Revolución Rusa: Causas, Desarrollo y Consecuencias del Régimen Soviético

La Revolución Rusa: Un Análisis Detallado

La causa principal de la Revolución Rusa fue la crisis política e institucional del estado zarista, exacerbada por la tensión social provocada por la Primera Guerra Mundial. La guerra terminó por destruir el gobierno dictatorial del zar, permitiendo que Lenin y los bolcheviques tomaran el poder.

Rusia en la Gran Guerra

La participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial precipitó la caída del zar. Rusia enfrentaba ataques en todas sus fronteras por parte del Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano. La movilización forzosa de campesinos, mal preparados para el combate, resultó en un ejército ineficiente. Esto condujo a grandes derrotas, miles de prisioneros, enormes pérdidas humanas, expansión del hambre y miseria en los campos y ciudades. Este descontento generalizado impulsó la movilización de las clases burguesas, obreros y campesinos contra el zar y las autoridades.

Revolución de Febrero

El primer golpe revolucionario tuvo lugar en Petrogrado, la capital imperial. Fue una manifestación espontánea de mujeres y obreros que exigían alimentos. El gobierno envió al ejército para reprimir la protesta, pero los soldados se unieron a los manifestantes, forzando la división del gobierno y de los militares leales al zar. Un grupo de diputados liberales en la Duma estableció un gobierno provisional presidido por Lvov, mientras que el Soviet de Petrogrado asumía funciones administrativas. La presión forzó la caída del zar, reemplazándolo por una república liberal democrática, un cambio que trajo consigo inestabilidad.

Crecientes tensiones internas llevaron a una dualidad de poderes:

  1. Gobierno Constitucional: Representaba a los burgueses y pretendía construir un nuevo estado liberal democrático.
  2. Soviets: Organismos administrativos municipales constituidos por las masas obreras y campesinas, fuertes en Moscú y Petrogrado, y gobernados por Trotsky.

Lenin regresó del exilio con la intención de imponer una dictadura del proletariado para establecer el socialismo y, eventualmente, el comunismo: una sociedad sin clases ni estado. Aunque los bolcheviques eran minoría, Lenin instauró un programa con tres exigencias clave: paz (fin a la guerra), pan (remedio a la crisis alimentaria) y tierra (propiedad plena a los campesinos). Lenin también propuso la consigna «todo el poder a los soviets».

Sin embargo, los bolcheviques no tenían suficiente poder para imponerse, y las elecciones fueron ganadas por los socialistas revolucionarios. Lenin, reacio a compartir el poder, impuso un gobierno bolchevique conocido como el Consejo de Comisarios del Pueblo.

Creación del Régimen Soviético

Lenin llegó al poder mediante un golpe de mano bolchevique. Para consolidar su régimen, implementó diversas medidas:

  1. Decreto sobre la Tierra: Expropiación de tierras y entrega a los campesinos.
  2. Conversaciones de Paz: Negociaciones para poner fin a la guerra.
  3. Control Obrero: Control obrero de las industrias.
  4. Autodeterminación: Concesión del derecho de autodeterminación a todas las nacionalidades del Imperio.

Los bolcheviques implantaron una dictadura en 1917, disolviendo la asamblea y renombrándose como Partido Comunista. Esto desencadenó una guerra civil contra la oposición, los «rusos blancos», apoyados por las potencias aliadas que buscaban la contrarrevolución. Lenin, consciente de que continuar la guerra pondría en riesgo su poder, firmó el Tratado de Brest-Litovsk, un tratado de paz que puso fin a la participación rusa en la Primera Guerra Mundial.

En 1919, se fundó la Tercera Internacional (Komintern), una organización promovida por los bolcheviques para dirigir el movimiento comunista internacional y exportar la revolución a todo el mundo.

Del Comunismo de Guerra a la NEP

Entre 1918 y 1921, Lenin estableció un régimen totalitario, el primer estado de partido único en la historia. El «comunismo de guerra» nacionalizó las industrias, el comercio, el transporte, los servicios, las instituciones educativas y la propiedad. Los efectos fueron desastrosos, con 5 millones de personas muriendo de hambre y frío, y las cosechas de cereales reduciéndose a más de la mitad. Lenin abandonó el comunismo de guerra y lo sustituyó por la Nueva Política Económica (NEP), que permitía a los campesinos controlar sus granjas y comercializar sus cosechas. Esto representó un retorno controlado a la economía de mercado y resultó en un aumento de la producción agraria, abasteciendo a las ciudades. El estado mantuvo el control del crédito y de los sectores clave de la economía: ferrocarriles, banca, grandes empresas y comercio exterior. La revitalización de la economía fue inmediata, dando lugar a un campesinado próspero y a una burguesía comercial pujante.

En la política, la sociedad estaba gobernada por los obreros y los campesinos.

Sucesión de Lenin

Tras la muerte de Lenin, la sucesión se disputó entre Stalin (con gran poder pero carente de habilidades administrativas) y Trotsky (mejor administrador pero con exceso de confianza). Stalin se impuso, y en 1922 se fundó la URSS.

Triunfo del Estalinismo

La URSS se convirtió en una dictadura totalitaria bajo el liderazgo de Stalin, quien exilió a Trotsky. Stalin impuso un régimen totalitario que pretendía controlar todos los aspectos de la vida social a través del Partido Comunista. Consideraba enemigos del pueblo a cualquiera que no estuviera de acuerdo con sus ideas y controlaba todos los cargos del poder. El PCUS llevó a cabo varias purgas para eliminar a los adversarios:

  • 1930: Expulsión de todos los trotskistas.
  • 1936-1939: Ejecución de políticos que habían formado parte del partido comunista (Procesos de Moscú).

Stalin utilizó la violencia y el terror para imponerse, anulando resistencias y voluntades. Reemplazó la policía política por la NKVD (Comisariado Popular para Asuntos Internos), encargada de tareas represivas y de la dirección del Gulag, la red nacional de campos de trabajo y reclusión. Durante el mandato de Stalin, la NKVD fue responsable de aproximadamente 780,000 muertes, y los campos de trabajo albergaron a 1.3 millones de prisioneros.

Industrialización y Colectivización

Stalin puso fin a la NEP y llevó a cabo su propia política económica, basada en tres pilares:

  1. Planificación Central: El estado controlaba toda la economía a través del Gosplan, un nuevo departamento gubernamental encargado de la planificación económica.
  2. Colectivización Agrícola: Los campesinos debían compartir todas sus cosechas con el estado.
  3. Industrialización: Se fortaleció la clase obrera y se priorizó la industria pesada, a costa de la explotación laboral. Se realizaron numerosas obras públicas.

Los resultados del plan fueron desiguales, pero hubo éxito en la producción de bienes de equipo y el crecimiento de la renta nacional. El segundo plan se centró en la energía, la industria ligera y el transporte, mientras que el tercer plan se enfocó en la industria pesada, la química, los bienes de equipo y la formación de técnicos.

Mientras los países capitalistas vivían la Gran Depresión, la URSS incrementó su PIB per cápita en un 6.5% y, en pocos años, alcanzó los niveles de industrialización de los países más avanzados.

Revolución de 1905

El imperio de los zares comenzó a sufrir grandes sacudidas revolucionarias debido a la derrota ante Japón, que causó gran descontento en la clase obrera y los campesinos, quienes exigieron mejores condiciones de vida. Esta derrota significó una gran humillación para el zar, demostrando el creciente retraso de Rusia frente a sus vecinos modernizados.

El detonante fue una masiva manifestación obrera que se dirigió al Palacio de Invierno de San Petersburgo. El ejército disparó contra los manifestantes, causando muchas muertes y heridos en un evento conocido como el Domingo Sangriento. Esto provocó una ola de huelgas y asaltos en todo el país, poniendo al régimen al borde del abismo. Para detener la revuelta, el zar hizo promesas de libertades civiles y una convocatoria del Parlamento para elaborar una constitución de estilo liberal democrático, pero no cumplió plenamente sus promesas (Nicolás II). Se realizaron algunas reformas administrativas e incluso se convocaron elecciones a la Duma, que carecía de poderes de control gubernativo y capacidad legislativa. El gobierno se volvió arbitrario y cayó en poder de camarillas de la corte, siendo la más influyente la dirigida por Rasputín. El aislamiento político y vital era un factor crucial en la situación rusa.

Revolución de Octubre

Alexander Kerensky confió la dirección del ejército al general Kornilov, quien en septiembre intentó dar un golpe de estado que fracasó. Ante la persistencia del hambre y el desprestigio del gobierno de Kerensky, se produjo un segundo golpe revolucionario el 25 de octubre. Las milicias armadas bolcheviques, con el apoyo de los marinos de la fortaleza naval de Kronstadt, asaltaron el Palacio de Invierno de Petrogrado.

Al mismo tiempo, patrullas bolcheviques ocuparon todos los puntos estratégicos de la ciudad: correos, teléfonos, fábricas de electricidad, bancos, estaciones y puentes. A pesar de sus éxitos en la capital, los bolcheviques tenían pocos seguidores en el resto del país. Los soldados movilizados soñaban con la paz anunciada, pero eran débiles en las provincias. En las elecciones de la Asamblea Constituyente, recibieron menos de una cuarta parte de los votos y no ganaron las elecciones, que fueron ganadas por los socialistas revolucionarios.

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