Proclamación de la Segunda República Española y sus Reformas (1931-1936)

De la Monarquía a la Segunda República (1930-1931)

Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restaurar el orden constitucional con un gobierno provisional. Sin embargo, el 17 de agosto de 1930, las fuerzas republicanas se unieron en el Pacto de San Sebastián con el objetivo de derrocar a Dámaso Berenguer y al régimen monárquico.

El comité revolucionario, que había acordado la insurrección para imponer la República, fracasó en la sublevación de Jaca el 12 de diciembre de 1930. Ante estas dificultades, Berenguer dimitió y Alfonso XIII encargó la formación de un nuevo gobierno al almirante Aznar.

Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, que se saldaron con una mayoría republicana-socialista. Estos resultados evidenciaron el rechazo al monarca y el deseo de un cambio político. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República y Alfonso XIII abandonó España.

Primer Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

El comité revolucionario formó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora, integrado por todos los partidos favorables a la República. Este gobierno llevó a cabo reformas iniciales y convocó elecciones a Cortes Constituyentes, que dieron una nueva victoria a la coalición republicana-socialista.

Las Cortes elaboraron la Constitución de 1931, que establecía:

  • División de poderes.
  • Separación Iglesia-Estado.
  • Soberanía popular.
  • Sufragio universal femenino (por primera vez en España).
  • Amplia declaración de derechos, incluyendo el matrimonio civil y el divorcio.

Fueron elegidas tres mujeres diputadas, entre ellas Clara Campoamor, destacada defensora del sufragio femenino. La Constitución, de marcado carácter laico y anticlerical, no logró el consenso de todos los sectores políticos.

Las Reformas del Bienio Progresista (1931-1933)

Reforma Militar

Manuel Azaña, como Ministro de la Guerra, intentó reducir el número de oficiales mediante el Decreto de Retiros. Los oficiales debían elegir entre la jubilación con el sueldo íntegro o la permanencia en el ejército. Un gran número se retiró, mostrando su desacuerdo con el régimen. Se cerró la Academia Militar General de Zaragoza, cuyo director era Francisco Franco. Se pretendía modernizar la preparación del ejército y se derogó la Ley de Jurisdicciones.

La Cuestión Religiosa

España contaba con 110.000 religiosos y la Iglesia ejercía un fuerte control ideológico sobre la sociedad. El gobierno republicano adoptó medidas para establecer la libertad religiosa y la separación Iglesia-Estado, incluyendo la prohibición a las órdenes religiosas de impartir enseñanza no religiosa, y la legalización del divorcio, el matrimonio civil y el entierro civil.

Estas medidas generaron tensiones. El 10 de mayo de 1931, un mitin monárquico provocó una reacción popular, con la quema de conventos y ataques a periódicos como ABC. La cuestión religiosa se convirtió en una de las principales causas de enfrentamiento entre el gobierno y la oposición.

Reforma de la Enseñanza

El gobierno republicano impulsó una reforma educativa basada en los principios de un Estado laico y una enseñanza laica. Se crearon 5.000 escuelas por año, con el protagonismo de la Institución Libre de Enseñanza. Se ensalzaron el método y los valores, y se buscó abrir la cultura al pueblo.

Reforma Agraria

La reforma agraria era un objetivo prioritario para abordar la tensión social en las zonas latifundistas, causada por la falta de tierra, los salarios míseros y el paro estacional. El gobierno republicano buscaba convencer a la burguesía rural de que cediera parte de sus tierras a cambio de estabilidad social, y a los campesinos de que aceptaran la reforma agraria en lugar de la revolución.

Las primeras medidas incluyeron la contratación obligatoria de jornaleros del municipio, la obligación de labrar la tierra, y la jornada de 8 horas. Se expropiaron sin indemnización las tierras de los grandes de España cómplices de la sublevación de Sanjurjo, y con indemnización las tierras mal cultivadas, las arrendadas sistemáticamente y las que no hubiesen sido puestas en regadío en zonas regables. La reforma se centró en Andalucía, La Mancha y Extremadura, pero su lentitud exasperó al campesinado y provocó una fuerte represión ante la agitación campesina.

Reforma Laboral

Largo Caballero impulsó una reforma laboral que incluía la contratación de jornaleros del municipio, la jornada de 8 horas, el derecho a la huelga y los convenios colectivos. Sin embargo, estas medidas aumentaron la conflictividad laboral y el número de huelgas.

El Bienio Radical-Cedista (1933-1936)

Las reformas del primer bienio provocaron la oposición de los grandes propietarios agrarios, la Iglesia, el ejército y sectores de las clases altas y medias. En 1932, se produjo un fallido golpe de Estado liderado por el general Sanjurjo. La izquierda, representada por obreros y campesinos, también se unió a la oposición debido a la lentitud de las reformas. La FAI y la CNT apostaron por la insurrección armada, protagonizando levantamientos como los de Casas Viejas y Arnedo, que fueron duramente reprimidos.

La crisis del gobierno llevó a la dimisión de Azaña, la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones generales. La izquierda se presentó dividida, mientras que las derechas se unieron en la CEDA, liderada por Gil Robles. Estas elecciones, en las que votó por primera vez la mujer, dieron la victoria a la derecha. Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, se convirtió en presidente del gobierno.

El Bienio Radical-Cedista se caracterizó por la participación de la CEDA en el gobierno y el temor a la propagación del fascismo. En octubre de 1934, se produjo una huelga general y una revolución socialista, que fueron reprimidas con fusilamientos, torturas y largas condenas. Se suspendió el Estatuto catalán y la Ley de Arrendamientos, y se llevó a cabo una contrarreforma agraria. La Guardia Civil intensificó la represión y se limitó la autonomía de los ayuntamientos. La política se radicalizó en ambos bandos.

El Frente Popular (febrero-julio 1936)

Zamora disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones. La izquierda se unió en el Frente Popular, mientras que la derecha y el centro acudieron divididos. El Frente Popular ganó las elecciones y Manuel Azaña se convirtió en presidente de la República, con Casares Quiroga como jefe de gobierno.

El nuevo gobierno retomó las reformas del primer bienio, lo que generó protestas tanto de los conservadores como de la izquierda, que exigía reformas más rápidas. En febrero de 1936, se inició una conspiración militar dirigida por el general Mola y apoyada por las fuerzas más derechistas. El gobierno republicano intentó desarticular la trama trasladando a los sospechosos lejos de Madrid. En marzo, varios generales se reunieron en Madrid y acordaron el alzamiento.

El clima de tensión culminó con los asesinatos de José Castillo y José Calvo Sotelo, que aceleraron el golpe militar y dieron inicio a la Guerra Civil Española.

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