Los Felices Años 20 en EE.UU.: Auge y Caída
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
EE.UU. salió muy beneficiado de la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, la venta de alimentos, armas y productos industriales a los aliados facilitó que el país acumulase la mitad de las reservas mundiales de oro y que el dólar se convirtiese en una sólida moneda de cambio. Al terminar la guerra, EE.UU. se había convertido en la primera potencia económica mundial. Su producción agrícola era muy elevada y la industrial representaba un alto porcentaje de la producción mundial. Su mayor competitividad abrió los mercados internacionales a sus productos e invadieron los mercados mundiales. Muchos países europeos estaban en deuda con EE.UU. por los préstamos de guerra, lo que hizo empobrecer a países europeos con una producción agrícola e industrial en retroceso.
La Prosperidad Americana
El crecimiento americano se prolongó durante los 10 años que siguieron al fin de la guerra, que fue la década de la prosperidad y de la consolidación de un modo de vida americano basado en un gran consumismo. EE.UU. se convirtió en un gran paraíso.
Aumento del Consumo y Crecimiento Bursátil
La expansión de EE.UU. se basó en una profunda transformación en el proceso de producción de bienes, dominado por la innovación técnica. Por un lado, el taylorismo y el fordismo contribuyeron a incrementar la productividad y a reducir los costes. Por otro lado, el aumento del salario obrero, las campañas publicitarias… abrieron camino a la era del consumo de masas. La prosperidad se reflejó en un gran auge de la Bolsa. Los buenos resultados empresariales hicieron aumentar la demanda de acciones, cuyo valor subía constantemente. Se generó una gran burbuja especulativa, es decir, un aumento del valor de las acciones como resultado de la creciente demanda y no del aumento de los beneficios de las industrias. Hubo una locura inversora en la que muchos compradores solicitaron préstamos para comprar acciones.
La Crisis de la Superproducción
La prosperidad no dio beneficios a todos por igual y una serie de factores preludiaron la crisis que se avecinaba. Los campesinos fueron los primeros perjudicados, ya que durante la Primera Guerra se habían endeudado para adquirir nuevas tierras y máquinas. Acabado el conflicto, las exportaciones disminuyeron y el mercado americano no podía absorber toda la producción. Ante el aumento de oferta, los stocks se acumularon, los precios bajaron considerablemente y los campesinos no pudieron devolver sus préstamos. Esto hizo que muchos emigraran a ciudades donde la falta de trabajo los hundió en la marginalidad. En la industria ocurrió algo similar. La producción creció de una manera que el mercado y las fábricas producían más de lo que vendían; por este suceso se acumularon muchos stocks y bajaron los precios, lo que llevó a muchas empresas a la quiebra.
El Crack del 29 y el New Deal
Del Crack Bursátil a la Gran Depresión
Muchos accionistas eran conscientes de que la cotización de las acciones era muy superior a su valor real y de que no seguirían subiendo indefinidamente. La desconfianza cundió entre los inversores y el 24 de octubre de 1929 una gran oleada vendedora afectó a la Bolsa de Nueva York. De repente, todo el mundo quería vender sus acciones y nadie deseaba comprarlas. La gran oferta hizo que su valor cayera en picado, desencadenando el crack bursátil de 1929. Muchos inversores se arruinaron y el pánico se extendió entre los ciudadanos, que acudieron a los bancos para retirar su dinero, lo que provocó que los bancos cerraran por falta de fondos, ya que tampoco pudieron cobrar los préstamos que dieron a particulares y empresas arruinadas. Este crack dio en quiebra a muchos bancos. En pocos años esta crisis se propagó por gran parte de la industria, el comercio y la agricultura, provocando una Gran Depresión. Ante el convencimiento de que se avecinaban tiempos difíciles, el consumo disminuyó. El número de parados aumentó a 12 o 13 millones y muchas familias cayeron en la miseria. Desde EE.UU. la crisis se extendió al resto del mundo, ya que los bancos estadounidenses retiraron los capitales depositados en los bancos europeos.
La Lucha Contra la Crisis: El New Deal
En 1932, uno de los peores años de la Gran Depresión, ganó las elecciones un demócrata, Franklin D. Roosevelt, que proponía un nuevo programa para favorecer la recuperación económica y sacar al país de la crisis, llamado New Deal, que defendía la intervención del Estado para reactivar la economía.
Las Reformas Económicas y Sociales
Para frenar la caída de los precios y relanzar la actividad de las empresas, el New Deal propuso una serie de medidas económicas:
- Ayudas a las empresas en dificultades.
- Creación de empresas públicas en los sectores donde no había inversión privada.
- Destrucción de los stocks agrícolas acumulados.
- El Estado estableció control sobre los bancos, obligándolos a facilitar préstamos con bajos intereses.
Estas reformas fueron acompañadas de un conjunto de reformas sociales. Para luchar contra el paro, el Estado impulsó la realización de un gran plan de obras públicas. Para aumentar la propiedad adquisitiva de los trabajadores, se creó una política de apoyo con los precios agrícolas y el aumento de los salarios, reduciendo la jornada laboral a 40 horas semanales. Todas estas medidas provocaron un relanzamiento de la economía estadounidense y un descenso importante de los parados. A pesar de algunas mejorías, la crisis no se superó hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.