Reestructuración de la Industria
Al mismo tiempo que se implanta el feudalismo, se produce de forma paralela una recuperación de la vida urbana. De hecho, tras la crisis del feudalismo en los siglos XIII y XIV, se producen los cambios que dan origen al feudalismo tardío, desarrollado o centralizado caracterizado por el absolutismo monárquico y el mercantilismo, al mismo tiempo que el crecimiento urbano toma un nuevo impulso. En esta época se inicia la reestructuración industrial motivada por una población dependiente del mercado y demandante de bienes, la depresión agrícola de mediados de siglo XVII, la difusión de nuevas técnicas, el desarrollo colonial y las políticas públicas. La debilidad de la demanda impedía el desarrollo de las manufacturas, pero estos obstáculos se van eliminando progresivamente: aumento de población urbana, de la ganadería, de forrajes y plantas relacionadas con la industria y mayor número de campesinos pobres que combinaban el campo con la industria rural. También se produce un aumento del gasto público con la formación de los Estados, la aparición de nuevos cultivos y nuevos hábitos de consumo (relacionados con el descubrimiento de las nuevas sociedades) y el surgimiento de los servicios municipales. Hay que diferenciar necesariamente entre:
Industria urbana (gremial)
Industria rural:
en este ámbito, la industria era sobre todo doméstica, combinada con los trabajos del campo y trabajando para comerciantes urbanos.
Estos dos sistemas son las denominadas Old Drapperies. A mediados del siglo XVII, debido a la crisis demográfica, se reducen los precios de los cereales, con lo que se liberan las rentas para demandar productos manufacturados y más familias pasan a depender de mercados asalariados. Sumado a la difusión de nuevas técnicas, a la protección industrial de los gobiernos, a la expansión colonial, a los gastos militares y a las subvenciones a la industria, obtenemos dos nuevos sistemas de producción rural conocidos como New Drapperies: Kaufsystem: modelo en el que el campesino es dueño de los medios de producción y produce en su propia casa y lleva sus productos a vender. Verlagsystem: en este caso, había un comerciante que entregaba las materias primas y los medios de producción a los campesinos, para luego pagarles por el producto y llevarlo a las ferias a vender.
Comercio
El comercio también tiene gran importancia en la economía feudal, sobre todo en los mares Báltico y Mediterráneo, pero la presión del Imperio Otomano provoca una explosión a finales del siglo XV tras las navegaciones bordeando África y el descubrimiento de América. Comercio portugués: su modelo es monopolista. Bordeando África para llegar a Asia, van estableciendo puertos coloniales y factorías sin conquistar el territorio. Comercio español: una vez descubierto el nuevo continente, inicia una conquista, colonización y explotación de todo el territorio, motivando un fuerte impacto biológico, social y demográfico (con una gran merma de la población autóctona). Se importan y exportan nuevas especies y productos y se feudaliza el territorio mediante fórmulas como la Encomienda o la Mita. Este comercio, centrado en la explotación de la plata, sufrirá una crisis a partir del comienzo del siglo XVII. Comercio holandés: especializado en productos voluminosos a bajo coste, maximizando la capacidad de carga mediante un sistema de empresas fugaces y fragmentadas para cada transporte Reederijes. Al mismo tiempo, es uno de los primeros países en el que se establecen las New Drapperies por lo que comercia con manufacturas, diversifica productos y tiene bastante control sobre el comercio triangular. Comercio inglés: aplicación de las New Drapperies con un fuerte desarrollo del comercio textil, un fuerte proteccionismo y un gran nivel de comercio colonial en Asia (también holandeses y franceses) y por el Atlántico (actividad corsaria y conquista de territorio español y portugués). Estos modelos confluyen en un modelo comercial internacional, denominado Comercio triangular por el Atlántico caracterizado por: 1. Envío a África de manufacturas europeas. 2. Compra de esclavos negros a cambio de las manufacturas y venta de negros en Sudamérica a cambio de productos exóticos y plata. 3. Regreso a Holanda para realizar manufacturas con los productos de América, que serán vendidos de nuevo en África reiniciando el proceso.
Revolución Industrial en España
En la primera mitad del siglo XIX, se deja atrás el Antiguo Régimen y se lleva a cabo una transición liberal muy peculiar y prolongada. No hubo ninguna revolución social, sino que el proceso se llevó a cabo desde los estratos sociales más altos (aristocracia y burguesía) sin grandes cambios y permitiendo a estas clases mantener sus propiedades incluso después de las desamortizaciones. Se primó el desarrollo agrícola sin cambiar la estructura: los jornaleros no fueron sustituidos por máquinas, se mantuvieron las exportaciones tanto agrarias como minerales en bruto… La necesidad de reformas políticas, de hacienda, económicas… no se ve satisfecha con los pocos cambios realizados. La situación empezando el siglo XX era de atraso marcado por: papel dominante de la agricultura, renta per cápita por debajo de las potencias y modesto sector industrial. Entre las causas de esta situación están la falta de innovación, las desventajas orográficas y el desaprovechamiento colonial (sumado a la pérdida de las colonias a finales del siglo XIX).
Agricultura
En el siglo XIX no se lleva a cabo ninguna reforma agraria, sino solo un proceso de desamortizaciones pero con el objetivo principal de aliviar los problemas de la hacienda en lo referido a deuda e ingresos, y no para cambiar la estructura de la tierra. Las etapas de este proceso de desamortizaciones son: 1798: desamortización eclesiástica de Godoy. 1811-1813: desamortización de las Cortes de Cádiz sobre bienes de nobles, eclesiásticos y municipales. 1820-1823: desamortización durante el trienio liberal sobre las órdenes monásticas. 1836-1844: reforma eclesiástica de Mendizábal y Espartero (supresión del diezmo). 1854-1856: desamortización general de Madoz para la construcción del ferrocarril.
Población
No hay transición demográfica, por lo que se mantiene el Régimen Demográfico Antiguo. La natalidad es baja debido a un alto nivel de celibato y a una mayor edad para el matrimonio. También la mortalidad es alta sobre todo la infantil y por causa de varias enfermedades fruto de las malas condiciones de vida. Además, durante el siglo XIX el movimiento migratorio tanto interior como exterior es bajo con un pequeño cambio tras la Ley de Migración de 1853.
Papel del Estado
Importancia de la reforma tributaria de Mon y Santillán 1845 para tratar de paliar un problema principal; el déficit público. Trata de racionalizar los impuestos grabando la riqueza, con unos impuestos directos que gravan el producto pero no la riqueza (no ayudan al pueblo) e indirectos sobre algunos bienes de consumo. Predominan los impuestos indirectos y una gestión muy deficiente por la falta de personal, la recaudación por parte de los caciques, y mantenimiento del gasto y de la falta de ingresos. Esto lleva a realizar una emisión de deuda comprada por los poderosos que no invierten en innovación industrial al mismo tiempo que el volumen de ahorro es muy bajo y el capital escasos. Las grandes inversiones son de procedencia extranjera.
Sistema Financiero
Antes del 50 se abre el marco legal empezando por una financiación estatal y hasta la formación de las S.A. bancarias. Con las leyes progresistas de 1856 se crea el Banco de España que puede emitir moneda y es expande el sistema bancario con la creación de cajas de ahorro con dificultades ante la falta de ahorro.
Ferrocarril
El sistema de transportes nacional era muy deficiente, hecho que trata de paliar el ferrocarril con proyectos muy tempranos pero fracasados ante la falta de expectativas de mercado y las guerras carlistas. Con la Ley de 1844, intentando imitar el modelo francés de concesiones, se trata de darle un empuje pero el capital nacional no participa y el extranjero desconfía de proyecto. La Ley de 1856 permite que la empresa fije las tarifas e incluso las subvencione eliminando los aranceles a aquello productos necesarios para la construcción evitando un efecto arrastre. Se consigue captar el capital extranjero y trazar varias líneas. Otro problema radica en la estructura del trazado, con forma radial dejando varias zonas importantes mal comunicadas. Esto limita los efectos del nuevo transporte en el mercado interior sumado a las altas tarifas que aumentarán tras la crisis de 1866 por el control ferroviario de dos empresas fijando precios desorbitados. En la economía no hubo efecto de arrastre en la industria siderúrgica.
Energía y Materias Primas
También en lo que respecta al carbón, la industria está formada por pequeños empresarios con un escaso mercado interior. Con la Ley de 1868 se busca la ampliación al capital extranjero mediante concesiones. Lo extraído se exporta en bruto, lo que permite una importación de manufacturas, pero como el capital era extranjero, los beneficios también se los llevaban en el extranjero. La dotación de carbón es escasa y de mala calidad con dificultades en la extracción, altos costes de lavado y mala localización. Las leyes arancelarias buscarán su protección, hasta que con la ley de 1825 la Ley Minera permite la extracción por parte de cualquier compañía.
Industria
Despegue muy lento debido a la falta de innovaciones en I+D. Se encuentra sobre todo en Cataluña y casi únicamente dedicada al algodón, por lo que no se podría considerar a España como un país industrializado. Domina la industria de bienes de consumo, pero no la industria pesada. El algodón es el sector líder debido a su mejor y pronta mecanización (con gran importancia del capital regresado de las colonias), con una localización que ahora pasa del río a la costa, una reducción de costes y precio, aumento del consumo, mayor tamaño y concentración empresarial y aparición de las S.A. A pesar de esto sigue sin ser un sector competitivo y está muy protegido.
Sector Exterior
Se pierden las colonias americanas agravando el déficit solo equilibrado con las entradas de los envíos de los emigrantes. La situación del comercio exterior es la típica de una economía atrasada: exportaciones en agricultura materias primas e importaciones en productos industriales. A lo largo del siglo XIX se modifican las situaciones de los aranceles: en 1849 la situación es proteccionista, en 1869 se abren los aranceles manteniendo algunas prohibiciones y llegados a 1882 se firman tratados con varios países sobre determinadas mercancías hasta el giro proteccionista de los noventa.
La Gran Depresión
(1868 – 1896) Es el nombre que se le dio a la desaceleración del crecimiento económico por la confluencia de los sectores de la I y la II Revolución Industrial como hierro y acero. Esta situación se debe a un crisis de sobreproducción motivada por un exceso de la oferta debido a las grandes mejoras en la producción, con lo que caen los precios y, por tanto, los beneficios empresariales (incluidas las pérdidas) motivan decisiones reductoras de la producción o bajadas salariales (quiebras) que, a su vez, dan lugar a una reducción de la demanda, convirtiéndose así en un ciclo vicioso. El primer síntoma se manifiesta en 1873 en la Bolsa de Viena y su crisis financiera debido al fracaso de las inversiones de ferrocarril, financiado con deuda pública que arrastra a los inversores en el tesoro de imperio Austro-Húngaro. Esta primera crisis la sufren las industrias de la metalurgia del hierro.
Primera Guerra Mundial
Antes de 1914, la situación en Europa era de fuerte tensión, conocida como “paz armada” ante la creciente desconfianza entre Francia y Alemania por el imperio colonial alemán (y la poca porción de territorio que se llevaron los germanos) y los conflictos marítimos entre Gran Bretaña y Alemania. También Alemania mantenía fuertes tensiones con Austria-Hungría y Serbia (aliada con Rusia). Italia a lo largo de la guerra jugará en ambos bandos. Una vez acabada la guerra, las principales consecuencias derivadas del conflicto son: grandes pérdidas en población y capital, fuertes modificaciones territoriales, imposiciones económicas a Alemania, fortísima inflación, dificultades comerciales en los desajustes entre oferta y demanda, proteccionismo acentuado y grandes deudas como fruto de la economía de guerra. Todos estos problemas serán fuertes condicionantes para que los efectos del crac del 29 sea tan devastador.