La Europa de la Restauración y el Congreso de Viena
Tras la derrota de Napoleón, las grandes potencias vencedoras (Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña) se reunieron en el Congreso de Viena (1814-1815) con el objetivo de restaurar el absolutismo. Sin embargo, se hicieron algunas concesiones a la burguesía. En Francia, Luis XVIII promulgó una Carta Otorgada, reconociendo algunos derechos políticos, mientras que en Gran Bretaña se mantuvo el sistema parlamentario.
Reordenación del Mapa Europeo
El Congreso de Viena remodeló las fronteras europeas, repartiendo los restos del Imperio Napoleónico. Los más beneficiados fueron el Imperio Ruso, el Imperio Austriaco y el Reino de Prusia. Se acordó la celebración de congresos y el derecho de intervención, ejercido por la Santa Alianza (Prusia, Rusia y Austria).
Napoleón Bonaparte (1799-1815): Auge y Caída
Inicialmente, Napoleón compartió el poder con otros dos cónsules (triunvirato), pero en 1802 se declaró cónsul único y vitalicio. Una nueva Constitución limitó el sufragio a los más ricos, eliminó la Declaración de Derechos, acabó con las protestas populares, reprimió el jacobinismo y restableció el culto católico mediante el Concordato. En 1804, se coronó emperador.
Napoleón creó nuevas instituciones, inició reformas, elaboró un Código Civil, de Comercio y Penal, desarrolló la enseñanza pública y centralizó la administración.
Dominio y Declive del Imperio Napoleónico
Napoleón inició una política de expansión, dominando Europa desde el río Elba hasta la Península Ibérica. Su intento de crear un imperio encontró fuerte resistencia. A partir de 1812, fracasó en Rusia y tuvo problemas en España. La formación de una gran coalición europea llevó a su derrota en 1814. Se restablecieron los Borbones con Luis XVIII. Napoleón fue desterrado a la isla de Elba, regresando brevemente durante los «Cien Días», pero fue definitivamente derrotado en la Batalla de Waterloo (1815) y desterrado a Santa Elena.
La Revolución Francesa: La Convención Nacional (1792-1795)
La Convención Girondina
El gobierno girondino adoptó posiciones moderadas, enfrentándose a los montañeses, más radicales. El principal problema fue el destino del rey Luis XVI. Los girondinos querían castigarlo, mientras que los jacobinos querían procesarlo y ejecutarlo. Finalmente, Luis XVI fue guillotinado, y meses después, María Antonieta. Esto provocó una división en la Convención y la formación de una coalición europea antirrevolucionaria. Para frenarla, la Convención realizó levas obligatorias. La situación se agravó con la insurrección campesina de la Vendée, causada por el hambre y las levas. Esta insurrección fue apoyada por curas y nobles, formando un ejército realista.
La Convención Jacobina y «El Terror»
Los jacobinos ejecutaron a dirigentes girondinos y aprobaron una nueva Constitución en 1793, con soberanía popular y sufragio universal masculino. Se inició la política del «Terror» para acabar con los enemigos de la Revolución. El Comité de Salvación Pública, controlado por Robespierre, concentró todos los poderes. Se llevaron a cabo reformas sociales, se estableció un nuevo calendario (la República como año I) y se inició un proceso de descristianización, estableciendo el culto a la razón.
Los enemigos de Robespierre lo ejecutaron junto con sus fieles. Con la caída de los jacobinos, se aprobó una nueva Constitución con sufragio censitario y se instauró un nuevo poder ejecutivo: el Directorio.
La Construcción de los Estados Nacionales: Nación y Movimientos Nacionalistas
El pensamiento liberal, heredero de la Revolución Francesa, definía la nación como un conjunto de ciudadanos unidos por una historia, lengua y cultura, y, sobre todo, por la voluntad de vivir juntos y regirse por las mismas leyes e instituciones.
Los problemas nacionalistas surgieron porque las naciones no siempre se correspondían con las fronteras políticas de los Estados. En Europa central y oriental, el desajuste era mayor. Alemanes e italianos estaban divididos en múltiples entidades políticas, mientras que los imperios austriaco y turco sometían a diversas comunidades nacionales. El objetivo de los movimientos nacionalistas era la independencia.
Primeros Movimientos Nacionalistas (1820-1830)
Antes de 1848, destacan los movimientos de Grecia y Bélgica. En Grecia (1820), se inició una revuelta independentista y liberal contra el dominio turco. Bélgica se independizó de los Países Bajos tras una guerra civil, estableciendo una monarquía constitucional.
La Primavera de los Pueblos (1848)
La revolución de 1848 tuvo un importante contenido nacionalista en el Imperio Austriaco. Se produjo la «Primavera de los Pueblos», iniciada en Viena, con movimientos nacionalistas en Praga, Polonia, Croacia, Lombardía, Venecia y Hungría. El Imperio Austriaco se vio obligado a introducir reformas, convirtiéndose en una monarquía dual: Austria y Hungría, unidas por Francisco José.
El Movimiento Obrero: De Artesanos a Proletarios
Los campesinos emigraron a las ciudades, y los artesanos se arruinaron al no poder competir con las máquinas. Se transformaron en proletarios, sin propiedades, que trabajaban en fábricas a cambio de un salario. Surgió una nueva clase obrera, con jornadas de hasta 15 horas, dura disciplina, bajos salarios y alto desempleo debido a la mecanización.
Conflictos y Ludismo
Aparecieron asociaciones de trabajadores, inicialmente formadas por artesanos. Estas asociaciones fueron prohibidas en Francia e Inglaterra. Surgieron movimientos radicales como el ludismo, que se oponía a las máquinas, buscando provocar el paro y la negociación de condiciones laborales. El ludismo se extendió por Inglaterra y el continente europeo.
El Socialismo Utópico
Ante las injusticias del nuevo sistema, surgieron propuestas para organizar la sociedad de forma diferente, configurando el socialismo utópico. Pensadores como Babeuf y Blanqui creían en la igualdad a través de la violencia. Fourier creó los falansterios (comunidades de trabajadores). Cabet diseñó un país con igualdad social, sin éxito. Owen organizó a los trabajadores en cooperativas (sin propietarios ni salarios), proyecto que llevó a cabo en su fábrica textil en Escocia, pero, presionado, se trasladó a EE. UU.
La Forja del Sindicalismo
La primera organización obrera fue la Sociedad de Socorro Mutuo, a menudo clandestina. Sus acciones lograron la eliminación de las leyes que prohibían las asociaciones obreras en Gran Bretaña y la consolidación del derecho de asociación. Destaca la creación de la Asociación Nacional para la Protección del Trabajo en Inglaterra. La Great Trade Union (GTU) agrupó a la mayoría de los sindicatos e impulsó acciones reivindicativas. La reacción del gobierno y el fracaso de las cooperativas acabaron con la GTU. En 1830 comenzó la expansión del sindicalismo.
El Cartismo
En Gran Bretaña, el movimiento obrero se organizó en torno al cartismo. Un grupo de obreros creó la Carta del Pueblo, que pedía el sufragio universal masculino, un sueldo para los diputados y la reunión anual del legislativo. La Carta fue rechazada por el Parlamento, pero los cartistas lograron la reducción de la jornada laboral a 10 horas y la movilización de trabajadores.
La Revolución Francesa (1789-1799): Causas y Desarrollo
Causas de la Revolución
- La burguesía, enriquecida por el libre comercio, quería acabar con los privilegios de la aristocracia y el absolutismo.
- La aristocracia se oponía a los cambios y buscaba aumentar sus privilegios.
- Grave crisis económica y financiera: aumento de impuestos a los campesinos, alza de precios y exención de impuestos a la aristocracia.
- Participación de Francia en la Guerra de Independencia de EE. UU., aumentando los gastos y llevando a la hacienda francesa a la bancarrota.
Convocatoria de los Estados Generales
Calonne, ministro de Luis XVI, propuso que la nobleza pagara impuestos. La nobleza se negó, argumentando que solo los Estados Generales (EG) podían aprobarlos. La rebelión nobiliaria obligó a Luis XVI a convocar los EG. Se elaboraron los Cuadernos de Quejas, con peticiones al rey. El Tercer Estado (TE) exigió el mismo número de representantes que la nobleza y el clero juntos.
La Ruptura de Julio de 1789
Los EG se reunieron y deliberaban por separado (nobleza, clero, TE). Cada estamento tenía un voto. El TE reclamó la reunión conjunta y el voto por persona. El rey y los privilegiados se negaron, y los EG se suspendieron. Los representantes del TE se constituyeron en Asamblea Nacional (AN), dando lugar a la Revolución. El monarca cedió, y los EG se transformaron en Asamblea Nacional Constituyente. En julio, se produjo el asalto a la prisión de la Bastilla. Los revolucionarios formaron cuerpos armados (Guardia Nacional). Se produjo la revuelta del «Gran Miedo» en toda Francia.
La Asamblea Nacional Constituyente
Su propósito era abolir el Antiguo Régimen. Primero, eliminó el feudalismo (diezmo, rentas, justicia señorial). Segundo, aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, estableciendo la libertad e igualdad ante la ley, los derechos naturales, políticos y de propiedad, y la Soberanía Nacional.
Se redactó una nueva Constitución (1791) con:
- Monarquía Constitucional basada en la división de poderes: ejecutivo (rey), legislativo (asamblea) y judicial (jueces).
- Nueva división territorial.
- Libertad de comercio.
- Aumento de impuestos indirectos.
- Garantía de la libertad de empresa.
- Expropiación y venta de los bienes de la Iglesia.
- Autorización del divorcio.
- Constitución Civil del Clero (separación de sacerdotes que juraban la Constitución y los que no).
La Revolución Francesa: La Caída de la Monarquía y la Radicalización
Los nobles buscaban la intervención de las potencias europeas (especialmente Austria) para restablecer el Antiguo Régimen. La Asamblea Nacional se dividió. Los monárquicos y burgueses constitucionalistas intentaban frenar a los absolutistas y las demandas revolucionarias. El sector radical de la burguesía reclamaba una organización más democrática y reformas económicas para beneficiar a los desfavorecidos.
La familia real intentó fugarse para unirse a las tropas austriacas e invadir el país, pero fue descubierta en Varennes y devuelta a París. Se elaboró la Constitución y se eligieron los diputados de la Asamblea Legislativa (girondinos, jacobinos, cordeliers).
La Asamblea declaró la guerra a Austria. Las primeras acciones bélicas fueron desastrosas. Oficiales nobles se pasaron al bando contrario. Los sans-culottes de París defendieron la capital y asaltaron las Tullerías, atacando al rey.
Las Revoluciones Liberales de 1820, 1830 y 1848
Revoluciones de 1820 y 1830
Durante la Restauración, los liberales se mantuvieron en la clandestinidad (masones, carbonarios italianos, decembristas rusos). La revolución de 1820-1824 triunfó parcialmente en España, Portugal y Piamonte, pero la Santa Alianza intervino en España y los Estados Italianos. La revolución de 1830-1839 derrotó el poder aristocrático en Europa. Se inició en Francia con la caída de los Borbones y la implantación de una Monarquía Constitucional (Luis Felipe de Orleans). Tuvo gran influencia y logró la independencia de Bélgica.
La Experiencia Democrática y Social de 1848 («Primavera de los Pueblos»)
En 1848, una revolución fue causada por reformas insuficientes y el malestar de artesanos y obreros. En Europa (excepto Rusia), se abolió el feudalismo. En Europa Occidental, surgieron ideas democráticas que defendían la soberanía popular y el sufragio universal masculino. En París, el gobierno de Luis Felipe de Orleans restringió las libertades, se proclamó la República y se impulsaron reformas. Se celebraron elecciones y se formó un gobierno de republicanos moderados. Hubo una rebelión aplastada por el ejército. Napoleón III accedió al poder, proclamando el Segundo Imperio. Solo en Rusia permanecieron las estructuras señoriales.