La Restauración Borbónica: Un Nuevo Sistema Político en España
El pronunciamiento de Martínez Campos en diciembre de 1874, acogido por el ejército y las fuerzas políticas conservadoras, significó la restauración monárquica con Alfonso XII, hijo de Isabel II. Cánovas asumió la regencia hasta el regreso del rey en 1875.
Un Nuevo Sistema Político: El Modelo Canovista
Los grupos conservadores recibieron con satisfacción la Restauración Borbónica porque esperaban la estabilidad política. Cánovas pretendía un nuevo modelo político que superase algunos de los moderados y el intervencionismo de los militares en la política, elaborando una constitución.
La primera medida política fue la convocatoria de elecciones para unas cortes constituyentes. Pese a que Cánovas no era partidario del sufragio universal, dispuso que se hiciesen por ese sistema, aunque debería volverse al sufragio censitario.
La Constitución de 1876
Elaborada en 1876, es una clara muestra de liberalismo doctrinario, sufragio censitario y soberanía compartida (cortes y rey) de carácter conservador, valores tradicionales de la monarquía, religión y propiedad. La constitución consideraba a la monarquía como una institución superior, se establecía la soberanía compartida y amplios poderes al monarca. Las cortes formadas por el senado y congreso, antes se aprobó el sufragio universal, después censitario, confesional católico del estado aunque sin manifestaciones públicas. Prolija declaración de derechos, pero su concreción se remitía a leyes ordinarias posteriores que tendieron a restringirlos.
Bipartidismo y Turno Pacífico
Cánovas introdujo un sistema de gobierno basado en el bipartidismo y en la alternancia del poder (conservador y liberal). Se aceptaba un turno de poder pacífico que aseguraba la estabilidad institucional. El ejército quedó subordinado al poder civil. La misión era defender la independencia nacional y no intervenir en los partidos.
La Estabilidad Favorecida por el Fin de las Guerras Carlistas y Cubana
El esfuerzo militar del gobierno redujo los núcleos carlistas en Cataluña. La intervención al mando de Martínez Campos, forzó la rendición de los carlistas en Cataluña, Aragón y Valencia. El conflicto en el País Vasco y Navarra fue continuo. Carlos VII fue exiliado y la guerra se dio por finalizada. La consecuencia de la derrota carlista fue la abolición del régimen foral y permitió acabar con la insurrección cubana (Guerra de los Diez Años). Como resultado de la actuación militar y de la negociación con los insurrectos, en 1878 se firmó La Paz de Zanjón, donde se incluía una amnistía, la abolición de la esclavitud y la promesa de reformas políticas y administrativas. El incumplimiento de estas reformas provocaría el nuevo conflicto (Guerra Chiquita).
La Vida Política y la Alternancia de Poder
Los Partidos Dinásticos
Cánovas, dirigente del Partido Alfonsino durante el sexenio democrático, defendió la restauración monárquica. Tras el regreso de Alfonso XII lo transformó en el Partido Liberal-Conservador. El proyecto bipartidista requería otro partido de carácter más progresista, y él mismo propuso el Partido Liberal. Conservadores y Liberales coincidían ideológicamente en lo fundamental, pero se diferenciaban en algunos aspectos como:
- Conservadores: Sufragio censitario y defensa de la Iglesia y del orden social.
- Liberales: Sufragio universal masculino, inclinados a un reformismo social de carácter progresista y laico.
Existía un acuerdo táctico de no promulgar una ley que forzase al otro partido. El turno pacífico tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional y ambos querían el centralismo del estado.
Falseamiento Electoral y Caciquismo
El sistema del turno pacífico duró más de 20 años gracias a la corrupción electoral y la influencia y poder de los caciques (personas notables, ricos en la vida local, tanto en lo social como en lo político. Estos manipularon las elecciones de acuerdo con los gobernantes civiles de las provincias). El caciquismo es un fenómeno que se dio en toda España.
Gracias al falseamiento de los resultados, hubo un triunfo electoral, con una amplia mayoría parlamentaria al partido gobernante. El conjunto de estas trampas electorales se conoce como pucherazo.
Desarrollo del Turno de Partidos
Funcionó con regularidad. El partido conservador se mantuvo hasta que Sagasta formó el primer gobierno liberal con sufragio universal masculino para las elecciones municipales. Cánovas volvió, pero el temor a la desestabilización del sistema político, impulsó un acuerdo entre conservadores y liberales (Pacto del Pardo): apoyo a la regencia de Mª Cristina y garantizó la continuidad de la monarquía. Bajo esta dicha regencia el partido liberal gobernó más que el conservador. Durante el llamado gobierno largo de Sagasta (85-90), Los liberales impulsaron una obra reformista para incorporar al sistema derechos asociados a los ideales de la revolución del 68 se aprobó la Ley de Asociaciones que eliminó la implantación del sufragio universal masculino. En la última década del S. se mantuvo el turno de partidos pacífico: en 1890, los conservadores volvieron al poder, en 1892 regresaron los liberales y en el 95, Cánovas asumió la presidencia del gobierno hasta el 97, fecha de su asesinato. El personalismo del sistema defendió a los partidos y la descomposición de ambos partidos.