Revolución Rusa: 1905, Febrero y Octubre de 1917

La Revolución Rusa: 1905, Febrero y Octubre de 1917

La Revolución de 1905

La difícil situación social, unida al descontento popular agravado por la guerra y derrota de Rusia ante Japón, provocaron la reacción contra el zarismo. Se trataba de respuestas diferentes: el campesinado de forma desorganizada; los sectores liberales que abogaban por una constitución burguesa; los trabajadores, que llegaron a elegir el primer soviet de diputados obreros de San Petersburgo. Los bolcheviques en 1917 recordarían las movilizaciones de 1905 como un ensayo revolucionario del que extrajeron solventes enseñanzas.

La denominada revolución de 1905 recorre varias fases:

Fases de la Revolución de 1905

  • A. Durante el año 1904 hasta enero de 1905 se produjeron sucesivas derrotas frente a los japoneses, que terminaron con la capitulación de Rusia. A las movilizaciones en favor de las reformas, se unió la huelga de las fábricas Putilov de San Petersburgo y la célebre manifestación, a cuyo frente estaba el pope Gapon, que terminó ante el Palacio de Invierno siendo duramente reprimida. Las peticiones al padrecito zar se convirtieron en rebeldía a partir del que es conocido como domingo sangriento. Las movilizaciones se extendieron por todo el país afectando a todas las actividades.
  • B. En la primavera de 1905 las movilizaciones campesinas se extendieron a parte del ejército. Cerca de Moscú, en Ivanovo Voznesensk, se constituyó el primer soviet de obreros, en realidad un consejo de delegados.
  • C. En septiembre de 1905 se firmó el tratado de Portsmouth, que ponía fin a la guerra. Del soviet más fuerte, organizado en San Petersburgo, parecía irradiar la revolución a través de otros soviets de campesinos, obreros y soldados. El modelo de organización de los soviets y la vanguardia proletaria marcarán la naturaleza de la revolución, posteriormente en 1917. El 30 de octubre el zar hizo algunas concesiones reformistas, estableció varios derechos cívicos así como el funcionamiento del parlamento ruso o Duma, aunque con competencias muy limitadas.
  • D. En los últimos meses de 1905 el gobierno zarista, zanjó la inestabilidad mediante la fuerza: disolvió el soviet de San Petersburgo y Moscú, descabezó las organizaciones políticas deteniendo a sus responsables, cerró o censuró su prensa, de forma que hacia enero de 1906 controlaba la situación.

La revolución de 1905 tuvo importantes consecuencias, permitió a los revolucionarios que intervinieron en ella, como Lenin o Trotski, extraer importantes enseñanzas, como el papel de vanguardia del proletariado y el modelo organizativo de los soviets o consejos de delegados, bajo la dirección del partido bolchevique.

Hasta 1914 el zar pretendió dar muestras de fortaleza reservándose el derecho a veto cuando no disolviendo las dumas o nombrando a la mitad de los componentes del Consejo de Estado. Mientras, se seguían debilitando las bases sobre las que se sustentaba el zarismo. La reforma agraria que había impulsado Stolypin, ministro del Interior en 1904 y primer ministro en julio de 1906 fue quizá una de las iniciativas más importantes para estabilizar el campo, ampliando el número de propietarios rurales. Las tradicionales comunidades agrarias llamadas mir se desmantelarían para que sus integrantes pasaran a ser propietarios. El proceso llevó a la venta 15 millones de hectáreas, propiedad del Estado y un tercio de habitantes rurales se desligaron de las comunidades agrarias, pero millones de campesinos quedaron al margen viviendo las calamidades de siempre. Las dumas se reunieron a finales de 1905, en 1907 y entre 1907-1912. Cuando se convocaron las elecciones para la cuarta duma, en 1912 los partidos se habían radicalizado en sus respectivas posturas, manteniéndose una crisis política permanente, agravada por la entrada en la guerra a partir de 1914.

La Revolución de febrero de 1917

La situación social era explosiva en enero de 1917. Levantamientos, huelgas y manifestaciones, desde Petrogrado, como se denominaba desde 1914 a San Petersburgo, a través de otras ciudades de la Rusia europea, provocaron la caída del zarismo en unos días. El 27 de febrero quedaron configurados dos poderes paralelos: los liberales dominaban el Comité ejecutivo provisional de la Duma y suponían la opción moderada frente a los socialistas que recurrían a la original forma organizativa de 1905. Un Soviet de obreros y soldados, de mayoría menchevique y social-revolucionarios era la otra opción. Confluyeron en la necesidad de favorecer un gobierno provisional, presidido por el príncipe Lvov. La abdicación el día 3 de marzo de Nicolás II y del Gran Duque Miguel, su hermano, transformó a Rusia en una República.

El primer gobierno de Lvov, de coalición liberal-socialista se prolongó desde mayo a agosto y contaba con Kerenski como ministro de guerra, que pretendía un control a partir de una autoridad centralizada. El segundo gobierno estuvo presidido por el mismo Kerenski y hubo de hacer frente a la doble presión del general zarista Kornílov que promovió un golpe en septiembre que fue abortado y al movimiento de los soviets, dispuestos a negar cualquier colaboración con el gobierno de Kerenski y preparados para ejecutar el plan revolucionario.

La Revolución de octubre de 1917

Durante el año 1917 la guerra posicionaba a todas las organizaciones políticas y provocaba serios problemas al país, sobre todo, a la población trabajadora, sobre la que recayeron las más pesadas cargas. Si los sectores más conservadores eran partidarios de continuar la guerra, también ese fue el objetivo del gobierno provisional.

Los bolcheviques eran los que veían claro que la guerra, por su carácter imperialista, no tenía nada que ver con los intereses de los trabajadores.

La impopularidad de la guerra aumentaba con las derrotas militares. Lenin consideró la situación suficientemente madura para iniciar la revolución. El Comité Central del partido bolchevique se pronunció mayoritariamente por la revolución armada y a mediados de octubre organizó el Comité Militar Revolucionario, esperando el momento más propicio para actuar. Dicho momento llegó cuando varios regimientos acantonados en Petrogrado fueron movilizados para enviarlos al frente. La reacción popular y de parte del ejército fue el momento considerado por los revolucionarios para poner en marcha la ocupación de los lugares estratégicos de la ciudad el 24 de octubre y el siguiente la multitud ocupó el Palacio de Invierno de Petrogrado desde donde huyó precipitadamente el gobierno de Kerenski. Una semana después fue totalmente controlada Moscú y gran parte de la Rusia europea, si bien otros territorios del extensísimo imperio permanecieron en poder de las antiguas autoridades.

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