislativos, cargos en el Poder Ejecutivo, sino que también se les permitíó forjar un poder económico y político, bajo el manejo y el aumento de capital por parte de la participación en las empresas, antes públicas. Esta fue la forma de acallar a un sector tan combativo.