12. 7.- Guerra Colonial y Crisis del 98:
En 1.898 la perdida de los últimos restos del Imperio, Cuba , P. Rico y Filipinas, en una guerra contra EE.UU., provoca una fuerte crisis interna. Para explicar lo que se califica de “Desastre” se producen diferentes intentos de respuesta que intentan solucionar los problemas del país. Estos intentos reciben el nombre de Regeneracionismo. En general ninguno tendrá éxito y el Sistema de la Restauración seguirá en crisis hasta su desaparición definitiva con la instauración de la II República.
3.1 Causas:–
Independentismo. -Política de los Gobiernos españoles -Interés EE.UU: económico y estratégico
La Guerra:
1985 Baire, Caudillos, Tácticas, Opinión Pública, Maine, Santiago y Cavite, Paz de Paris Consecuencias:.
Derrota: Perdidas territoriales -Planteamientos africanistas -Proteccionismo económico -Debate sobre las causas del desastre:
Regeneracionismo:
Literario: Generación del 98. Intelectual: Joaquín Costa “ Oligarquía y Caciquismo”
Problemas en España: atraso económico, predominio del secano, baja productividad. Analfabetismo y atraso cultural. Falseamiento político, país sin confianza en si mismo. Su intento de invertir en política mediante Unión Nacional fracasa pero sus ideas son usadas por la derecha e izquierda según les convenga. Las soluciones son la reforma agraria, extensión del regadío mediante una política de infraestructura hidráulica , pantanos. Creación de escuelas. Cirujano de hierro: político que tome medidas extraordinarias para sacar al país de su atraso
Gobiernos Regeneracionistas: Durante el siglo XX diferentes gobiernos se darán a si mismos ese titulo, A. Maura, J.Canalejas, M. Primo de Rivera durante el reinado de Alfonso XIII Crisis del 98 y sus consecuencias: – La guerra de Cuba: -Orígenes: La guerra del 98 no es sino el final de una serie de levantamientos anteriores (guerra de los 10 años entre 1868-78; la “guerra chiquita” de 1879, insurrecciones de 1883 y 1885) que exacerbaron el nacionalismo popular de sectores cada vez más amplios que incluyeron también a criollos. En sus raíces estaba la negativa a conceder ningún tipo de autonomía por parte de las élites políticas y económicas, temerosas de perder el monopolio económico cubano, y descontentas por la tardía abolición del esclavismo.
El tercer elemento destacado fueron los intereses económicos de EE.UU. (exportación de más del 90% del azúcar y el tabaco), cada vez más destacados que los propios españoles, lo que favoreció la intromisión estadounidense en los asuntos cubanos y su apoyo a los independentistas. -Desarrollo del conflicto: El frente del Partido Revolucionario Cubano (paralelamente estalló en Filipinas otra revuelta en 1896 duramente reprimida). La dura represión iniciada por Weyler provocó su cese y la concesión de una amplia autonomía para Cuba y Puerto Rico en 1898. Fue demasiado tarde. La voladura del Maine en 1898 provocó la entrada de EE.UU en la guerra y la consiguiente derrota española (batallas navales de Cavite en Manila y Santiago de Cuba). El 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía a EE.UU. Puerto Rico, Filipinas y Guam, vendiendo posteriormente a Alemania las Carolinas, las Marianas y Palaos.
2.- Las consecuencias del 98:
Se puso de manifiesto “el problema de España”, su atraso y aislamiento. Ello provocó la aparición de un importante movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, que rechazaba el sistema de la Restauración y proponía una transformación, más menos radical, de las estructuras (Joaquín Costa, Ortega). Tuvo una vertiente literaria en la “generación del 98”Cierto aumento del antimilitarismo, fundamentalmente entre las clases populares, a raíz del reclutamiento y la ineficiencia de la oficialidad El rechazo, a su vez, de los militares hacia los políticos, a los que se hará responsables de la derrota, exigiéndose una modernización del ejército. La economía española, y especialmente la industria catalana, perdieron un excelente mercado para sus productos y unas materias primas baratas, aunque lograron atraer capitales de los indianos enriquecidos (creación de nuevos bancos). La guerra acentuó el déficit hacendístico. Ciertas burguesías periféricas se replantearon la capacidad del gobierno para defender sus intereses (nacionalismos como alternativa).
La liquidación del imperio colonial: Cuba y Filipinas. El 98 y sus repercusiones
El imperio colonial ultramarino español. Tras la independencia de la mayor parte del imperio a inicios del siglo XIX (Ayacucho, 1824), sólo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico, y el archipiélago de las Filipinas en sudeste asiático continuaron formando parte del imperio español. Cuba y Puerto Rico basaban su economía en la agricultura de exportación, esencialmente basada en el azúcar de caña y el tabaco, en la que trabajaba mano de obra negra esclava. Eran unas colonias que alcanzaron un importante desarrollo y que eran muy lucrativas para la metrópoli. Cuba se convirtió en la primera productora de azúcar del mundo. Las duras leyes arancelarias impuestas por el gobierno de Madrid convirtieron estos territorios en un «mercado cautivo» de los textiles catalanes o las harinas castellanas. Esta situación perjudicaba claramente a las islas antillana que podían encontrar productos mejores y más baratos en los vecinos Estados Unidos.
En Cuba y Puerto Rico, la hegemonía española fue basando cada vez más en la defensa de los intereses de una reducida oligarquía esclavista, beneficiada por la relación comercial con la metrópoli. El caso filipino era bien diferente. Aquí la población española era escasa y muy pocos capitales invertidos. El dominio español se sustentaba en una pequeña presencia militar y, sobre todo, en el poder de las órdenes religiosas.
El problema cubano y la guerra con Estados Unidos
La Guerra Larga (1868-1878), saldada con la Paz de Zanjón, había sido un primer aviso serio de las aspiraciones independentistas cubanas.
La ausencia de reformas facilitó el que el anticolonialismo se desarrollará pese a la represión. José Rizal en Filipinas y José Martí en Cuba se configuraron con figuras claves del nacionalismo independentista filipino y cubano.
En 1895 estallaron de nuevo insurrecciones independentistas en Filipinas y Cuba. Una dura y cruel guerra volvió a provocar que decenas de miles de soldados procedentes de las clases más humildes fueran embarcados hacia esas distantes islas.