Retorno de la Dinastía Borbónica
Tras el caos del Sexenio Democrático, España buscaba estabilidad. Antonio Cánovas del Castillo lideró la restauración de la monarquía borbónica. El 1 de diciembre de 1874, Alfonso XII, aún sin ser rey, emitió un manifiesto redactado por Cánovas, proponiendo su restauración como solución.
El 29 de diciembre, el general Martínez Campos proclamó a Alfonso XII rey en Sagunto, un pronunciamiento que, aunque no era del agrado de Cánovas, facilitó el retorno de la monarquía. El 14 de enero de 1875, Alfonso XII entró en Madrid como rey.
Primeras Medidas de Cánovas
Cánovas convocó Cortes Constituyentes buscando reconciliar progresistas y moderados. Se restablecieron relaciones con la Iglesia y se otorgó al rey el mando del ejército. Se eliminaron periódicos opositores y se restituyeron cargos en diputaciones y ayuntamientos.
Se creó un sistema bipartidista con el Partido Conservador y el Partido Liberal Fusionista, alternándose en el poder. El sufragio fue censitario hasta 1890. Se centralizó el estado, con alcaldes designados por el rey en ciudades de más de 30,000 habitantes.
Constitución de 1876
Cánovas estableció la monarquía y las Cortes como instituciones preexistentes. La Constitución se aprobó con poco debate, excepto en la cuestión religiosa. Se declaró el catolicismo como religión oficial, permitiendo la práctica privada de otros cultos.
El rey nombraba al jefe de gobierno, se limitaron derechos individuales de la Constitución de 1869 y se estableció un sistema bicameral: Congreso y Senado. El Senado incluía senadores vitalicios, por derecho propio y electivos censitarios. El Congreso tenía mandatos de 5 años, frecuentemente interrumpidos por disoluciones.
Reinado de Alfonso XII
El reinado comenzó con el dominio del Partido Conservador, seguido por el turno del Partido Liberal con Sagasta. Se implementó el turno de partidos. La presidencia de Cánovas, conocida como «dictadura canovista», limitó libertades de expresión y reunión. La ley electoral de 1878 restringió el sufragio.
En 1881, Sagasta formó gobierno, ampliando derechos y libertades. En 1883, Cánovas volvió al poder. Alfonso XII murió en 1885, iniciando la regencia de María Cristina.