Unión Dinástica de Castilla y Aragón
Formación de la Monarquía Hispánica
A fines del siglo XIV, la Península Ibérica estaba formada por cinco reinos: Castilla, Aragón, Portugal, Navarra y Granada. Estos reinos se conformaron a lo largo de la guerra contra los musulmanes que ocuparon la Península desde el siglo VIII. En 1474, tras una guerra civil en Castilla, Isabel I es proclamada reina y reconocida por sus rivales (incluido Portugal) mediante el tratado de Alcaçovas de 1479. Ese mismo año murió Juan II de Aragón, haciendo a Fernando rey de Aragón, Sicilia y Cerdeña. En 1469, Isabel y Fernando se casaron en Valladolid. Así comienza el reinado de los Reyes Católicos, título otorgado por el papa Alejandro VI en 1496 por la unificación y pacificación de sus reinos, la expulsión de los judíos, la conquista de Granada, la liberación de Nápoles y los estados pontificios del dominio francés, y la promesa de una cruzada contra los otomanos.
Unión Dinástica: Castilla y Aragón
El matrimonio de los Reyes Católicos ha sido considerado por muchos historiadores como el paso definitivo hacia el nacimiento de la nación española, al unir Castilla y Aragón, seguida por la conquista de Granada y la anexión de Navarra. Sin embargo, no fue una unificación territorial ni el nacimiento de una nación. Fue una unión dinástica, una monarquía compartida donde Isabel era reina de Castilla y reina consorte de Aragón, y Fernando rey de Aragón y rey consorte de Castilla. Cada reino conservó sus leyes, costumbres e instituciones. Las fronteras imponían derechos sobre mercancías y la moneda era distinta.
Características del Nuevo Estado
El nuevo Estado era una monarquía autoritaria, etapa de transición a la monarquía absoluta de la Edad Moderna. La unidad se dio en la unión de las coronas, pero no en una unificación total del territorio, manteniendo la independencia política interior y las instituciones propias de cada reino. Los Reyes Católicos iniciaron el proceso de transformación de la monarquía medieval en monarquía autoritaria y, luego, absoluta. Crearon un Estado Moderno por encima de señores feudales, la Iglesia y las ciudades. El aumento de las competencias del Estado y el poder político de la monarquía hizo más compleja la administración central, requiriendo una gran burocracia con juristas y letrados. Para evitar limitaciones a su poder, evitaron convocar las Cortes de Aragón, pero sí las de Castilla con cierta frecuencia, aunque estas carecían de función legislativa. El Consejo Real, antes consultivo y dominado por la nobleza y el clero, se convirtió en el órgano de gobierno más importante, integrado por letrados desde 1495. Se crearon consejos especializados: Suprema Inquisición, de la Mesta, de las Indias, de Órdenes, de Aragón y de Hermandad (extinguido en 1498). El Consejo Real de Castilla prevaleció sobre los demás. En justicia, se establecieron dos Chancillerías y dos Audiencias en Castilla, y una Audiencia en cada reino con Cortes en Aragón. Para el orden público, crearon la Santa Hermandad, un cuerpo armado permanente. Los corregidores, designados por los reyes, gobernaron las ciudades, limitando el poder de las oligarquías locales. La Inquisición, tribunal eclesiástico para perseguir herejías, fue usada para reforzar el poder real, especialmente contra judíos y mudéjares. En Aragón, se crearon virreyes en 1517 para controlar territorios (figura usada después en América).
1492: Causas y Consecuencias
Hechos Relevantes de 1492
1492 marcó la caída del reino nazarí de Granada, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América.
Conquista de Granada
La caída de Constantinopla en 1453 generó tensión en el Mediterráneo oriental entre estados cristianos y otomanos. Granada perdió importancia como puerta de entrada de productos orientales, y su frontera con Castilla fue un foco de conflictos. La Guerra de Granada (1482-1492) fue el último episodio bélico entre reinos cristianos y musulmanes en la Península Ibérica. Boabdil se rindió el 2 de enero de 1492. Aunque se garantizó inicialmente el mantenimiento de las costumbres musulmanas, en 1499 se impulsaron bautismos obligatorios y en 1518 se prohibió el uso de su lengua y cultura.
Expulsión de los Judíos
La política religiosa de los Reyes Católicos y la animadversión social llevaron al Edicto de Granada (31 de marzo de 1492), obligando a los judíos a convertirse o abandonar España en cuatro meses. Las causas son complejas, pero se enmarcan en el proceso integrador de la monarquía, buscando la uniformidad religiosa (Consejo de la Suprema Inquisición, 1479). Las consecuencias fueron la pérdida de población (alrededor de 100.000 personas), una pérdida cualitativa importante (médicos, artesanos, comerciantes), y una mentalidad antiburguesa.
Descubrimiento de América
La política exterior de los Reyes Católicos buscaba la unificación peninsular, el control del Mediterráneo y la expansión atlántica. El encarecimiento de productos orientales y la inseguridad de las rutas comerciales impulsaron la búsqueda de una vía marítima a Oriente. El Tratado de Alcaçovas (1479) impidió a Castilla avanzar hacia el sur de África, pero le otorgó las Islas Canarias. Las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492) establecieron el acuerdo entre Colón y los Reyes Católicos. La expedición partió el 3 de agosto de 1492. El 12 de octubre de 1492, Colón avistó tierra en Guanahaní (San Salvador). El Tratado de Tordesillas (1494) dividió el Atlántico y América entre Castilla y Portugal. Colón realizó tres viajes más. Aunque se descubrió un nuevo mundo, Colón murió creyendo haber llegado a Asia.
Imperios de Carlos I y Felipe II
Dominios de Carlos I
Carlos I heredó la Corona de Castilla (con Navarra y América), la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia, Cerdeña, Nápoles y Sicilia), los Países Bajos y el Franco Condado (de María de Borgoña), y en 1519, los territorios de Austria y fue elegido Emperador Carlos V. Su vasto imperio era vulnerable por su dispersión y difícil de gobernar por sus diferentes leyes e instituciones. En 1516 llegó a España, heredando las coronas de Castilla y Aragón. Tuvo que enfrentar revueltas: las Comunidades en Castilla y las Germanías en Valencia y Baleares. En política exterior, luchó contra Francia, el Imperio Otomano y la expansión del protestantismo. La Paz de Augsburgo (1555) puso fin a la lucha con los príncipes alemanes. Renunció al poder, dividiendo sus posesiones entre su hermano y su hijo Felipe II.
Dominios de Felipe II
Felipe II heredó los territorios de Carlos I, excepto los del Imperio de los Habsburgo. Tras la muerte del rey de Portugal en 1580, se convirtió en rey de Portugal, alcanzando la máxima extensión de la monarquía hispánica. Enfrentó problemas internos: la sublevación de los moriscos y una revuelta en Aragón. En política exterior, la situación cambió. La Paz de Cateau-Cambrésis (1559) resolvió el conflicto con Francia. Pero surgieron nuevos problemas: la sublevación de los Países Bajos (1568-1648) y la guerra contra Inglaterra (1585-1604), incluyendo el fracaso de la Armada Invencible (1588). El conflicto con el Imperio Otomano continuó.
América en el Siglo XVI
Gobierno y Administración de América
Las tierras conquistadas fueron incorporadas a la Corona de Castilla. Se adaptó el sistema administrativo castellano: Consejo de Indias, virreinatos, gobernaciones, capitanías generales, corregimientos, cabildos y audiencias. La Casa de Contratación en Sevilla controlaba el monopolio del comercio con América.
Política de Explotación Colonial
Se emplearon la mita (explotación minera), las plantaciones, las haciendas y el sistema de encomienda. El monopolio comercial se realizaba a través de la Casa de Contratación. Los problemas fueron los ataques de piratas y el contrabando.
Consecuencias de la Política Colonial
- Para los Pueblos Precolombinos: Sometimiento, graves consecuencias demográficas, tráfico de esclavos africanos, mezcla racial, sociedad desigual, castellanización.
- Para España: Monopolio comercial en Sevilla, Casa de Contratación, entrada masiva de metales preciosos, financiación de guerras, inflación, bancarrotas.
- Para Europa: Revitalización del comercio, expansión económica, aumento de la moneda circulante, mejora de la alimentación con la patata y el maíz, crecimiento demográfico, acumulación de capitales.
Reformas del Conde-Duque de Olivares
Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV, tenía una visión política plasmada en proyectos de reforma para mejorar la situación interna y externa de la monarquía. Sus principios eran la «reputación» y la «reformación». Sus proyectos fueron mal recibidos y boicoteados, y la situación de guerra dificultó su realización. Estos incluían un banco estatal (fracasó), la unificación jurídica e institucional de la monarquía (no se intentó), y la Unión de Armas (un ejército nacional permanente que fracasó por la oposición de las Cortes de Aragón).
Guerra de los Treinta Años
La política exterior agresiva de Felipe IV reinició la guerra contra las Provincias Unidas y la implicación en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) para apoyar a los Habsburgo austriacos contra los príncipes protestantes alemanes. Fue un conflicto religioso y político contra el dominio de los Habsburgo. La intervención francesa provocó derrotas españolas (Batallas de las Dunas y Rocroi, 1643). La Paz de Westfalia (1648) significó la independencia de las Provincias Unidas y el fin de la hegemonía de los Habsburgo. La defensa del tráfico marítimo con América se vio debilitada, con pérdidas territoriales (Jamaica, Bahamas).
Rebeliones de Cataluña y Portugal (1640)
Rebelión de Cataluña (1640-1652)
La rebelión se originó por la presencia de tropas en Cataluña durante la Guerra de los Treinta Años y los desmanes de los soldados. Tuvo el apoyo de Francia, y Luis XIII fue nombrado conde de Barcelona. Finalizó en 1652 con la rendición de Barcelona.
Rebelión de Portugal (1640-1668)
En 1640, Portugal se rebeló y proclamó rey al duque de Braganza (Juan IV). Amplios sectores consideraban que la unión con España les había acarreado más inconvenientes que ventajas. La rebelión tuvo un carácter nobiliario, anticastellano e independentista. España se concentró en la rebelión catalana, y Portugal, con ayuda de Francia e Inglaterra, logró la independencia en 1668.
Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII
El siglo XVII (hasta 1680 aprox.) fue una fase de depresión en Europa, excepto en Inglaterra y Holanda. En España, los factores fueron el descenso demográfico y el agotamiento económico por las guerras. La crisis demográfica se debió a epidemias, la expulsión de los moriscos, las guerras y las dificultades económicas. La crisis económica se debió al endeudamiento de la Corona, la caída de la producción agraria, la disminución de la ganadería, la crisis de la industria textil y el acaparamiento del comercio con América por extranjeros. La crisis afectó a todas las capas sociales: la nobleza, el clero, la burguesía y el campesinado.