Restauración Borbónica y Crisis del 98: Fin del Imperio Español

La Restauración Borbónica (1874-1923): Sistema Canovista y Oposiciones

El golpe de Estado del general Pavía en 1874 puso fin a la Primera República e inició la Restauración, un periodo de estabilidad conservadora liderado por Antonio Cánovas del Castillo. En diciembre de 1874, Alfonso XII firmó el Manifiesto de Sandhurst, comprometiéndose con el constitucionalismo, el liberalismo y la religión católica. Aunque Cánovas buscaba restaurar la monarquía de forma pacífica, el pronunciamiento de Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874 aceleró la proclamación de Alfonso XII.

El Sistema Canovista

El sistema canovista se basaba en:

  • Soberanía compartida entre el rey y las Cortes.
  • Bipartidismo: Partido Conservador (Cánovas) y Partido Liberal (Sagasta).
  • Alternancia pacífica en el poder (turno de partidos).

Este sistema se sustentaba en el caciquismo y el fraude electoral, asegurando el control de los resultados mediante el encasillado y el pucherazo.

La Constitución de 1876

La Constitución de 1876 consolidó este sistema:

  • Gran poder al monarca.
  • Cortes bicamerales: Senado elitista y Congreso electivo (sufragio restringido o universal según el partido gobernante).
  • Confesionalidad católica del Estado.
  • Centralización administrativa (supresión de los fueros vascos).

El régimen de la Restauración estabilizó la monarquía y puso fin a la Tercera Guerra Carlista y a la sublevación cubana con la Paz de Zanjón (1878). Sin embargo, marginó a sectores políticos y sociales, siendo criticado por ser una falsa democracia controlada por el caciquismo. A pesar de su desprestigio tras la crisis de 1898, el turno de partidos se mantuvo hasta 1923.

En 1885, tras la muerte de Alfonso XII, su esposa María Cristina asumió la regencia. Para mantener la estabilidad, Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto de El Pardo, garantizando la continuidad del sistema.

Oposiciones al Régimen

  • Carlismo: Reducido a una fuerza regional en País Vasco y Navarra tras su derrota.
  • Republicanismo: Defendían el laicismo y el sufragio universal, debilitados por el auge del movimiento obrero.
  • Movimiento Obrero:
    • Socialismo: PSOE (fundado por Pablo Iglesias en 1879), promovía la lucha de clases.
    • Anarquismo: Defendía la acción directa, llevando a su ilegalización en varios momentos.
  • Nacionalismos Periféricos:
    • Cataluña: El catalanismo se dividió en regionalistas y autonomistas. En 1901, Prat de la Riba fundó la Lliga Regionalista. La izquierda catalanista creó Estat Català.
    • País Vasco: Sabino Arana fundó el PNV en 1894, con un fuerte componente independentista, defendiendo la identidad vasca basada en la religión, la tradición y el euskera.
    • Galicia: Surgimiento de un movimiento nacionalista gallego, aunque con menor fuerza que los anteriores.

La Crisis del 98: El Fin del Imperio Español

A finales del siglo XIX, España conservaba Cuba, Puerto Rico y varias islas en el Pacífico. Cuba y Puerto Rico tenían economías coloniales basadas en la agricultura de plantación, beneficiando a una minoría oligárquica. Filipinas tenía un valor estratégico, pero su lejanía la hacía vulnerable.

La regencia de María Cristina de Habsburgo enfrentó movimientos independentistas en Cuba y Filipinas, llevando a la intervención de Estados Unidos y a la guerra hispano-norteamericana. La derrota española en 1898 supuso la pérdida de sus últimas colonias y provocó una profunda crisis política y social en España, conocida como la crisis del 98.

Las Guerras de Cuba: Causas

  • Políticas: Descontento con la administración colonial, falta de autonomía y fracaso de las reformas españolas.
  • Económicas: Dependencia de la economía cubana del azúcar, crisis económica en España y aranceles que favorecían los productos españoles.
  • Sociales: Pervivencia de la esclavitud hasta 1886, desigualdad entre peninsulares y criollos, y las reconcentraciones de Weyler.
  • Internacionales: Interés de EE.UU. (intentos previos de compra de la isla en el Manifiesto de Ostende, 1854) y apoyo a los insurgentes.
  • Estrategia insurgente: Uso de guerrillas y destrucción de plantaciones.

Desarrollo del Conflicto

A mediados del siglo XIX surgió en Cuba un movimiento que reclamaba mayor autogobierno. La falta de respuesta provocó la Guerra de los Diez Años (1868-1878). La Restauración contuvo el conflicto con la Paz de Zanjón (1878), prometiendo reformas. Sin embargo, la falta de reformas radicalizó el movimiento independentista.

En 1895, se inició una nueva sublevación con el Grito de Baire, liderado por José Martí (fundador del Partido Revolucionario Cubano), Máximo Gómez y Antonio Maceo. España envió un gran contingente militar, primero con Martínez Campos y luego con Valeriano Weyler, cuya política de reconcentración aumentó el apoyo a la independencia.

El Conflicto Bélico contra EE.UU.

La intervención de Estados Unidos fue clave. EE.UU. tenía intereses económicos en Cuba y aspiraba a convertirse en una potencia. La explosión del acorazado USS Maine en La Habana proporcionó la excusa perfecta.

En 1896 comenzó la insurrección en Filipinas. España respondió con represión y ejecutó a José Rizal, líder de la Liga Filipina. La intervención de EE.UU. fue clave para el control de Filipinas.

En 1896, el presidente estadounidense Cleveland intentó mediar (nota Olney). En 1897, McKinley amenazó con la guerra. La explosión del Maine en 1898 llevó a EE.UU. a declarar la guerra en abril.

La guerra fue breve (apenas 100 días) debido a la desigualdad de fuerzas. España fue derrotada en Cavite (Filipinas, 1 de mayo) y Santiago de Cuba (1 de julio). Tras la rendición de Manila (12 de agosto), España firmó la Paz de París (diciembre de 1898), reconociendo la independencia de Cuba (bajo control estadounidense) y cediendo Puerto Rico, Guam y Filipinas a EE.UU. En 1899, España vendió sus últimas colonias del Pacífico a Alemania.

Consecuencias de la Crisis del 98

  • Ideológicas: Surgió el Regeneracionismo (Joaquín Costa) y la Generación del 98.
  • Económicas: Pérdida del mercado colonial y materias primas, aunque la repatriación de capitales impulsó la banca.
  • Políticas: España perdió su estatus imperial y el ejército quedó desprestigiado. El sistema de la Restauración sobrevivió, pero con reformas (Maura y Canalejas).
  • Sociales: Cerca de 50.000 soldados, en su mayoría de clase trabajadora, murieron en la guerra.

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