Resoluciones del Congreso del Movimiento Europeo en Múnich: Requisitos para la Integración en la CEE

El Congreso de Múnich del Movimiento Europeo (1962)

Contexto Histórico y Participantes

Este documento constituye una fuente primaria que recoge las resoluciones adoptadas durante el Congreso de Múnich del Movimiento Europeo, celebrado en 1962. Se trata de un texto de autoría colectiva, en el que participaron destacadas figuras de la oposición al franquismo, entre ellas:

  • Salvador de Madariaga: Político español, exministro de Educación Pública durante el gobierno de la CEDA y exiliado durante el franquismo.
  • José María Gil Robles: Jefe de la CEDA y exministro durante el gobierno radical-cedista.
  • Rodolfo Llopis: Dirigente del PSOE, también exiliado.
  • Dionisio Ridruejo: Inicialmente falangista y de ideología fascista, evolucionó posteriormente hacia posturas monárquicas liberales.

Es importante destacar que este Congreso excluyó la participación de los comunistas. En aquel momento, cualquier movimiento ajeno al franquismo se encontraba marginado del poder.

Objetivos del Congreso y la Adhesión a la CEE

El texto aborda la posible asociación de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). El objetivo principal era promover un cambio político en España que permitiera su ingreso en dicha organización, compuesta por países con sistemas de democracia liberal y economías avanzadas. La adhesión a la CEE estaba condicionada al cumplimiento de requisitos democráticos, que la España franquista, con su gobierno autoritario, no cumplía. De hecho, la solicitud de adhesión presentada por el régimen había sido rechazada.

El documento se dirige a los españoles, especialmente a aquellos con influencia política, y se enmarca en un movimiento social paneuropeísta. Se redactó en Múnich, en la República Federal Alemana, uno de los países impulsores de la Unión Europea, en 1962, durante la segunda fase del franquismo. Esta etapa se caracterizó por el afianzamiento económico y la firma de acuerdos con Estados Unidos, un periodo de desarrollo económico sin amenazas externas, pero con una continua represión interna.

Resoluciones del Congreso: Contraste con el Régimen Franquista

A continuación, se detallan los puntos resolutivos del texto, contrastando la ideología de la CEE con la realidad del franquismo:

  1. Instituciones Representativas: Aunque en la España de Franco existían Cortes, estas no eran verdaderamente representativas. Los representantes eran elegidos desde sindicatos, universidades y corporaciones, todos bajo la supervisión de Franco, o por el tercio familiar.
  2. Derechos Humanos y Libertades: Durante el franquismo, se suprimieron los derechos y libertades sociales. No existía libertad de expresión ni de asociación. Además, imperaba la censura previa y posterior, especialmente en temas políticos y morales.
  3. Comunidades Naturales: El texto refleja la presencia de representantes del nacionalismo catalán y vasco, quienes se autodenominaban «comunidades naturales». Estas comunidades no eran reconocidas por el franquismo, que promovía un Estado centralista, a excepción de las regiones forales de Álava y Navarra. Se hacía hincapié en una España unida, y las lenguas vernáculas estaban prohibidas, especialmente en las relaciones diplomáticas, donde solo se permitía el castellano como lengua institucional.
  4. Libertad Sindical: En la España franquista existía un único sindicato vertical que agrupaba por gremios a obreros y patronos. Los sindicatos de clase no estaban permitidos, y el derecho de huelga estaba prohibido, pudiendo incluso ser juzgado bajo la legislación militar.
  5. Libertad de Asociación y Partidos Políticos: Durante el franquismo, solo existía un partido, la Falange Española Tradicionalista, integrado en el «Movimiento Nacional». Se trataba de un sistema de partido único, similar a los autoritarismos europeos de la época de la Segunda Guerra Mundial y el periodo de entreguerras. La libertad y el derecho de asociación estaban, por tanto, suprimidos.

Repercusiones del Congreso y el «Contubernio de Múnich»

El Congreso de Múnich no tuvo una repercusión política significativa hasta el final del franquismo. De hecho, la reacción inicial del régimen fue el llamado «Contubernio de Múnich», una campaña de desprestigio contra el congreso y sus participantes. Las consecuencias fueron:

  • Exilio de algunos participantes, como Dionisio Ridruejo.
  • Confinamiento en Canarias de otros, como Jaime Miralles o Álvarez de Miranda.
  • Aumento de la represión contra los mineros asturianos en huelga.
  • Ejecución del comunista Julián Grimau.
  • Destitución del ministro de Información Arias-Salgado, sustituido por Fraga Iribarne.
  • José María Gil Robles fue destituido de su cargo en el círculo monárquico de Juan de Borbón, quien negó su participación en el Congreso.

Como consecuencia final, la reacción del régimen franquista lo alejó aún más de la posibilidad de integrarse en la CEE.

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