Reformas Borbónicas e Ilustración en España: Carlos III y las Cortes de Cádiz

El Reformismo Borbónico: Carlos III

Las Nuevas Ideas Ilustradas

A la nueva corriente se le conoció como el Siglo de las Luces. La característica básica del pensamiento ilustrado es una ilimitada confianza en la razón y en el conocimiento como base de la felicidad. Por ello, eran firmes partidarios de la educación y del progreso. Los ilustrados criticaron la sociedad estamental. Con esto, negaron la transmisión hereditaria de cualquier virtud o privilegio y afirmaron la igualdad y el derecho a la libertad de todos.

  • Montesquieu: Planteó la separación de poderes.
  • Rousseau: Defendió el principio de soberanía popular.

La Ilustración Española

La introducción y difusión de las nuevas ideas ilustradas en España fue lenta y difícil. A mediados del siglo XVIII, surgió una generación de pensadores, entre ellos Jovellanos, que criticaban el modelo social de España. No formaban un grupo homogéneo, pero coincidían en el interés por la ciencia, el espíritu crítico y la idea de progreso. Hicieron de la educación un objeto prioritario. Los ilustrados se enfrentaron a las órdenes religiosas y privilegiados. Propusieron una educación obligatoria en los primeros niveles, común a ambos sexos, impregnada por los nuevos conocimientos y relacionada con el extranjero. En cuestión económica, señalaron el atraso del país debido a las tierras amortizadas.

El Despotismo Ilustrado: Carlos III

Accedió al poder gracias a la muerte de Fernando VI. Al inicio se mostró partidario de las nuevas ideas, iniciándose así el despotismo ilustrado. Tuvo que enfrentarse a los privilegiados por la oposición a su programa de reformas.

En 1766, ocurrió el Motín de Esquilache: una revuelta por el malestar de la población, la escasez y encarecimiento de los alimentos, el rechazo al poder de los cargos extranjeros y el descontento de los privilegiados, que veían cómo las reformas ilustradas reducían su poder e influencia.

Carlos contó con una serie de ministros y colaboradores responsables de los esfuerzos reformistas (Pedro Rodríguez, Conde de Floridablanca y Conde de Aranda, junto a estos Pablo de Olavide, Francisco Cabarrús y Gaspar Melchor de Jovellanos), que estudiaron, informaron y propusieron medidas modernizantes y de racionalización del Estado.

La Legislación Reformadora

Los ilustrados eran regalistas: defensores de la autoridad y las prerrogativas del rey frente a la Iglesia. La expulsión de los jesuitas en 1766, una orden religiosa de enorme poder, de directa obediencia al papado y probable provocadora de los motines de Esquilache, fue una muestra de ello.

  • Social: Se declararon honestas todas las profesiones.
  • Educación: Se inició una reforma de estudios universitarios y de las enseñanzas medias. Se fundaron las escuelas de artes y oficios, ligadas a conocimientos prácticos, y se impulsó la obligatoriedad de la educación primaria.
  • Económico: Se tomaron medidas para mejorar la economía:
    1. Limitación de los privilegios de la Mesta.
    2. Fomento de la libre circulación en el interior y liberalización del comercio colonial.
    3. Apoyo a la actividad industrial:
      • Liberalizando los procesos de fabricación.
      • Abandonando la gestión directa de las reales fábricas.
      • Estableciendo aranceles.
      • Firmando tratados comerciales para defenderse de la competencia exterior.
    4. Moderación en la política impositiva: con el objetivo de fomentar la producción y limitar el gasto público.

Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País para fomentar la agricultura y la industria, traducir y publicar libros extranjeros e impulsar la difusión de las ideas fisiocratas y liberales.

Los Límites del Reformismo Borbónico

El despotismo ilustrado de Carlos III tuvo un balance positivo. Se impulsaron reformas de tipo económico, se apoyaron propuestas y proyectos para el progreso de la instrucción pública y se mejoraron las carreteras. Se defendieron las prerrogativas del Estado frente a la Iglesia y se animó a los súbditos a desarrollar actividades productivas. Sin embargo, los intentos de reforma agraria implicaban trastocar profundamente el poder de los privilegiados. En el siglo XVIII, enfrentarse con la nobleza o menguar sus privilegios significaba destruir la base de desigualdad civil sobre la que se asentaba la propia monarquía absoluta. Reformar tenía como límite el poder del monarca y mantener el esqueleto del Antiguo Régimen.

Los Efectos del Reformismo: Per vivencias y Cambios

El Crecimiento Demográfico

En el siglo XVIII, se experimentó un crecimiento interrumpido de la población. A pesar del fin de las grandes pestes, la mortalidad siguió siendo elevada, pero la población creció y desaparecieron las hambrunas. Los monarcas y los déspotas ilustrados adoptaron políticas poblacionistas. Sin embargo, el crecimiento de la población española se mantuvo limitado por la persistencia de las crisis de subsistencias. La carestía de los alimentos provocaba periódicas hambrunas que reducían la población y consumían los excedentes generados en los años de buenas cosechas.

Las Tensiones del Sector Agrario

Las causas de las tensiones, debido al aumento de la población y a la baja oferta de alimentos, fueron:

  1. Desfavorables condiciones climáticas y agronómicas: precipitaciones bajas e irregulares, que conducían a sequías estivales y al aumento de las temperaturas.
  2. Imposibilidad de incrementar la producción mediante el aumento de la superficie cultivada, ya que más de la mitad de la tierra no podía ni venderse ni cultivarse por encontrarse amortizada.
  3. Escasez de tierras, tanto para cultivo como para pastos, lo que conllevaba a la reducción de estiércol.

Esta situación general fue compatible con algunas mejoras agrarias. Los ilustrados consideraban la agricultura como el mayor problema de la economía, influenciados por las ideas fisiocratas (la agricultura es la base de la riqueza de un país). Consideraban que la amortización era un obstáculo para el desarrollo de la agricultura. Jovellanos propuso reformas que no se siguieron por el peso de las clases privilegiadas. Acabó convirtiéndose en una causa de oposición entre conservadores y liberales.

El Impulso a las Manufacturas

Los Borbones fomentaron la creación de manufacturas con la finalidad de superar el estrecho marco productivo gremial y aumentar la producción, poniendo así freno a las importaciones de productos de lujo. Se crearon las reales fábricas y se orientó la política manufacturera hacia el impulso de talleres privados. Las manufacturas se implantaron por todo el territorio español, pero tres zonas tuvieron mayor actividad:

  • Valencia: Producción de seda.
  • País Vasco: Minería del hierro.
  • Cataluña: Lana, industria algodonera, dedicada a las indianas (tejidos blancos o estampados).

La Liberalización del Comercio Colonial

Las colonias seguían siendo una importante fuente de ingresos. Había dos puertos, el de Sevilla y el de Cádiz, que monopolizaban el comercio americano. Esto dio lugar a que gran parte del comercio estuviera en manos de comerciantes extranjeros. La Corona patrocinó la fundación de compañías comerciales, la más importante: la Compañía Guipuzcoana de Caracas. El sistema resultó ineficaz, lo que llevó a la liberalización total del comercio americano. El gobierno acabó con el monopolio americano y estableció la libre comunicación de los puertos. En 1765 se abrieron unos pocos y en 1778 se concedió la libertad a todos los puertos. Cádiz continuó siendo el gran puerto español.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La Convocatoria de Cortes

La Junta Suprema Central decidió disolverse en enero de 1810. Mientras se reunían las Cortes, se mantenía una Regencia formada por cinco miembros. Debido a que los gobiernos de Carlos IV habían provocado la ruina de España, se pedían garantías contra el poder absoluto del monarca. Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810 y el sector liberal consiguió su primer triunfo al forzar la formación de una cámara única, frente a la tradicional representación estamental. Primero aprobaron la soberanía nacional.

Constitución de 1812

Aprobada el 19 de marzo, «La Pepa» fue la primera constitución española. Refleja el liberalismo político. Sus rasgos principales son:

  1. Soberanía nacional.
  2. División de poderes:
    • Ejecutivo: en manos del rey, pero con limitaciones.
    • Legislativo: las Cortes con el rey, pero solo con una cámara.
    • Judicial: en manos de los tribunales civiles, pero se mantienen los tribunales eclesiásticos y militares.
  3. Sufragio masculino.
  4. Igualdad ante la ley: se acaban con los privilegios nobiliarios.
  5. Abolición de los señoríos feudales.
  6. Fin de la Mesta.
  7. Reconocimiento de derechos, como la educación.
  8. Supresión de la Inquisición, el tribunal del clero. Sin embargo, se mantiene el catolicismo como única religión. La Iglesia aún tenía mucho poder.
  9. Se crea la Milicia Nacional.
  10. Se firma la confesionalidad católica del Estado.

La Acción Legislativa de las Cortes

Las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen y a organizar el Estado como un régimen liberal. Se suprimieron los señoríos jurisdiccionales, que pasaron a ser propiedad privada de los señores. Se eliminaron los mayorazgos y se desamortizaron las tierras comunales, con el objetivo de recaudar capitales para amortizar la deuda pública. Se anularon los gremios y se unificó el mercado. Este primer liberalismo marcó las líneas básicas de lo que debía ser la modernización de España. Los legisladores de Cádiz elaboraron un marco legislativo, pero su obra no tuvo una gran incidencia práctica. La situación de guerra impidió la efectiva aplicación de lo legislado y, al final de la guerra, la vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.

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