2.La quiebra de la democracia. El fascismo
2.1Principales rasgos del fascismo
El fascismo, surgido en Italia después de la I G.M fue junto con el nazismo alemán, la mas destacada ideología antiparlamentaria del periodo de entreguerras. Este periodo tuvo en Europa 3 grandes manifestaciones políticas: la crisis de la democracia, el auge de los fascismos y la consolidación de la Revolución Soviética. Las dos primeras están directamente relacionadas, ya que la decadencia de las democracias fue paralela a la expansión del fascismo y de las dictaduras. El termino fascismo tuvo su origen en la organización política creada por Mussolini en 1919( Fasci Italiani di Combattimento).
Durante los años treinta, el fascismo se convirtió en un factor fundamental en el panorama político europeo.
Principios doctrinales básicos que caracterizan el fascismo:
El nacionalismo radical encarna un nacionalismo de pueblos vencidos en una contienda o defraudados por no haber logrado lo que consideran un derecho. El fascismo se apoyo en la frustración provocada por no conseguir en el desenlace de la Gran Guerra lo que ellos esperaban. De este nacionalismo radical se pasa con facilidad al imperialismo.
El fascismo es antiparlamentario y antiliberal. Acusaba a los sistemas democráticos de promover la división entre los ciudadanos.
El fascismo desconfía de la razón y de la intelectualidad.
El fascismo defiende el liderazgo absoluto.
2.2 Italia tras la Gran Guerra
Italia salíó defraudada de la Gran Guerra. Sus esperanzas de expansión territorial no fueron satisfechas. Gran parte de la población pensaba que no habían recibido la recompensa merecida.
A esta crisis moral se uníó una grave situación política, económica y social.
Que provoco las criticas al sistema democrático. Los sucesivos gobiernos se mostraron incapaces de solucionar las dificultades que afectaban al país. La situación económica era negativa.
Benito Mussolini, antiguo socialista y defensor de la intervención italiana en la Gran Guerra, creo en 1919 los Fasci Italiani di Combattimento. Sus primeras manifestaciones ideológicas eran una mezcla de progresismo social, expansionismo territorial y militarismo.
El ejemplo de la Revolución Rusa, esgrimido por el movimiento obrero, atemorizo a las clases medias y altas. Los patronos, la clase media e, incluso, el Gobierno vieron en los escuadristas un instrumento para frenar el movimiento obrero y restaurar el orden público. En 1921, los fascios se convirtieron en el partido Nacional Fascista, con un programa político extremista, que contó, de inmediato, con la financiación de la patronal y el apoyo político de las clases medias.
2.3 Mussolini accede al poder
La creciente fuerza del partido fascista y de los evidentes apoyos de los grupos sociales poderosos impulsaron a Mussolini al asalto del poder, que llevo a cabo mediante la Marcha sobre Roma en Octubre de 1022. Las excusas esgrimidas fueron la acusación de la incapacidad del Gobierno para asegurar el orden y la necesidad de regenerar la política Italiana. El gobierno intento oponerse pero fue desautorizado por el rey Víctor Manuel III. El gobierno dimito y el monarca nombró a Mussolini primer ministro. Mussolini contó con el apoyo de la Corona y del Ejército.
Hasta 1924, Mussolini matuvo, la legalidad democrática, mientras transformaba lentamente el Estado democrático en una dictadura. Al frente de un gabinete fascista-conservador, logro plenos poderes del Parlamento.
Mussolini construyo la estructura del Estado fascista, al que definíó como Estado totalitario y pretendía ser una tercera vía entre el liberalismo y el marxismo.
Las organizaciones fascistas se convirtieron en organismos estatales y controlaron toda la Administración, de la que fueron alejados militantes o simpatizantes de otros partidos. El partido y el Estado se confundían y una intensa propaganda, junto con el control de la educación, se encargaban de introducir los ideales fascistas en la juventud. Nuevas instituciones encuadraban a la mayor parte de los ciudadanos en organizaciones juveniles. Los discrepantes con el fascismo padecieron a la persecución de la policía política o de tribunales especiales y acabaron en prisión, confinados en regiones remotas o en el exilio.
2.4 La obra del fascismo
El fascismo busco la aceptación social por medio de medidas de ascenso popular. Mussolini pretendía legitimarse ante el pueblo italiano mediante una gestión eficaz que repercutiese en amplias mejoras económicas. En este sentido aplico una política de grandes obras, como una manifestación de la recuperada grandeza italiana: autopistas, grandes edificios, saneamiento de regiones insalubres, mejora de ferrocarriles etc. Además, fomentó la industria con medidas protectoras con la competencia exterior y con la autarquía.
En el terreno social el fascismo se definíó por el corporativismo, una doctrina te consenso entre patronos y trabajadores. El estado actuaba de arbitro en las disputas, como forma de superar los enfrentamientos entre ambas fuerzas sociales. En la practica, fue un instrumento que privó a la clase obrera de la acción sindical. No obstante, el régimen fascista introdujo algunas medidas sociales que le permitieron ganar popularidad entre los trabajadores, como la seguridad social, las vacaciones laborales y las organizaciones dedicadas a las actividades de ocio.
En los Tratados de Letrán se reconocía la soberanía del Papa en el nuevo Estado del Vaticano, se compensaba económicamente a la Iglesia por la perdida territorial y se le reconocía un papel destacado en la educación. Este acuerdo grajeó a Mussolini las simpatías de una gran parte de los católicos italianos.
A mediados de los años 30, la dictadura fascista estaba firmemente asentada, y la política internacional de Mussolini era aceptada por muchos países. Pero la tradicional debilidad economía de Italia no se súperó; detrás de las grandes obras y de tumultuosas manifestaciones de adhesión al régimen se ocultaba un país atrasado y de escaso desarrollo económico.