LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
CAUSAS DE LA GUERRA CIVIL
En el estallido de la Guerra Civil podemos distinguir dos tipos de causas: las remotas, anteriores a la década de 1930, y las próximas, que surgieron durante el periodo republicano. Entre las causas remotas destacan:
La actitud y la mentalidad del Ejército se manifestaron a través de la práctica del pronunciamiento y del golpismo. Durante el siglo XIX estos pronunciamientos en general tuvieron un carácter liberal, pero ya desde el final de la Primera República y sobre todo, desde la crisis de 1898, una parte del Ejército cambió de mentalidad, evolucionando hacia posiciones más conservadoras o incluso reaccionarias, especialmente en lo relacionado con el movimiento obrero y el nacionalismo. El sector sublevado justificó su golpe por la necesidad de evitar el separatismo y el comunismo.
La escasa modernización del país que dificultó un avance global de la sociedadLos desequilibrios sociales, económicos y regionales, con un sistema socio
económico quehabía producido durante siglos, un desigual reparto de la riqueza y con aspiraciones nacionalistas muy arraigadas en Cataluña, Galicia y País Vasco frente al tradicional centralismo del estado liberal
.La influencia de las ideologías dominantes en el contexto europeo
:
El comunismo, por un lado, y, por otro, el nazismo y el fascismo, constituyen un agravante de la situación. La Revolución Soviética de 1917 generó la esperanza dentro del movimiento obrero español que en algunos sectores se radicalizó y aspiraba a una auténtica revolución.Entre las causas próximas podemos citar:
La crisis económica y social que se produjo a nivel internacional en la década de 1930 y que provocó el empeoramiento de las condiciones de vida de gran parte de la población.
La creciente polarización social entre la izquierda y la derecha, que se traduce cada vez más en violencia callejera protagonizada por los más radicales. Falange fue el grupo que recurrió de manera más decisiva a este tipo de violencia.
El temor de los sectores conservadores al proceso democrático (Iglesia, terratenientes, financieros…)
que les hacia temer por sus intereses.
La conspiración militar que se había iniciado desde la misma victoria del Frente Popular. Mola llevo a cabo negociaciones estrechas, con los carlistas, los tradicionalistas y los falangistas.
Los asesinatos del teniente Castillo y de Calvo Sotelo
.
Los militares conspiradores decidieron tras este lamentable hecho realizar de forma inmediata la sublevación.
El fracaso del golpe militar que terminó convirtiéndose en guerra civil. El golpe militar no consiguió triunfar en las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao) y buena parte del ejército y las fuerzas de orden (Guardia Civil y de Asalto) permanecieron fieles a la República. Buena parte de la sociedad española optó por defender la República con las armas. Desde el momento en que el golpe ni triunfó en toda la península ni tampoco fue sofocado el enfrentamiento fue imparable y llevará a una cruel guerra que durará desde 1936 hasta 1939.
LA SIGNIFICACIÓN DEL CONFLICTO
Gran parte de la opinión internacional creyó que en España se daba una lucha entre fascismo y democracia liberal.
Incluso creyeron que el conflicto era entre fascismo, democracia y comunismo. Se creyó que España era un ”microcosmos” donde ya se estaba produciendo ese enfrentamiento armado que muchos temían a escala mundial.
Pero esta imagen que se tenía a nivel internacional debe ser muy matizada. La Guerra Civil fue más bien el enfrentamiento entre los viejos grupos dominantes, cuyo instrumento fue el ejército, y los grupos emergentes obreros y burgueses que querían establecer un sistema político democrático y un orden social progresista. La Guerra Civil fue, en lo esencial, un enfrentamiento propiamente español.
El alzamiento de las derechas con el ejército y con el apoyo de la Iglesia significaba que las reformas que intentaron llevar a cabo la burguesía republicana y el movimiento obrero socialista organizado encontraron una resistencia tan firme, que llevó a la insurrección armada. Esas reformas eran necesarias para la modernización de la sociedad española, pero la forma de llevarlas a término, hizo creer a las clases privilegiadas que se avecinaba una revolución y optaron por el abandono de la vía legal y parlamentaria decantándose por el golpe de Estado.
DIMENSIÓN INTERNACIONAL
Contexto internacional
La “Guerra de España “, fue el acontecimiento que más apasiono y dividió a los Estados, los gobernantes, los medios de comunicación, la opinión pública y los intelectuales en el primer tercio del siglo XX.
La opinión progresista mundial estuvo a favor de la República. En Francia, la opinión mayoritaria era favorable a la República, pero los gobernantes fueron excesivamente prudentes y algunos de ellos enemigos de toda ayuda a la República. En Gran Bretaña el gobierno conservador, veía en el alzamiento de Franco un buen freno a la expansión del comunismo. Los partidos obreros de todo el mundo y, a su cabeza la URSS, se manifestaron decididamente a favor de la República.
La política de contención de Hitler y Mussolini mediante cesiones no daba el resultado previsto y muchos presagiaban una próxima guerra en Europa. Algunos países pensaron que si intervenían ayudando a la República, la guerra podría internacionalizarse.
Francia y Gran Bretaña impulsaron el Comité de No-Intervención para vigilar que los bandos españoles no recibiesen ayuda internacional, pero este comité fue totalmente ineficaz en su cometido.
La política de no- intervención fue una inmensa injusticia para la República y una de las causas de su derrota.
Las ayudas extranjeras
Los sublevados fueron los más favorecidos por el apoyo extranjero. La ayuda italiana y alemana en armas (aviones, carros de combate, artillería, fusiles, municiones) fue la más importante tanto numérica como tácticamente. Alemania envió una unidad de aviación, la Legión Cóndor, y se sirvió de la guerra de España para probar algunas de sus nuevas armas. Cobró su ayuda con la entrega de minerales y otros productos estratégicos. La ayuda italiana consistió en el envío de una gran unidad, el Corpo di Truppe Volontarie, aunque también tuvo importancia la armamentística. Combatieron también voluntarios portugueses e irlandeses.
La República financió la ayuda exterior con las reservas de oro del Banco de España, enviadas en su mayor parte a La Unión Soviética en octubre de 1936. La Unión Soviética proporcionó cuadros técnicos, víveres y armamento.
En las filas republicanas combatieron también las Brigadas
Internacionales, voluntarios extranjeros reclutados por la Internacional Comunista. Se caracterizaron por su disciplina e intervinieron en casi todas las batallas importantes de la guerra.
DIMENSIÓN INTERNACIONAL
Contexto internacional
La “Guerra de España “, fue el acontecimiento que más apasiono y dividió a los Estados, los gobernantes, los medios de comunicación, la opinión pública y los intelectuales en el primer tercio del siglo XX.
La opinión progresista mundial estuvo a favor de la República. En Francia, la opinión mayoritaria era favorable a la República, pero los gobernantes fueron excesivamente prudentes y algunos de ellos enemigos de toda ayuda a la República. En Gran Bretaña el gobierno conservador, veía en el alzamiento de Franco un buen freno a la expansión del comunismo. Los partidos obreros de todo el mundo y, a su cabeza la URSS, se manifestaron decididamente a favor de la República.
La política de contención de Hitler y Mussolini mediante cesiones no daba el resultado previsto y muchos presagiaban una próxima guerra en Europa. Algunos países pensaron que si intervenían ayudando a la República, la guerra podría internacionalizarse.
Francia y Gran Bretaña impulsaron el Comité de No-Intervención para vigilar que los bandos españoles no recibiesen ayuda internacional, pero este comité fue totalmente ineficaz en su cometido.
La política de no- intervención fue una inmensa injusticia para la República y una de las causas de su derrota.
Las ayudas extranjeras
Los sublevados fueron los más favorecidos por el apoyo extranjero. La ayuda italiana y alemana en armas (aviones, carros de combate, artillería, fusiles, municiones) fue la más importante tanto numérica como tácticamente. Alemania envió una unidad de aviación, la Legión Cóndor, y se sirvió de la guerra de España para probar algunas de sus nuevas armas. Cobró su ayuda con la entrega de minerales y otros productos estratégicos. La ayuda italiana consistió en el envío de una gran unidad, el Corpo di Truppe Volontarie, aunque también tuvo importancia la armamentística. Combatieron también voluntarios portugueses e irlandeses.La República financió la ayuda exterior con las reservas de oro del Banco de España, enviadas en su mayor parte a La Unión Soviética en octubre de 1936. La Unión Soviética proporcionó cuadros técnicos, víveres y armamento.
En las filas republicanas combatieron también las Brigadas
Internacionales, voluntarios extranjeros reclutados por la Internacional Comunista. Se caracterizaron por su disciplina e intervinieron en casi todas las batallas importantes de la guerra.
FASES DEL CONFLICTO Primera Fase 1936-1937
Aspectos militares
La idea de los llamados nacionales era tomar Madrid lo más rápidamente posible. Franco pretendía enlazar viniendo del sur, con Mola que venía del norte. La primera operación importante fue el paso de las tropas africanas al sur de la Península. Se logró gracias a la ayuda de aviones alemanes e italianos y también a los barcos italianos. Franco unió las tropas africanas a las de Queipo de Llano y tomarán Huelva, el valle del Guadalquivir y un pasillo hasta Granada. Posteriormente Franco se dirigió a Badajoz donde los republicanos intentaron una dura resistencia, pero al final será tomada y se efectuará una dura represión.
Una vez tomada Badajoz, la idea era ir hasta Madrid pero antes de llegar a la capital, Franco se desvió para liberar a los sitiados en el Alcázar de Toledo. La toma de Toledo decidió a la URSS a ayudar a la república con técnicos y armamento y al gobierno republicano a marchar a Valencia. En el norte Mola sigue sus avances y consigue tomar Irún y San Sebastián aislando la zona norte de la frontera con Francia. En cuanto a tomar Madrid, Mola lo intentó desde el norte pero no lo logrará, Franco por su sector oeste (casa de campo), pero la dura resistencia republicana organizada por José Miaja a la que se unen las Brigadas Internacionales y las tropas dirigidas por Durruti impidieron que Franco pasara de la Zona Universitaria pese a los bombardeos de la aviación italiana y alemana.
Las columnas republicanas consiguieron avanzar desde Madrid a Guadalajara y Alcalá de Henares. Otras columnas partieron de Cataluña hacia Aragón y al llegar a Huesca se dividieron hacia las distintas capitales aragonesas. Estas tropas dirigidas por Durruti, aunque con éxitos iniciales no consiguieron tomar las capitales. La expedición a Baleares también fracasó.
Evolución política y social
Zona republicana
En el territorio que permaneció fiel a la República se extendió una revolución de carácter colectivista, que proponía cambiar el sistema de propiedad y destruir el poder del Estado. Este proceso revolucionario fue llevado adelante, sobre todo, por el anarcosindicalismo, con su central sindical CNT y sus grupos de activistas de la FAI. La secundó, en parte, la UGT, que participó en muchas colectivizaciones de tierras y de industrias. Pero tanto el PCE como el PSOE se mantuvieron fuera de esta acción y, posteriormente, se pondrían claramente en contra
Pero tanto el PCE como el PSOE se mantuvieron fuera de esta acción y, posteriormente, se pondrían claramente en contra.
La revolución popular social y política tuvo especial fuerza en Cataluña y se extendió por parte de Aragón, Valencia, Asturias, La Mancha y Andalucía oriental. El elemento más significativo de la revolución fue el colectivismo. La propiedad industrial y agraria se pretendió convertir en propiedad colectiva.
En cuanto al poder del Estado, en el verano de 1936 sufrió un desplome casi total, residiendo el poder en los Comités, Juntas y Consejos. En Cataluña el poder real quedó en manos del Comité de Milicias Antifascistas hasta que en septiembre se creó un nuevo gobierno de la Generalitat que tratará de afianzar su autoridad. En Aragón el poder lo controlaba el Consejo de Aragón y en Asturias el Consejo de Asturias.
El gobierno de Giral desbordado por la revolución popular y por el avance de los nacionales, da paso a principios de septiembre a un gobierno presidido por Largo Caballero, en el cual participan las fuerzas del Frente Popular, partidos catalanistas y vascos y más tarde los anarcosindicalistas (Federica Montseny).Su objetivo era recuperar la autoridad del Estado, ganar la guerra y encauzar las reformas revolucionarias.Otras medidas fueron: la creación del Ejército Regular Popular y se aprobó el Estatuto Vasco.
Durante los primeros meses de la guerra en la zona republicana se desencadenó el “terror rojo” que tuvo un carácter espontáneo y jamás estuvo alentado por el gobierno de la República. La represión se dirigió a frailes, curas, patronos, militares y políticos de significación derechista. Se produjo también el saqueo e incendio de iglesias y objetos de culto.
Zona sublevada
Cuando Sanjurjo se dirigía a la península para coordinar las operaciones políticas y militares su avión se estrelló y murió. Ante la muerte de Sanjurjo el 24 de julio, varios de los más importantes jefes militares constituyeron en Burgos la Junta de Defensa
Nacional que asumió todos los poderes del Estado. La presidió de forma honorífica Cabanellas y entre sus miembros estaban: Mola, Saliquet, Franco y Queipo de Llano.La Junta tomó entre otras medidas:
Declaración del estado de guerra.
Destitución de todas las autoridades republicanas.
Supresión de todas las organizaciones del Frente Popular.
Prohibición de actividades políticas.
Anulación de las reformas realizadas por la República. Al poco tiempo decidieron elegir entre sus miembros a la persona que coordinaría todas las actividades, para ello establecieron que ocuparía este cargo el militar que hubiera obtenido más éxitos.
Franco será el encargado a partir de este momento de dirigir la guerra y de establecer las bases del nuevo Estado. Para administrar el país se crea una Junta Técnica que es la encargada de ir aprobando las medidas legislativas.
La mayor parte de la jerarquía eclesiástica se puso al lado de los sublevados. La iglesia presentó la guerra como una cruzada frente al comunismo.
Desde el inicio de la guerra el bando sublevado practicó lo que se conoce con el nombre de terror blanco, en el que miles de personas fueron ejecutadas y encarceladas simplemente por pertenecer a partidos del Frete Popular o simpatizar con ideas republicanas. El terror blanco estuvo promovido y dirigido por el mismo Estado, siguiendo la consigna de Mola que quería propagar una atmósfera de terror con el fin de reducir lo antes posible al enemigo.
2ª Fase 1937-1938
Aspectos militares 1937-1938
De enero a marzo de 1937, Franco intentará tomar Madrid, por el noroeste, sur y noreste. Son, respectivamente, las batallas de la carretera de La Coruña, del río Jarama y Guadalajara, que constituyen un éxito defensivo para la República.
Franco, tras el fracaso de la campaña sobre Madrid, cambia de estrategia e inicia la ofensiva en el norte.
Mola que inicia la ofensiva del norte con efectivos italianos y aviación alemana, muere meses más tarde en accidente de aviación. La campaña será violenta y costosa, desplazándose los frentes de este a oeste: Vizcaya, Santander y Asturias. La superioridad aérea de los nacionales, con aviones alemanes (Legión Cóndor), y los bombardeos de población civil (Guernica y Durango) desmoralizaron a los republicanos. Bilbao fue tomada en junio.
La República, para aliviar la presión militar en el norte, desencadenó el ataque a Brunete y más tarde a Belchite, pero no consiguió evitar que las tropas de Franco entrasen primero en Santander y luego en Asturias.
Con el País Vasco dominado, los nacionales adquieren una sólida base industrial y recursos de carbón y hierro.
Al conocer que Franco prepara un nuevo ataque contra Madrid por Guadalajara, el ejército republicano, con el general Vicente Rojo al frente, intenta tomar la iniciativa desencadenando diversas ofensivas entre la que destaca la de Teruel; se inicia así una larga batalla desde diciembre de 1937 a febrero del 38.
Evolución política y social en la zona republicana
En 1937 cristalizan las discrepancias políticas entre las diversas fuerzas que apoyan a la república. El antagonismo toma forma entre los anarcosindicalistas, que desean implantar de inmediato sus medidas revolucionarias y los comunistas, partidarios de frenar las colectivizaciones libertarias porque producen desorganización y perjudican el esfuerzo prioritario de ganar la guerra.
Las desavenencias adquieren carácter armado en Barcelona en mayo de 1937, cuando el gobierno de la Generalitat, apoyado por comunistas y socialistas, intenta establecer su autoridad sobre el edificio de la Telefónica, controlado por la CNT y apoyados por el POUM. Los enfrentamientos armados duraron seis días y costaron 400 muertos y 1000 heridos. Como consecuencia de estos sucesos la CNT perdió influencia en Cataluña y se efectuó una dura represión contra el POUM que fue declarado ilegal y su dirigente Andréu Nin asesinadoLos sucesos de mayo provocan la caída del gobierno de Largo Caballero, deseada por los comunistas y se forma un nuevo gobierno presidido por el socialista Juan Negrín, sin participación anarcosindicalista y cuyo principal objetivo es ganar la guerra. El gobierno de Negrín tomó las siguientes medidas:
Supresión del
Consejo de Aragón.
Nombramiento de
Vicente Rojo como jefe del Estado Mayor.
Sustitución de los tribunales populares por otros formados sólo por magistrados.
Creación del
Servicio de Investigación Militar (SIM)
En el aspecto económico desciende la producción industrial, aumentan los precios más que los salarios, escasean las subsistencias y junto al mercado oficial, regulado por el racionamiento, surge el mercado negro.
En el plano internacional
Manuel Azaña envía emisarios a Gran Bretaña, proponiendo que la diplomacia inglesa lleve a cabo una política de mediación en el conflicto, previa suspensión de hostilidades por ambas partes, pero no consiguió el objetivo.
Zona sublevada
Franco dio un paso más en la consolidación de su poder, estableciendo en abril de 1937 un decreto de unificación por el que se creaba un partido, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, en la cual se integrarían todos los demás. El texto fue realizado bajo la influencia de Serrano Suñer, gran admirador de los sistemas fascistas. Se crearon distintos organismos como:
El Servicio Social de la Mujer.
El Sindicato
Universitario.
El Servicio
Nacional del Trigo. Una vez conquistada la zona del norte se suprimió la autonomía vasca y los obispos españoles secundaron una pastoral colectiva en la que calificaban la sublevación como una guerra religiosa, como una cruzada frente al ateismo y comunismo. En el aspecto internacional el nuevo estado mantiene relaciones diplomáticas con Gran Bretaña y el Vaticano.
Tercera Fase 1938-1939 Aspectos militares
Teruel
La ofensiva republicana en Teruel, fue favorable en principio al ejército republicano, que consiguió conquistar la capital con muy pocas bajas, pero Franco lanzó una contraofensiva de desgaste que transcurrió en unas durísimas condiciones climáticas, recuperando la capital en febrero del 38 Frente de Aragón
En marzo del 38, el ejército franquista lleva a cabo una gran ofensiva en el frente de Aragón, ocupando Lérida, desde la que llegarán a Vinaroz en menos de dos semanas. La zona republicana queda dividida geográficamente en dos. Valencia logra resistir.
La batalla del Ebro
En verano la iniciativa militar corresponde a los republicanos, el general Rojo lanza una ofensiva en el Ebro a la altura de Gandesa. Será una de las batallas más sangrientas, durará tres meses y las ropas republicanas a pesar de la situación internacional y a la escasez de armamento (la frontera con Francia estaba cerrada), resistirán hasta octubre. La batalla del Ebro acabó por decidir la guerra.
Cataluña
Tras la batalla del Ebro, Franco decide emprender la ofensiva sobre Cataluña. El día 26 de enero entraba en Barcelona sin lucha. La caída de Gerona significó la huida hacia Francia de millares de refugiados, entre ellos el gobierno republicano, instalado en Barcelona desde octubre de 1937, y del presidente de la República. A mediados de febrero, la ocupación de Cataluña es completa.
Perdida Cataluña, el
Estado republicano se desmorona en luchas internas. Franco no comienza ninguna nueva ofensiva, espera que la República se hunda por sí sola.
El coronel Casado y el socialista
Julián Besteiro iniciaron las conversaciones para negociar el final de la guerra. Querían que se dieran facilidades para la evacuación y que no hubiera represalias indiscriminadas pero Franco exigió la rendición sin condiciones.
Madrid se entrega el 28 de marzo y el 1 de abril Franco firma su último parte de guerra.
Evolución política y social
Zona sublevada A principio de 1938 se establece un régimen de carácter autoritario y personal y Franco concentra en sus manos la Jefatura del Estado y la presidencia del gobierno. Franco nombra su primer gobierno y se promulga el Fuero del Trabajo, que sentó las bases de la organización corporativa del Estado. La huelga y las reivindicaciones colectivas fueron consideradas actos subversivos. Un conjunto de leyes favorables a la Iglesia acabaron con el intento de secularización emprendido por la República y la Ley de Responsabilidades Políticas declaraba “rebeldes” a todos cuantos se hubieran opuesto al Movimiento y apoyado, por acción u omisión a la “sublevación roja”. La ley ordenaba la constitución de tribunales integrados por militares, falangistas y juristas, que serían los encargados de la durísima represión que marcó la posguerra.
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
Se considera que hubo entre 500.000 y 600.000 muertos, aproximadamente 500.000 exiliados y una dura represión hacia los perdedores. Entre los exiliados se encontraban una gran cantidad de científicos, ingenieros, escritores y artistas. Las consecuencias de la ausencia de esa élite cultural y científica fueron muy graves, retrasando durante varias décadas el desarrollo de España.
La guerra dejó marcadas a varias generaciones por el trauma del sufrimiento durante los tres años de conflicto, pero también por la represión posterior y la atmósfera de la España posbélica, un clima de revancha, de persecución y de imposición de una escala de valores unilateral, la de los vencedores, que prolongó durante muchos años la división y el enfrentamiento entre los españoles.
Pobreza económica, casi auténtica miseria que no se superaría hasta los años 50 prevaleciendo durante mucho tiempo una estructura agraria muy anticuada y sin apenas cambios técnicos.
Tras la guerra se inició una larga y dura dictadura que no terminará hasta la muerte de Franco en 1975.