Regencia de María Cristina estatuto real

TEMA 1a) ¿Con qué nombre se conoce la guerra mantenida por España contra la Francia de Napoleón?

La Guerra de Independencia

A) ¿Durante qué guerra ocupó brevemente el trono español un rey de origen francés?La Guerra de Independencia

A) ¿En qué conflicto bélico tuvo lugar la batalla de Bailén?La Guerra de Independencia

A) ¿Qué rey francés gobernó España durante la Guerra de la Independencia?José l

b) Explique brevemente las razones por las que se produjo la misma y sitúela cronológicamente. La Guerra de Independencia comienza a partir del Tratado de Fontainebleau en 1807,en cual dictaba que el ejército hispanofrancés pasaría por España para invadir Portugal, como respuesta al bloqueo continental para que Portugal no comerciara con Inglaterra. Además querían apoderarse de España, por lo tanto ocupan puntos estratégicos en la Península.
El partido antigodoyista hizo dos conspiraciones,pero el que triunfó fue el «Motín de Aranjuez” haciendo que Godoy huya y Carlos IV abdica a su hijo Fernando VII. Pero Napoleón los atrae a Bayona y consiguió que ambos abdicasen a favor de su hermano José Bonaparte, proclamado como José l.
La tensión entre españoles y franceses y el deseo de Napoleón de sacar a la familia real de España, condujeron al levantamiento del pueblo en Madrid contra los franceses el 2 de Mayo de 1808.

A) ¿Con qué nombre se denomina a los españoles que se mostraron favorables al gobierno de José I? Afrancesados

b) Explique brevemente las razones que tenían para ello. Estos eran reformistas de la etapa anterior, algunos atraídos por los cambios políticos y sociales derivados de la revolución Francesa, optaron por apoyar a José I, estos eran ilustrados, miembros de la nobleza y del clero…

a) ¿A qué ideología corresponden los principios que inspiran la Constitución de 1812?

Liberalismo

a) ¿En qué ciudad se proclamó la Constitución española de 1812?

Cádiz

b) Explique por qué fue promulgada en la ciudad de Cádiz. La ciudad de Cádiz reúne unas condiciones muy especiales que van a influir en la obra de la Cortes como la ciudad marítima, abundante prensa, foros políticos… Esto unido al hecho de que la mitad de los diputados tuvieron que ser suplentes y estos eran de Cádiz. Y era la única ciudad española libre de la ocupación francesa gracias a la ayuda militar inglesa.

b) Explique el concepto de soberanía nacional y, al menos, otras tres carácterísticas de la citada Constitución. La soberanía nacional erael poder que quedaba en las manos del pueblo.En la Constitución se recogía la separación de poderes (el poder ejecutivo quedaba en manos del monarca, el poder legislativo sería compartido en las Cortes del Rey),también se recogían cuestiones como la igualdad ante la ley poniendo punto y final a los privilegios. También se recogían derechos individuales, como el derecho de sufragio para los varones mayores de 25, poseer bienes que le asegurasen una mínima renta. Esta Constitución era confesional ya que señalaba el catolicismo como la religión de los españoles.


1. LA PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1839)

Fernando VII tiene como único descendiente a su hija Isabel, pero su acceso al trono lo impedía la la Ley Sálica de los Borbones. Ante ello, el rey aprueba en 1830 la Pragmática Sanción, que permite la descendencia femenina. Los sectores absolutistas no aceptan esto, apoyando en la sucesión al hermano del rey, Carlos María Isidro.
En 1833 muere Fernando VII, la reina regente María Cristina buscó el apoyo de los liberales para garantizar el trono a su hija Isabel, de tres años.

Se inició una Guerra Civil, dinástica e ideológica. El carlismo era una ideología tradicionalista y antiliberal que defendía la monarquía absoluta, la sociedad estamental, la preeminencia de la Iglesia y el mantenimiento de los fueros vascos, navarros y catalanes (lema: “Dios, Patria y Fueros”). Encontró eco en País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y la zona de Maestrazgo. Socialmente se apoyó en el clero regular, para los que el liberalismo equivalía a la nacionalización y venta de sus bienes y una amenaza contra la religión y que junto a pequeños notables rurales, burócratas, militares y algunos intelectuales reaccionarios fueron los dirigentes del carlismo. La masa carlista estaría formada por una parte del pequeño campesinado, que vio amenazados sus fueros (privilegios locales) y su situación económica con las nuevas leyes que defendía el liberalismo y parte del artesanado urbano que temían que las novedades terminaran por hundir sus talleres.

El bando cristino, en torno a la regente María Cristina y su hija Isabel, obtuvo el respaldo de los liberales, que vieron la oportunidad para emprender las reformas necesarias para transformar el país. Aquí encontramos también otra parte importante de los generales y del ejército, así como las clases medias urbanas, los intelectuales, los obreros industriales y el campesinado del sur. Fue reconocido internacionalmente y contó con el apoyo de Inglaterra, Portugal y Francia.

La guerra comenzó favorable para los carlistas, pero las expediciones al sur fracasaron. Además, el mejor general carlista Zumalacárregui murió en el asalto de Bilbao, y el asalto de Madrid en 1837 fracasó. Ante el agotamiento, el general carlista Maroto se vio obligado a negociar la paz con el general Espartero en 1839, con el llamado abrazo de Vergara, aunque el general carlista Cabrera, resistíó un año más. Para conseguir la rendición de los carlistas se aceptó el reconocimiento de los grados alcanzados por los vencidos y el compromiso de mantener los fueros.

Este conflicto tuvo importantes repercusiones, destacando la inclinación de la monarquía hacia el liberalismo y el protagonismo político de los militares ante la amenaza carlista. Además los enormes gastos de guerra endeudaron a la nueva monarquía liberal, que condicionaron las reformas que se llevarían a cabo, como la desamortización.

2. LA REGENCIA DE MARÍA Cristina (1833-1840)

Mª Cristina no era liberal, pero la Guerra Civil que ponía en peligro el trono de su hija, le hizo derivar hacia un liberalismo. Nombró jefe de gobierno a Cea Bermúdez con reformas como la nueva división provincial de Javier de Burgos. Las presiones de los militares y los liberales hacen que nombre a Martínez de la Rosa, liberal moderado, para elaborar un régimen constitucional que se concreta en el ESTATUTO REAL DE 1834, una Carta Otorgada que regulaba la convocatoria de unas Cortes de carácter conservador y elitista en su composición (nobleza, clero, funcionarios, altos cargos del ejército y alta burguésía), mediante sufragio censitario indirecto (sólo puede votar el 0’15% de la población).

Además, otorgaba a la Corona una amplia capacidad legislativa y de veto, pudiendo incluso disolver libremente las Cortes.

La insuficiencia de las reformas de Martínez de la Rosa, en un contexto de Guerra Civil contra los carlistas, llevó a que los liberales se dividieran en dos grupos: moderados y progresistas.


Moderados:


su base social son los terratenientes, grandes comerciantes, la nobleza y altos cargos del clero y del ejército. Son partidarios de la soberanía compartida con la Corona, el poder legislativo reside en las Cortes junto con el rey; las Cortes bicamerales, con un Senado elegido por la Corona; los poderes locales también elegidos por la Corona; el ejecutivo al monarca con amplios poderes. El sufragio censitario muy restringido, para impedir el acceso a la política de las clases populares. Partidarios de limitar los derechos: prensa, opinión, reuníón y asociación. Defendieron un sistema educativo basado en lamoral católica y una legislación proteccionista frente a los productos del exterior. Defienden un estado centralizado. Líderes: Martínez de la Rosa, Narváez.

Progresistas:

representan los intereses de la alta burguésía financiera e industrial. Defienden la soberanía nacional; el poder legislativo corresponde a las Cortes que serían bicamerales y ambas elegidas por sufragio censitario, pero más amplio, y el ejecutivo a la Corona. Los poderes locales de elección popular. Defienden el desarrollo de los derechos individuales:opinión,expresión,residencia, habeas corpus, propiedad; pero no a los colectivos de reuníón, asociación o huelga, por temor a la clase obrera. En el terreno religioso defienden la confesionalidad católica junto a la tolerancia religiosa. En el terreno económico defienden el libre cambismo que estimulara el comercio e impulsara la industria. Tiene su apoyo en las clases medias urbanas: comerciantes, pequeños fabricantes, empleados públicos, profesionales liberales, oficiales del ejército. Este partido actuaba más en la calle, mediante clubes políticos, tertulias y sociedades secretas. Para acceder al poder tuvieron que recurrir al pronunciamiento, a la formación de Juntas revolucionarias y a la movilización popular. Sus líderes fueron Mendizábal, Espartero, Madoz y Prim.

– La falta de recursos económicos y las victorias carlistas hicieron que en 1835 se iniciaronuna serie de revueltas urbanas y surgían Juntas revolucionarias que reclamaban la reuníón de Cortes, libertad de prensa y una nueva Ley electoral. Mª Cristina se vio obligada a nombrar a un progresista como jefe de Gobierno, Juan Álvarez de Mendizábal.
Entre sus principales medidas destacan: contribuciones extraordinarias para encarar la guerra, Ley de libertad de prensa y -Decreto de Desamortización de los bienes del clero regular, que consistíó en la expropiación y nacionalización de bienes de la iglesia para su posterior venta en pública subasta al mejor postor. -El objetivo era recaudar fondos para el Estado, que estaba en guerra. Pero esta política provocó la reacción de los moderados y la dimisión de Mendizábal, lo cual provocó una nueva insurrección progresista y Mª Cristina, con la Guardia Real del palacio de la Granja sublevada, se vio obligada a restablecer la Constitución de 1812 y a devolver el gobierno a los progresistas. Dirigido por José María de Calatrava, reemprendíó la labor de demolición del Antiguo Régimen con la supresión del régimen señorial, las vinculaciones y el mayorazgo: los antiguos señores pierden sus derechos jurisdiccionales y se convierten en propietarios de sus bienes, siendo libres para venderlos en el mercado.

-Se eliminó el diezmo y los gremios, con la consiguiente libertad de industria. Las Cortes elaboraron la nueva Constitución de 1837, con la que se pretendía contentar tanto a progresistas como a moderados. Por un lado proclamaba la Soberanía Nacional y concedía derechos individuales, pero manténía un poder ejecutivo fuerte en manos de la Corona, que también tenía competencias legislativas y derecho a veto y suspensión de las Cortes; establecía unas Cortes bicamerales, con un Congreso elegido mediante sufragio censitario y un Senado de designación real. El Estado es aconfesional y se comprometía a mantener económicamente al clero católico.

3. LA REGENCIA DE Espartero (1840-1843)


Gobernó de un modo autoritario, sin cooperar con las Cortes y reprimiendo las protestas tanto de moderados como de progresistas. Durante su corta regencia, se aceleró la desamortización de los bienes eclesiásticos y se recortaron los fueros vasco-navarros. En 1841 aprobó un arancel que abría el mercado español a los productos textiles ingleses que provocó las protestas del sector textil catalán. Espartero procedíó con una durísima represión, llegando a bombardear Barcelona. Esto hizo estallar revueltas y los generales Prim, Serrano y Narváez lideraron la sublevación militar. Espartero huyó a Inglaterra.


4. EL REINADO DE Isabel II (1843-1868)


Las Cortes reconocieron a Isabel II la mayoría de edad con sólo trece años para terminar con la inestabilidad política de las regencias. Durante su reinado hay una serie de carácterísticas :

Fue un período liberal muy conservador que concedía el voto a una limitada clase de ricos propietarios, antiguos aristócratas y burgueses, marginando de la política a la inmensa mayoría de los españoles. Los gobiernos actuaron de forma autoritaria y las libertades estuvieron muy restringidas. Las intromisiones de la reina Isabel II en la vida política apoyando a los conservadores. Los opositores progresistas, al ver coartadas sus posibilidades de acceder al gobierno, recurrieron a los militares y a los pronunciamientos. Los conservadores también  mantuvieron la presencia militar al frente de los gobiernos para tratar de garantizar su posición.

4.1. La Década Moderada (1844-1854)


González Bravo gobernó de modo autoritario. Entre las principales medidas que adoptó cabe destacar: la disolución de la Milicia Nacional; hizo aumentar la censura sobre la prensa y creó un nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Civil, policía rural para la defensa de la ley y el orden.

En 1844 Narváez asumíó el gobierno y fue el inspirador de la Constitución de 1845, muy conservadora: soberanía compartida: el poder legislativo reside en las Cortes con el Rey. Cortes bicamerales, con un Congreso elegido por sufragio censitario muy restringido (la reina se reservaba la posibilidad de poder disolver esta cámara a voluntad) y un Senado de miembros vitalicios nombrados por la corona entre la nobleza, la Iglesia, el ejército, la Administración y poseedores de grandes fortunas. Una declaración de derechos muy restringida. Estado confesional católico, con el compromiso del Estado de mantener el culto y el clero. Ayuntamientos y Diputaciones con alcaldes y presidentes elegidos por el Rey. Supresión de la Milicia Nacional.

Otras leyes: la “Ley de imprenta” restringíó la libertad de publicar y establecíó la censura. La “Ley Moyano” establece la secularización y el control de la enseñanza por el Estado. Una reforma fiscal y de la Hacienda y racionalizar el sistema impositivo y recaudatorio (Mon). Se procedíó con la unificación y la codificación del sistema legal con el Código Civil en 1851.

La segunda guerra carlista (1846-1849)
estalló debido al fracaso del matrimonio entre Isabel II y Carlos luís de Borbón y de Braganza, el hijo de Carlos María Isidro de Borbón. Estuvo muy focalizado en la zona catalana y se desarrolló a través de guerrillas. Como consecuencia del autoritarismo del gobierno un estallido revolucionario se inició en 1854 con el pronunciamiento del general O’Donnell en Vicálvaro (Madrid). Los sublevados redactaron el Manifiesto de Manzanares, en el que solicitaban la reforma de la Ley Electoral y reducción de los impuestos. El alzamiento contó con el respaldo popular y con el de diversos jefes militares. Isabel II se vio forzada a dar el poder nuevamente al general Espartero.

4.2. El Bienio Progresista (1854-1856)


Las Cortes elaboraron la Constitución de 1856, que ofrecía una amplia declaración de derechos e incluía límites al poder de la Corona y del Ejecutivo. Sin embargo esta Constitución no tuvo tiempo para poder entrar en vigor (non nata). Los gobiernos de esta época desarrollaron varias leyes para la modernización económica del país: nueva Ley de Desamortización de Madoz de 1855 que afectó a los bienes de los municipios, la Ley de ferrocarriles (1855), la Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias (1856). A pesar de las reformas, el bienio transcurríó en un clima constante de conflictividad social, acentuado por la epidemia de cólera, las malas cosechas, el alza de los precios y los enfrentamientos entre patronos y trabajadores. Las clases populares retiraron el apoyo a los progresistas. En 1856 Espartero presentó su dimisión y la reina encargó a O’Donnell formar un nuevo gobierno.


4.3. La Uníón Liberal y los moderados (1856-1868)


Esta etapa estuvo controlada por la Uníón Liberal de O’Donnell, restableciendo los principios del moderantismo. La Constitución de 1845 fue repuesta, al tiempo que se frenaba la legislación más progresista, interrumpiendo el proceso desamortizador y anulando la libertad de imprenta.

Con la intención de desviar la atención de los españoles de los problemas internos y para fomentar la creación de una conciencia nacional y patriótica, se puso en marcha una activa política exterior, con acciones militares en Indochina, México, Perú y Chile, y Marruecos, que respondíó al intento de expansión colonial por el norte de África.  sucede gobiernos inestables y autoritarios, presididos alternativamente por Narváez y O’Donnell. En 1864 se inició una fuerte crisis económica en España con la quiebra de las compañías ferroviarias, debido a la escasa rentabilidad y el hundimiento del sector textil como consecuencia de la falta de algodón que provocó la Guerra de Secesión estadounidense. A esto hay que añadir el crack de las Bolsas europeas de 1866, las malas cosechas, la subida de los precios de los productos agrarios y la expansión del hambre. A partir de 1866 amplios sectores de la sociedad coincidieron en la necesidad de la caída de la monarquía isabelina. Con el objetivo de destronar a la reina y convocar Cortes Constituyentes mediante sufragio universal, progresistas, demócratas y republicanos firmaron en 1866 un acuerdo conocido como el Pacto de Ostende.
La muerte de O’Donnell y de Narváez en 1867 y 1868, terminó por dejar completamente sola a Isabel II.

La revolución que destrónó a Isabel II estalló en Cádiz, donde la escuadra allí concentrada al mando del brigadier Topete, se sublevó al grito de “Viva España con honra”. Inmediatamente se constituyeron en numerosas ciudades españolas Juntas revolucionarias que organizaron la revolución y buscaron el apoyo popular. Finalmente, la revolución de Septiembre de 1868, conocida como “la gloriosa”, supondrá el  destronamiento de Isabel II y el inicio del denominado Sexenio Democrático.

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