Panorama General del Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
La regencia de María Cristina de Habsburgo finalizó en 1902, al alcanzar la mayoría de edad Alfonso XIII, su hijo, y ser proclamado rey. El reinado de Alfonso XIII fue de crisis política casi permanente por la interacción de numerosos motivos:
- Las injerencias del rey en los asuntos políticos. En ningún momento estuvo dispuesto a renunciar a su soberanía compartida con las Cortes ni a sus prerrogativas políticas.
- La inestabilidad de los partidos del turno, el Partido Liberal de Sagasta y el Partido Conservador de Cánovas.
- Aparición de nuevas fuerzas políticas con una influencia creciente: nacionalistas, republicanos y socialistas.
- Protagonismo creciente del ejército, que quería resarcirse del Desastre del 98 interviniendo en Marruecos.
- Afianzamiento del nacionalismo en Cataluña y País Vasco.
- Anticlericalismo creciente entre las clases populares.
Intentos de Modernización: El Regeneracionismo
Los dos políticos más destacados de esta etapa fueron Antonio Maura (Partido Conservador) y José Canalejas (Partido Liberal), ambos aplicaron medidas reformistas. La primera crisis del reinado de Alfonso XIII tuvo lugar en 1905 cuando mandos del ejército aprobaron la Ley de Jurisdicciones, que otorgaba a los tribunales militares la jurisdicción sobre cualquier ofensa al ejército.
El primer intento modernizador fue obra de Antonio Maura. Su proyecto político era la «revolución desde arriba», para impedir la revolución popular. Durante su gobierno (1907-1909) se aprobaron medidas económicas y sociales. Se promulgó una nueva Ley Electoral en 1907, que dificultaba el fraude electoral. Intentó llegar a un acuerdo con el nacionalismo moderado, preparando una Ley de Administración Local, que concedía más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones.
La Semana Trágica de Barcelona (1909) truncó la labor de gobierno de Antonio Maura. Se convocó en Barcelona una huelga general, que derivó en una revuelta popular con sucesos muy violentos, en la que se manifestaron todas las tensiones sociales acumuladas. Las autoridades declararon el estado de guerra y el ejército acabó con la revuelta. Durante una semana la población reaccionó levantando barricadas en las calles e incendiando iglesias y conventos. La represión fue muy dura y arbitraria: más de mil detenciones y 17 penas de muerte. La oleada de protestas provocó la caída de Antonio Maura y el traspaso del poder a los liberales.
En las elecciones de 1910, una alianza electoral de socialistas y republicanos permitió a Pablo Iglesias conseguir un escaño. El nuevo gobierno liberal (1910-1912) lo presidió José Canalejas. Suprimió los impuestos de consumos, reformó el sistema de reclutamiento por quintas, aprobó la Ley del Candado (prohibía nuevas comunidades religiosas sin autorización del gobierno) y se tramitó la Ley de Mancomunidades. José Canalejas fue asesinado en un atentado terrorista llevado a cabo por anarquistas.
La Primera Guerra Mundial marcó un paréntesis en los problemas internos. España se declaró neutral. La guerra estimuló la economía, ya que potenció la industria y multiplicó las exportaciones. Al terminar la guerra, el descenso de ventas obligó al cierre de fábricas y minas, con el consiguiente aumento del paro y los conflictos sociales. Es la época del triunfo de la Revolución Rusa, de tanta importancia en la clase obrera.
Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración
En 1917, tres problemas pudieron haber acabado con el régimen si los objetivos de sus protagonistas hubieran sido coincidentes:
- Rebelión de las Juntas Militares de Defensa (1917): Se produjo un enfrentamiento entre el gobierno y el ejército, que se quejaba de la escasez de medios y de los bajos salarios. Los oficiales habían creado unas Juntas de Defensa que reclamaban un aumento salarial y rechazaban los rápidos ascensos de los africanistas (oficiales que habían prestado sus servicios en el norte de África).
- La Asamblea de Parlamentarios (1917): Las prácticas de corrupción política continuaban. Se convocó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios que reclamó un cambio de gobierno y la convocatoria de Cortes Constituyentes. Los asistentes fueron disueltos por la Guardia Civil.
- La huelga general revolucionaria: En agosto se produjo una huelga general revolucionaria, fue convocada por la UGT, en protesta por la represión violenta de una huelga anterior de ferroviarios en Valencia. La huelga y su represión tuvieron consecuencias: la crisis política se agravó y la Restauración entró en su declive definitivo.
Los años de 1918 a 1923 fueron de inestabilidad, se sucedieron hasta 11 gobiernos, muchos de concentración, que fracasaron. Ganó fuerza el sindicalismo, creció la conflictividad social y hubo más huelgas.
La Guerra de Marruecos y el Fin de la Restauración
La política colonial marroquí influyó decisivamente en la vida española de la época. El reclutamiento de reservistas provocó la Semana Trágica de Barcelona y el Desastre de Annual aceleró el fin de la Restauración. España administraba el Rif, desde la Conferencia de Algeciras de 1906 que le confirmó ese protectorado. En los primeros años de ocupación se habían producido incidentes (ataque a Melilla y la derrota del Barranco del Lobo en 1909). Al finalizar la Primera Guerra Mundial, España reemprendió la ocupación del Rif, chocando con las cabilas indígenas. El jefe rifeño Abd-el-Krim atacó las posiciones españolas, provocando el Desastre de Annual, en el que murieron trece mil soldados españoles.
Consecuencias: La derrota aumentó la impopularidad de la presencia española en Marruecos. Se exigieron responsabilidades por esta derrota a los militares, al gobierno e incluso al rey Alfonso XIII, iniciándose el expediente Picasso. La reacción de los militares fue inmediata y se hizo efectiva en el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera (1923). Se iniciaba la etapa de la dictadura. Primo de Rivera triunfó tras el desembarco de Alhucemas en 1925, derrotando al jefe rifeño Abd-el-Krim.