Revolución Industrial: Transformación Económica y Social

Origen de la Revolución Industrial

Las sociedades preindustriales se caracterizaban por una agricultura de subsistencia y una industria artesanal con serias barreras tecnológicas. La mayor parte de la población tenía escasa capacidad de compra, los medios de transporte eran lentos y el comercio estaba obstaculizado por la existencia de aduanas en cada país. Desde mediados del siglo XVIII, en Inglaterra, surgió el desarrollo en pocas décadas de ciertas industrias básicas (textil y siderurgia). Fue de tal magnitud que se calificó como revolucionario.

Fue un proceso de cambio que afectó a todos los sectores de la economía y la sociedad. Estos cambios se expandieron a otros países. Esta Primera Revolución Industrial tuvo lugar entre 1780 y 1870 y se caracterizó por:

  • El uso del carbón como fuente de energía.
  • La máquina de vapor y la fábrica como símbolos del nuevo maquinismo.
  • La industria textil del algodón como pionera en ese gran cambio.

La Segunda Revolución Industrial se inicia en la década de 1870 y tuvo la electricidad, el petróleo y el motor de explosión como símbolos de esa nueva transformación del capitalismo.

Revolución Demográfica

El crecimiento demográfico para Reino Unido fue beneficioso, y el éxito de su industrialización se debe al crecimiento de la población y de los recursos agrícolas. El crecimiento demográfico se debió a dos procesos:

  • El aumento de la natalidad.
  • El descenso de la mortalidad.

A partir de 1760 se inició una reducción de la mortalidad por dos causas:

  • La dieta mejoró, gracias al aumento de la producción y a los nuevos medios de transporte que posibilitaron la importación de alimentos.
  • Se produjeron importantes avances en la medicina y mejoraron las condiciones higiénicas.

Este cambio de tendencia permitió un crecimiento demográfico sin precedentes. En la segunda mitad del siglo XIX se produjo el descenso de la natalidad por los cambios sociales y de mentalidad.

Revolución Agrícola

Se inició a principios del siglo XVIII con las leyes de cercamientos (Enclosure Acts). También fue decisiva la aparición de nuevos empresarios agrícolas con mentalidad capitalista. Gran parte del suelo agrícola de Inglaterra, especialmente en el sur y este del país, estaba dividida en campos abiertos (openfields). Su explotación colectiva atendía a la beneficencia, proporcionaba leña y otros productos naturales. Las leyes de cercamientos, aprobadas por el parlamento, transformaban las dehesas comunales en grandes parcelas privadas y valladas.

Efectos de los cercamientos:

  • Como desaparecieron los bienes comunales, los campesinos sin tierra tenían dificultades para subsistir y marcharon a las ciudades a buscar trabajo, donde formaron parte del proletariado industrial.
  • El sistema de producción se hizo más rentable, pues se formaron grandes explotaciones en las que se mecanizaron las labores agrícolas. Se introdujeron novedades técnicas.
  • Los cercados impedían que el ganado pastase en los campos, lo que permitió suprimir el barbecho. El ganado se estabuló y su cría se hizo más rentable.

Los resultados fueron fantásticos: la productividad en el campo aumentó un 90% y los ingresos también crecieron. El desarrollo agrario propició el despegue de la industria. El sector primario perdió importancia en el siglo XIX debido a que su crecimiento fue menor que el desarrollo de los sectores industriales y del servicio.

Otros Factores que Favorecieron el Despegue Industrial

Que la Revolución Industrial se iniciara en Reino Unido no fue casual. Existían una serie de factores que propiciaron el despegue de este país:

  • El contexto político e institucional favoreció este gran cambio. Reino Unido tenía una monarquía parlamentaria. El parlamento estaba dominado por las clases medias urbanas y rurales, muy activas económicamente, que legislaban a favor de los negocios.
  • El país era la primera potencia marítima y comercial del mundo. Los productos británicos encontraron salida en los nuevos mercados.
  • Desde el siglo XVII el país había favorecido la libertad comercial y se alejó del sistema de monopolios comerciales e industriales de otros países. La Revolución Industrial británica no fue una transformación planificada, sino espontánea, en la que tuvo un papel destacado la iniciativa privada en un contexto de libertad económica.

Las Industrias Pioneras

A finales del siglo XVIII se inició un cambio económico: aparecieron las primeras fábricas, que supusieron el nacimiento de la industria moderna. La industrialización estaba acompañada de la innovación tecnológica. Como consecuencia, la fuerza humana o animal se sustituyó con la fuerza de las máquinas en los procesos de producción. Las innovaciones se limitaron primero al sector de la industria textil y, más tarde, a la siderúrgica. Este desarrollo se vio favorecido por las relaciones entre científicos y fabricantes.

Industria Textil Algodonera

Fue el primer motor de cambio. La necesidad de innovar surgió por la exigencia de la creciente demanda de hilo de calidad a bajo precio. Estos cambios no hubieran sido posibles sin la introducción de la máquina de vapor de James Watt. Este invento permitía utilizar la fuerza del vapor para mover las máquinas hiladoras y los telares. Estas máquinas usaban carbón como combustible. La industria del algodón fue un sector rector, es decir, aquel que impulsó el desarrollo y al que luego siguieron otros. La industria algodonera fue un sector de demanda importante y creciente para la agricultura, la industria siderúrgica y la minería.

Industria Siderúrgica

El primer paso para la mejora de la producción de hierro fue la introducción en los hornos de carbón de coque (de mayor poder energético) en lugar del carbón vegetal. El resultado de estos avances fue la concentración de las fábricas cerca de las minas de carbón. El impulso del sector siderúrgico vino primero de la demanda de máquinas para la industria textil y, desde 1830, por las necesidades de la construcción del ferrocarril.

Revolución de los Transportes

La industria necesita para su funcionamiento un sistema de distribución, que a su vez requiere una red de transporte rápida y fiable. A mediados del siglo XVIII, el transporte de personas y mercancías era lento. La solución vino primero de la construcción de una red de canales que unieron centros productores de materias primas con las zonas industriales. El ferrocarril fue la gran revolución. Las consecuencias de este invento fueron:

  • Benefició a la industria metalúrgica, cuya producción aumentó mucho por la fabricación de trenes y raíles.
  • Significó un gran desarrollo para la ingeniería civil.
  • Facilitó el transporte de materiales pesados.
  • Acorto el tiempo de los viajes.
  • Abarató el precio de las materias primas y los productos.
  • Potenció la formación de grandes sociedades de capital.
  • Se fomentó que muchas personas que anteriormente no se movían de su lugar de residencia comenzaran a viajar.

Inversión Productiva y el Espíritu de Empresa

Reino Unido tuvo un proceso de acumulación de capital. El Banco de Inglaterra ejerció una importante labor: prestaba dinero a la política exterior y apoyaba a compañías comerciales autorizadas por la corona británica. Se crearon bancos privados. La mayor parte de los primeros industriales se autofinanciaban. Antes había empresas familiares, pero algunos sectores necesitaban grandes inversiones, por lo que se hizo necesario que varias personas unieran sus capitales y así surgieron las sociedades anónimas, financiadas por acciones que cotizaban en la bolsa de Londres.

Liberalismo Económico y Capitalismo

La Revolución Industrial permitió el paso de una economía limitada y mercantilista a una economía liberal que se basaba en tres principios:

  • La propiedad privada, libre y sin limitaciones de la tierra y los capitales.
  • La libre empresa, la libre contratación de la mano de obra y la libre regulación del sistema productivo sin interferencias del Estado.
  • Un mercado libre regulado solo por el beneficio y la ley de oferta y la demanda en el intercambio comercial.

Bases Teóricas del Liberalismo Económico

  • Según Adam Smith, lo que movía a las personas a actuar en economía era el interés individual. Esta doctrina apoyaba la iniciativa privada frente al Estado, que debía limitar su papel y dejar que la «mano invisible» del mercado dirigiera libremente la economía. Defendió que la riqueza procedía del trabajo humano y no de la acumulación de metales preciosos o tierras. Smith tenía una visión optimista, pensaba que si se dejaba libremente a la iniciativa privada, se produciría un crecimiento continuo que beneficiaría a todas las personas.
  • Robert Malthus observó que la población crecía a un ritmo mayor que los alimentos. La consecuencia es que se produce una fase de mortandad (crisis malthusiana) para volver a equilibrar la población a los recursos.
  • David Ricardo defendió las ventajas del librecambismo y la división internacional del trabajo.
  • John Stuart Mill defendió la iniciativa individual, la acumulación de capital y el libre mercado competitivo, pero creía que el Estado debía intervenir.

Sistema Económico Capitalista

La Revolución Industrial supuso el triunfo completo del sistema económico capitalista. Sus reglas de funcionamiento, basadas en las teorías del liberalismo económico, forjaron las sociedades contemporáneas de Occidente. El cambio económico tuvo transformaciones sociales:

  • El paso de una sociedad rural de base agraria a una sociedad de base industrial y de servicios con gran desarrollo urbano.
  • El paso de una sociedad estamental, cuyos privilegios eran de origen jurídico, a una sociedad de clases, basada en la riqueza.
  • El crecimiento económico iba unido a la industrialización. La mejora del bienestar general se conoce como producto social.

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