El Revisionismo Político Durante el Reinado de Alfonso XIII
Desde finales del siglo XIX, importantes intelectuales protestaron contra la Restauración. Acertaron al denunciar la situación, pero no tanto al señalar sus soluciones. Esta actitud marca el inicio del término “Regeneración”, que consistía en satisfacer el deseo general de superar el retraso, llevando a cabo una modernización de la vida y la política nacional.
El regeneracionismo resultó decisivo para explicar las actitudes de grupos políticos y sociales durante el reinado de Alfonso XIII. Aunque, a pesar de los cambios sociales, el sistema de la Restauración seguía en pie. El partido liberal y el conservador cambiaron sus líderes naturales (Sagasta y Cánovas) por el conservador Maura y el liberal Canalejas.
Tras la caída de Maura en 1909, gobernó Canalejas de 1910 a 1912.
Ambos, conscientes del cambio que se estaba produciendo, trataron de introducir reformas. Sin embargo, estas reformas resultaron un fracaso, ya que eran demasiado limitadas y trataban de “cambiar algo, para que todo siguiera igual”.
El Gobierno Conservador de Maura (1903-1909)
En enero de 1907, el rey nombró jefe de gobierno a Antonio Maura, líder del partido conservador. Sus intentos regeneracionistas quedarían expresados en la frase “hagamos la revolución desde arriba, o nos la harán desde abajo”. Consistía en crear reformas para mejorar las condiciones de vida de las clases populares, para así evitar que estas se levantaran contra el sistema. Entre estas reformas se encontraban:
- Política social de mejora de las condiciones de vida de los obreros: con la ley del descanso dominical, la creación del Instituto Nacional de Previsión (actual Seguridad Social) y el derecho a huelga. Aun así, no bastó a los obreros y, al manifestarse, Maura redactó la Ley del Terrorismo.
- Política de acercamiento al nacionalismo moderado catalán: proyecto que permitía la creación de Mancomunidades, lo cual hubiera podido solucionar las demandas de autogobierno de Cataluña, País Vasco y Galicia. No pudo llevarla a cabo por la oposición y fue derrotado por el Senado.
- En el terreno político, Maura quiso acabar con el caciquismo. Se aprobó la ley electoral de 1907, que introducía el voto obligatorio y limitaba el papel de los ayuntamientos, pero aun así no fue capaz de eliminar el caciquismo.
- En el ámbito económico, se intentó incentivar la actividad industrial a través de Leyes de protección y fomento de la industria, y en el sector agrícola se aprobó la Ley de Colonización Interior, que pretendía modernizarlo y fomentar el poblamiento de ciertas regiones.
El Gobierno Liberal de Canalejas: Último Intento Regeneracionista (1910-1912)
Canalejas era un liberal atípico, ya que pretendía abrir el sistema a las fuerzas de la izquierda. Además, era de un talante reformista y tendente a limitar el poder de los grupos oligárquicos contrarios al cambio. Intentó de nuevo que se aprobase la Ley de las Mancomunidades e imponer el servicio militar obligatorio.
Profundizó en la política reformista de su antecesor:
- Política social de aproximación a los sectores populares a través de la eliminación de los impuestos de consumos por un Impuesto Progresivo sobre la Renta, y de la reforma de la ley de reclutamiento (se suprimió la redención por pago de cuotas).
- En el ámbito laboral, desarrolló una serie de leyes que pretendían mejorar las condiciones de vida y trabajo de los obreros (reducción de la jornada laboral, ley de accidentes de trabajo, prohibición del trabajo nocturno de mujeres y niños, creación de la Inspección de Trabajo, regulación del derecho a huelga).
- Política de separación entre Iglesia y Estado, creando la “Ley del Candado”, que prohibía abrir nuevos conventos durante dos años.
- Política de acercamiento a los nacionalistas: elaboración definitiva de la Ley de Mancomunidades.
- Sobre la cuestión marroquí, se produjo la ocupación militar de la zona norte (el Rif), asignada a España para establecer su protectorado.
El 12 de noviembre de 1912, Canalejas fue asesinado por un anarquista (Manuel Pardiñas). Con su muerte, se frustró la posibilidad de una regeneración del sistema y se precipitó la desintegración de la monarquía parlamentaria. Se desvanecía el intento de renovación del país desde la óptica del regeneracionismo. Tras un corto gobierno de Romanones, el rey decidió aplicar el “turno” (conservadores ahora) y, tras la negativa de Maura a formar gobierno, lo hará otro líder de los conservadores: Eduardo Dato (1913), con el que se aprobaba la Ley de Mancomunidades, a la que se acogió Cataluña (1914).