La Revolución de 1868
En enero, la situación sociopolítica era crítica. Los firmantes del Pacto de Ostende actuaron y, en septiembre, se produjo el levantamiento en Cádiz con el objetivo de extender la revolución a los municipios y captar voluntarios. Los sublevados fueron dirigidos por el general Serrano. El ejército de Isabel II, liderado por el general Novaliches, se enfrentó a los revolucionarios en Córdoba. Tras el encuentro, se solicitó a los voluntarios que devolvieran las armas, considerando innecesario continuar la lucha.
El Gobierno Provisional (1868-1871)
Se estableció un gobierno provisional presidido por Serrano, con el general Prim en el Ministerio de Guerra. Unionistas, progresistas y demócratas conformaron el gabinete ministerial. Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes mediante sufragio universal. Los progresistas marcaron la ideología del nuevo gobierno y la Constitución se aprobó al año siguiente.
La Constitución de 1869
Considerada la más radicalmente liberal, se la conoce como la Constitución democrática de 1869. Sus principales características son:
- Soberanía nacional
- Monarquía democrática como forma de Estado
- Poder legislativo en unas Cortes bicamerales
- Poder judicial reservado a los tribunales
- Amplia declaración de derechos
- Libertad de cultos religiosos
A pesar de la nueva Constitución, las reformas sociopolíticas iniciales se vieron obstaculizadas por diversas cuestiones de gravedad. Los republicanos fueron fácilmente contenidos debido a su falta de organización. Otro problema surgió en Cuba, donde la burguesía criolla, alentada por su poderío económico y por Estados Unidos, manifestó sus intenciones independentistas.
La Monarquía Democrática: Amadeo I (1871-1873)
La Constitución establecía la monarquía como forma de gobierno, lo que generó el desacuerdo de republicanos y parte de los demócratas. El general Serrano fue nombrado regente. Tras descartar la opción de los Borbones, se buscó un candidato adecuado entre las familias reales europeas. Amadeo I, rey de Italia y perteneciente a una dinastía con fama de liberal y con inclinaciones anticlericales, fue elegido. El 16 de noviembre de 1870, se produjo la votación en las Cortes: 191 de 311 diputados votaron a favor de la nueva monarquía. Ese mismo día, el general Prim fue asesinado.
El reinado de Amadeo I fue un completo desastre, encontrándose con un amplio frente de rechazo:
- La aristocracia terrateniente y la burguesía industrial
- El carlismo
- El clero, mayoritariamente hostil al nuevo rey
- La oposición republicana
Amadeo I, impotente y harto de la situación, abdicó el 11 de febrero de 1873 y regresó a Italia.
La I República (1873-1874)
Tras la abdicación de Amadeo I, se proclamó la I República, nombrando a Estanislao Figueras como jefe de Gobierno. Sus ideas tenían escaso apoyo social y se enfrentaban a la oposición de los grupos sociales e instituciones poderosas del país. A esto se sumaba una situación caótica: crisis financiera del Estado, crisis agraria, golpes militares apoyados por progresistas radicales, la aparición de juntas revolucionarias en Cataluña y la división entre los propios republicanos.
Se celebraron elecciones con victoria republicana. Inesperadamente, Figueras dimitió y la presidencia recayó en Pi y Margall. La nueva Constitución, que no llegó a publicarse, definía el Estado republicano como federal, compuesto por 17 estados y varios territorios de ultramar. Las relaciones entre estos serían coordinadas por el presidente de la República, y los municipios gozarían de amplia autonomía.
A esta situación se añadió el levantamiento cantonalista, en el que diversas regiones, provincias y ciudades pretendieron independizarse debido a la fiebre federalista. El más importante fue el de Cartagena, que contaba con un importante arsenal. Otros levantamientos tuvieron lugar en Valencia, Málaga, Almansa, Granada, etc.
Incapaz de dominar la situación, Pi y Margall dimitió y fue elegido presidente Nicolás Salmerón. Sin embargo, no contaba con el apoyo de conservadores ni de republicanos, y las Cortes le retiraron su confianza. Durante la votación para ratificar la confianza al gobierno, el general Pavía tomó el Congreso y anunció la constitución de un gobierno de emergencia, liderado por Serrano.
Reformas de los Gobiernos Republicanos
A modo de balance, los gobiernos republicanos adoptaron reformas bastante radicales que, paradójicamente, debilitaron al propio régimen. Las principales medidas fueron:
- Supresión del impuesto de consumo, eliminación de las quintas para integrar en el ejército y reducción de la edad de voto a los 21 años.
- Separación de la Iglesia y el Estado, reglamentación del trabajo infantil y abolición de la esclavitud asiática en Cuba y Puerto Rico.
El régimen republicano, con la Constitución ya suspendida por Serrano, se mantuvo nominalmente un año más. Fue un paso previo a la Restauración borbónica.