La guerra carlista aceleró el proceso de revolución liberal en España. María Cristina confió en Martínez de la Rosa, liberal doceañista que promulgó el Estatuto Real en 1834, texto muy afín a una Carta Otorgada que pretendía reconocer algunos derechos y libertades políticas, pero sin aceptar los principios de soberanía nacional y separación de poderes. El Estatuto era una muestra del liberalismo censitario, partidario de limitar el poder absoluto, pero sólo por parte de las clases más acomodadas de la sociedad, marginando a la inmensa mayoría de la población.
Pronto se apreció que las reformas del Estatuto eran absolutamente insuficientes para una gran parte de los grupos sociales que apoyaron a Isabel II y los Progresistas llegan al poder. Los progresistas estaban descontentos con las tímidas reformas iniciadas y tenían su fuerza en el dominio del movimiento popular, y en su fuerte influencia en la Milicia Nacional y las juntas revolucionarias. Ello hizo que María Cristina llamase a formar gobierno al liberal progresista
Mendizábal. Será necesario otro levantamiento de los liberales progresistas, en esta ocasión de la guarnición de La Granja en el verano de 1836,residencia de verano en la que se encontraba la regente. Ello hizo que esta llamara a los progresistas a formar gobierno y a restablecer la Constitución de Cádiz.
En dos etapas, de Septiembre de 1835 a Mayo de 1836, y de Agosto de 1836 a finales de 1837, los progresistas con Mendizábal querían implantar un régimen liberal, constitucional y de monarquía parlamentaria.
Crearon una reforma agraria que incluía tres aspectos esenciales:
La disolución del régimen señorial:
Los señores perdían, por la ley de 26 de Agosto de 1837, sus atribuciones jurisdiccionales (ejercer justicia), pero conservaban la propiedad de las tierras. Ahora los campesinos que habían trabajado dichas tierras perdían todo derecho y pasaban a ser simples arrendatarios o jornaleros.
La desvinculación también se inició en Cádiz. Ahora se liberan definitivamente las tierras de los patrimonios vinculados y pueden salir al libre mercado.
La desamortización: desde Godoy fue un elemento recurrente para conseguir recursos para el Estado con la venta de tierras de la Iglesia y de los Ayuntamientos. Decretó la disolución de las órdenes religiosas, excepto las dedicadas a la enseñanza y asistencia hospitalaria, y la incautación de los bienes de las comunidades afectadas.
Además, hubo una serie de medidas encaminadas a liberalizar la economía: la abolición de los privilegios de la Mesta (1836); abolición de los privilegios gremiales y la implantación de la libertad de industria y comercio… Todo ello llevó a la implantación del liberalismo económico en España.El gobierno progresista, constituido en Septiembre de 1836, convocó inmediatamente Cortes extraordinarias. Esas Cortes aprobaron una nueva Constitución, el 8 de Junio de 1837. En la Constitución de 1837 hay algunos principios del liberalismo doctrinario , como es la capacidad del rey para hacer leyes junto a las Cortes, así como la potestad para ejecutarlas. En conclusión, es una constitución progresista en la forma pero conservadora en el fondo.
– La regencia de Espartero (1841-1843)
En las elecciones de Septiembre de 1837 los moderados obtuvieron la mayoríay pasaron a ocupar el gobierno. En los años siguientes los moderados intentarán limitar los elementos progresistas de la legislación de 1837. En 1840 preparan una ley electoral más restrictiva aún, limitan la libertad de imprenta y crean una ley de ayuntamientos para nombrar a los alcaldes de las provincias
El apoyo de María Cristina a la política moderadaprovocó un enfrentamiento de los progresistas con la Corona. Espartero, general progresista y triunfador de la guerra carlista, quien se convierte en la única autoridad que podía asumir el poder y convertirse en regente. Espartero asumíó la regencia en Mayo de 1841 y su gobierno estuvo marcado por un excesivo autoritarismo, no colaborando con las Cortes y aislándose de sus colaboradores. Espartero ordenó el bombardeo contra la ciudad, colocando a Cataluña y el partido progresista en su contra. En 1843 Espartero se exilió a Inglaterra. que participaron la burguésíay las clases populares, que veían peligrar sus puestos de trabajo. Espartero ordenó el bombardeo contra la ciudad, colocando a Cataluña y el partido progresista en su contra. Los moderados, con generales como Narváez y O´Donnell, protagonizan una serie de conspiraciones. En 1843 Espartero se exilió a Inglaterra. Las Cortes decidieron proclamar a Isabel II reina con trece años.
-La Década Moderada (1844-1854)
Tras la caída de Espartero en 1843 y la proclamación de Isabel II como reina, los moderados se hicieron con el poder con el total apoyo de la Corona. Tomaron medidas como el desarme de la Milicia Nacional y restauraron la Ley de Ayuntamientos que en 1840 llevó a la dimisión de María Cristina. En las elecciones de 1844 ganaron los moderados. Al frente del gobierno se situó el general Narváez.
El régimen se sentó sobre el predominio social, económico y político de la burguésía terrateniente, nacida de la fusión de antiguos señores y nuevos propietarios rurales.
Este grupo quería consolidar un sistema, basado en el orden y la propiedad, evitando la subversión de las clases populares
Los moderados elaboraron la Constitución de 1845. En ella se recogen las ideas básicas del moderantismo: rechazo de la soberanía nacional y sustitución por la soberanía conjunta del Rey y las Cortes; exclusividad de la religión católica; ampliación de los poderes del ejecutivo y disminución de las atribuciones de las Cortes; supresión de la Milicia Nacional; restricción del derecho al voto; Senado elegido entre personalidades por la reina.
Durante la Década Moderada se plantean las siguientes medidas:
Reforzamiento del Ejército y las Fuerzas Armadas./ Fundación de la Guardia Civil (1844)/ La reforma de la Hacienda en 1845/ Subsidio de Industria y Comercio/ impuesto sobre los consumos/ Se reguló el sistema de enseñanza pública./ Concordato con la Santa Sede (1851)
Este basamento legal creó una estructura jerarquizada y piramidal donde todas las provincias dependían de Madrid.
-El Bienio Progresista (1854-1856)
El nuevo gobierno progresista intentó volver a los principios del régimen constitucional de 1837 e inmediatamente inició la elaboración de una nueva Constitución (1856),que no llegó a ser promulgada (Nonnata). En esos dos años el gobierno emprendíó un ambicioso plan de reformas económicas: La ley de desamortización de 1855impulsada por Pascual Madoz, que afectó a los bienes del Estado, de la Iglesia, de las órdenes militares y, sobre todo, de los ayuntamientos./ La Ley General de Ferrocarriles de 1855fue otro gran proyecto económico, regulado por el Estado./ Ley de la Banca, que fundamenta el sistema financiero
-Crisis final del Reinado de Isabel II (1856-1868): alternancia Moderados-Unionistas
Tras la caída de Espartero, los gobiernos moderados alternan con los unionistas. Entre 1856 y 1863 la reina confió el gobierno al unionista O´Donnell restableciendo los principios del moderantismo y volviendo a la Constitución de 1845 y anulando la legislación progresista del Bienio.
En 1863 los unionistas no pudieron capaces de afrontar la oposición política de progresistas, demócratas y republicanos y en 1868 el poder pasa a manos de los moderados, gobernando de forma autoritaria.. Estalla “La Gloriosa”, revolución que provocó la caída de Isabel II y el inicio del Sexenio Revolucionario con transformaciones “democráticas”.
3. Problemas y conflictos económicos, sociales y políticos del período
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Problemas económicos
Recrudecidos por la Guerra de Independencia y el impacto de la emancipación de las colonias estuvo durante todo el reinado de Isabel II , se inicio en el Bienio Progresista despegue económico que pronto se verá acuciado por la crisis ferroviaria, estudiada por Tortella, la crisis algodonera, crisis cíclicas alimenticias y el incierto desarrollo de la Industria.–
Problemas sociales
Así podemos concluir que se desarrolla un aburguesamiento de la nobleza y de ennoblecimiento de la burguésía.La burguésía, con el retraso de la Revolución Industrial en España no es un grupo tan numeroso como en otros estados europeos aunque si se cristaliza una conciencia de grupo.
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