Segunda República Española: Desde la Instauración hasta el Frente Popular

I. La Instauración de la Segunda República y el Gobierno Provisional

Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó la transición a la monarquía constitucional. En este contexto, republicanos, catalanistas de izquierdas y el PSOE firman el Pacto de San Sebastián para derribar la monarquía. Las elecciones municipales del 12 de abril se convirtieron en un plebiscito y el triunfo de los republicanos en las grandes ciudades provocó la renuncia al trono de Alfonso XIII.

  • Surge entonces un Gobierno Provisional, de concentración, reflejo del Pacto, dirigido por Alcalá Zamora y compuesto por miembros de la derecha republicana (Alcalá Zamora y Miguel Maura), del Partido Radical (Lerroux y Martínez Barrio), del Radical-Socialista (Albornoz y Marcelino Domingo), de la Izquierda Republicana de Azaña; del PSOE (Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos y Largo Caballero) y de los nacionalismos vasco, catalán (d’Olwer) y gallego (Casares Quiroga).
  • Sus principales tareas fueron una serie de disposiciones reformistas y convocar elecciones constituyentes:

a) Primeros Problemas

Los primeros problemas a los que ha de enfrentarse la República provienen tanto de sus enemigos, Iglesia y derecha monárquica, como de sus partidarios -catalanistas y clases populares-. El día que se proclama la República, 14 de abril, Macià, de Ezquerra Republicana, proclamaba en Barcelona la República catalana independiente. Sin embargo, Macià le puso fin ante el compromiso del gobierno de buscar una solución para Cataluña, y, así, en abril surge la Generalitat. El otro foco de tensión lo protagoniza el Cardenal Segura, Arzobispo de Toledo, que en una pastoral ataca a la República.

b) Las Reformas

Las reformas se inician con una legislación destinada a mejorar la situación laboral campesina y a planificar la reforma educativa. También se llevaron a cabo medidas para reformar el ejército y asegurar su lealtad. Las reformas contaron con la oposición del ejército y de la oligarquía, pero, sobre todo, de la Iglesia. Esto alimentó el anticlericalismo y se produjeron quemas de conventos e iglesias.

c) Elecciones a Cortes Constituyentes

El 28 de junio se convocaron elecciones generales a Cortes Constituyentes. De sus resultados se deduce: a) el predominio de los partidos republicanos; b) el desplazamiento del electorado hacia la izquierda formada por el PSOE y los partidos republicanos de izquierda y c) la fragmentación del panorama político: la derecha, desunida, quedó en minoría y el Centro formado por el Partido Radical y otros obtuvo 119 escaños.

La Constitución de 1931

La composición de las Cortes explica el carácter democrático y avanzado de la nueva Constitución. Se aprobó tras los polémicos debates sobre los nacionalismos y la religión, este último asunto supuso la dimisión del Presidente y la ausencia en la votación de 89 diputados. Sus rasgos principales son:

  1. Carácter socializante, al definir el estado como una república de trabajadores, moderada la expresión por la frase, – por presión de la derecha-, «de todas las clases».
  2. Exaltación republicana, al establecer un estado republicano por sufragio universal.
  3. Significación liberal y orientación pacifista al «renunciar a la guerra” y proclamar «el acatamiento del Derecho Internacional» frente al recurso a la guerra de las dictaduras europeas.
  4. Estado autonómico o integral. Ni unitario, ni federal, sino intermedio entre ambos, abierto a la autonomía y estatutos de algunas regiones. Se habla de regiones, en vez de nacionalidades, como concesión a los Conservadores.
  5. Carácter progresista, apreciable en la extensa declaración de derechos y libertades. Además recogía, por primera vez, derechos colectivos como el derecho al trabajo, a la educación, a la salud o la vivienda.
  6. Estado laico, reconocía la libertad de conciencia, matrimonio civil, divorcio, secularización de cementerios… y prohibía a la Iglesia ejercer la industria, el comercio y la enseñanza a las Órdenes no fieles a la República.
  7. Carácter novedoso por la creación de órganos como el Tribunal de Garantías Constitucionales o la Diputación Permanente.
  8. División de poderes, potenciando el legislativo, unicameral, frente a los otros poderes y creando un cuarto, la presidencia de la República, elegida por el Parlamento.

Días después se formó el Gobierno constitucional.

II. El Bienio Progresista (Diciembre del 31 a diciembre del 33)

Se estableció un gobierno dirigido por una coalición republicano-socialista que aprueba la Ley de Defensa de la República. El jefe de gobierno fue Azaña (Izquierda Republicana, partido de intelectuales y profesionales, partidario de modernizar y democratizar España con reformas efectuadas sin violencia), que ante la alternativa de pactar con los radicales de Lerroux (centro) o el PSOE, lo hace con éste último. En un gesto conciliador se cedió la presidencia de la República al conservador Alcalá Zamora. Este gobierno, Bienio Reformista, emprendió un programa de profundas reformas:

A. La Reforma Agraria

Tenía tres objetivos: económico, incrementar la producción y renta campesina; político, eliminar el poder de los grandes terratenientes, y social, conseguir apoyos y evitar conflictos. Ya durante el Gobierno Provisional se adoptaron una serie de medidas para proteger a los arrendatarios y jornaleros: prohibir a los propietarios que expulsaran a los campesinos; Se dan ahora el Decreto de Intensificación de Cultivos por el que se cederían dos años agrícolas, las tierras incultas a los campesinos y la Ley de Reforma Agraria (1932). Se crea el IRA, Instituto de Reforma Agraria, encargado de la expropiación, con indemnización, de latifundios subexplotados o no explotados directamente, para luego repartirlos entre los campesinos sin tierra.

B. La Reforma del Estado Centralista

La Constitución mencionaba la posibilidad de que las regiones pudiesen acceder a la autonomía. El gobierno reconoció a la Generalitat y se empezó a preparar el Estatuto catalán, Estatuto de Nuria, abril del 31, bajo la iniciativa de Ezquerra Republicana y aprobado en el 32. En las primeras elecciones triunfó Ezquerra que llevó a Macià a la presidencia de la Generalitat y a Companys a la del Parlamento.

C. Reformas Militares

Azaña como Ministro de Guerra, quería acabar con la macrocefalia del ejército y su protagonismo político, democratizándolo. Por ello quiso reducir sus efectivos, poner fin al fuero militar y asegurar su obediencia al poder civil. Por la Ley Azaña, de retiro de la oficialidad, podían pasar a la reserva con el sueldo íntegro los que no firmasen la adhesión al régimen.

D. La Reforma Religiosa

Estableció la no confesionalidad del Estado y la libertad de cultos; la supresión del presupuesto del culto y clero; el divorcio, el matrimonio civil y la secularización de los cementerios; la disolución de la Orden de los Jesuitas y la prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas. También en 1933, por la Ley de Congregaciones Religiosas templos y monasterios pasaban a ser propiedad pública.

E. Las Reformas Sociales

Fueron obra de Largo Caballero, Ministro de Trabajo, para mejorar las condiciones laborales: reforzamiento de los sindicatos en el campo, Ley de Contratos de Trabajo, jornada de 8 horas, ampliación de los seguros sociales, Jurados Mixtos, Ley de Términos Municipales…

F. Las Reformas Educativas

Promovían una educación mixta, laica, obligatoria y gratuita. Se hizo un gran esfuerzo de construcción de escuelas, se apoyó la enseñanza universitaria (Ciudad Universitaria de Madrid) y se aumentó el presupuesto de educación en más de un 50 por ciento.

II.2. La Oposición y el Fin del Bienio Reformista

La reformas polarizaron la vida política y provocaron la oposición tanto de los más afectados (Iglesia, Ejército, propietarios de tierras, organizaciones patronales…) como del radicalismo izquierdista promoviendo una ola de conflictividad, alentada por el paro y las duras condiciones de vida:

a) Oposición de la Derecha

La oposición de los conservadores a estas reformas hizo que se organizaran en agrupaciones políticas:

  • La más importante fue la CEDA de Gil Robles,1932, Confederación Española de Derechas Autónomas, que, agrupó a los sectores católicos, tradicionales y de derechas.
  • Los monárquicos, de Renovación Española de Calvo Sotelo, casi fascistas, partidarios de un golpe de estado y el Partido Carlista o Tradicionalista de Fal Conde.
  • La Falange de J.A. Primo de Rivera y las JONS, grupos de corte nacional sindicalista y fascista, de Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo.

b) Oposición del Ejército

La oposición del Ejército cuajó en un intento de golpe estado, Goded, Varela…,que la República sancionó suavemente, lo que reflejaba su inseguridad; aunque, el levantamiento más peligroso fue el de Sanjurjo en 1932.

c) Oposición de la Izquierda

Por la izquierda, la impaciencia ante la timidez de estas reformas, provocaron una ola de conflictos y huelgas:

  • Los campesinos, alentados por los anarquistas, recurrieron a la ocupación ilegal de tierras. Tomaban el Ayuntamiento, declaraban el comunismo libertario, quemaban el registro de la propiedad y promulgaban su colectivización; el levantamiento finalizaba con la llegada de la Guardia Civil o de Asalto. Así ocurrió en Arnedo, Castillblanco y en Casas Viejas donde murieron 25. Los hechos fueron aprovechados por la derecha y la izquierda para forzar el derrumbe de la coalición y la salida de los socialistas del gobierno. El desgaste llegó hasta tal punto que Azaña dimitió y Alcalá Zamora disolvió el parlamento irresponsablemente y convocó elecciones para noviembre de 1933.

III. El Triunfo del Centro-Derecha

III.1 Las Elecciones de 1933

El Presidente fijó la consulta electoral en 1933, fueron las primeras en las que votaban las mujeres. La ley electoral favorecía las coaliciones: la derecha aprovechó para concurrir unida -CEDA- y ganar, mientras la izquierda acudía desunida y los anarquistas cometían el error de abstenerse.

III.2 Gobierno Radical – Lerroux (Diciembre 1933 – Octubre 1934)

Tras el triunfo de la CEDA, seguido del Partido Radical, Lerroux forma gobierno con el apoyo de la CEDA, pero sin su intervención. La CEDA comprendió que no le había llegado el momento de gobernar y esperó hasta 1934; aunque controló las riendas del poder. El gobierno de Lerroux promulga una Ley de Amnistía para los golpistas del 32, nombra oficiales antirrepublicanos para altos cargos del Ejército e inicia una política de rectificación de las reformas del bienio anterior y paralización de la Reforma Agraria. Ante estas medidas y lo que consideraban una infiltración criptofascista en el poder, el PSOE y la UGT se radicalizaron, prometiendo la revolución si entraban en él cedistas.

III.3 Gobierno Radical-Cedista (Octubre 1934 – 1936)

En 1934, la inclusión en el nuevo gobierno de Lerroux de tres ministros de la CEDA, incluido Gil Robles, fue interpretada por la izquierda como un intento de destrucción de la República. El descontento desemboca en la Revolución de Octubre de 1934. La UGT convocó huelgas generales en diversas capitales. La declaración del estado de guerra por el gobierno y la poca organización hicieron que tuvieran escaso éxito salvo en Madrid, en Cataluña y Asturias:

  • En Cataluña, Companys proclama el Estado catalán y la huelga general, invitando a las izquierdas a constituir en Barcelona un gobierno de oposición. Pero la no intervención de la CNT y la contundencia del ejército frustraron la revolución. Companys y su gobierno fueron encarcelados.
  • En Asturias, los mineros organizaron la revolución social, con el fin de socializar los medios de producción, era la Alianza Obrera, acuerdo entre sindicatos, socialistas, comunistas y anarquistas. El gobierno mandó a la legión y Franco tras una dura represión, 1500 muertos, sofocó la revuelta.

En definitiva, PSOE y ERC se habían sublevado contra el legítimo gobierno republicano, algo que algunos de sus líderes lamentarán años después. Todo queda marcado por la revolución, la campaña de la izquierda a favor de la amnistía de los represaliados ayudó a acentuar la tendencia de la izquierda a unirse en defensa de sus derechos: surge así el Frente Popular. Por otra parte, el gobierno emprende una política reaccionaria y realiza un anteproyecto para modificar la Constitución que contemplaba la abolición del divorcio, del matrimonio civil, de la autonomía en Cataluña y País Vasco, el recorte del presupuesto de enseñanza.

En mayo del 35, el gobierno entra en crisis e incorpora cinco miembros de la CEDA, con Gil Robles en la cartera de Guerra (lo que beneficiaría el alzamiento) y Franco como Jefe del Estado Mayor, también surgía la UME, con Sanjurjo, organización clandestina de oficiales que conspiraba contra la República.

El desprestigio de los lerrouxistas, en el otoño, por el escándalo del estraperlo hizo caer al gobierno. Gil Robles quiso ser presidente del gobierno pero Alcalá Zamora eligió a un centrista, Portela Valladares.

IV. El Frente Popular (1936)

Una coalición de izquierdas ganaron las elecciones, ante la desunión de las derechas. Esta coalición tenía un programa: amnistía para los presos de Octubre, aplicación de la legislación reformista del bienio reformista, además del compromiso de que, ganadas las elecciones, se disolverían y gobernarían los republicanos de Azaña. El nuevo gobierno de Azaña, compuesto exclusivamente por republicanos. En mayo de 1936 Alcalá Zamora fue sustituido por Azaña como presidente de la República y Casares Quiroga fue nombrado jefe de gobierno. Aunque las fuerzas políticas eran las mismas (sin el PSOE en el gobierno) y el objetivo era profundizar en las reformas del Bienio, ello no ocurrió debido a la inestabilidad existente. La desaparición de la escena política de Alcalá Zamora, un gran moderador, fue un gran fallo para la República que perdía un elemento de moderación, Alcalá Zamora y un gran jefe de gobierno, Azaña. Mientras, en la calle el ambiente era irrespirable y frecuente la ruptura del orden público por parte de los dos bandos en los que se había polarizado la política. Para frenar los rumores de un golpe de estado, el gobierno trasladó a los generales más proclives al mismo lejos de Madrid. A partir de ahí tomo las riendas Mola, que fue el jefe hasta julio del 36. Se contó también con una trama civil que facilitó hombres y dinero: la CEDA, los falangistas, los requetés, banqueros como Juan March, y el apoyo de Italia y Alemania. Los preparativos del golpe se aceleraron cuando los Guardias de Asalto asesinaron al monárquico Calvo Sotelo el 14 de Julio, como respuesta al asesinato del Teniente Castillo.

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