Sistema Multilateral de Pagos y la Expansión del Patrón Oro (1870-1914)

Un sistema multilateral se define como aquel en el que entran más de tres países o regiones. En este caso, los déficits y superávits de un país en una dirección podían saldarse por los superávits y déficits en otra, con lo que se reducía la necesidad de los movimientos de oro para llevar a cabo los saldos de las transacciones internacionales.

Dentro de ese nuevo sistema, los Estados Unidos aparecieron como un eslabón separado en la cadena de comercio y pagos internacionales en los años posteriores a 1880.

Mientras que el mercado indio continuaba absorbiendo grandes cantidades de manufacturas británicas, cuya entrada era difícil en muchos otros países por la protección arancelaria, los productos indios exportados al Continente, a los Estados Unidos y a otras partes del mundo contaban con una menor protección arancelaria. Como resultado de esto, Inglaterra fue capaz de absorber grandes cantidades de alimentos, materias primas y manufacturas de países fuertemente proteccionistas sin tener que incrementar sus exportaciones a estos países. Este complejo sistema multilateral no sólo suministró un complemento sustancial a un sistema de equilibrio bilateral, sino que también tendió a reducir al mínimo el movimiento de oro con el objetivo de equilibrar la balanza de pagos. Facilitó, por tanto, el funcionamiento del sistema monetario internacional y promovió una mayor expansión del comercio mundial que la que hubiera sido posible si el comercio hubiese permanecido más ligado al uso del oro como único medio de pago internacional. Como resultado de todo esto, numerosos países del sistema fueron capaces de alcanzar tipos de crecimiento relativamente elevados en la producción y en las rentas a través del consecuente aumento de las oportunidades comerciales.

La Generalización del Patrón Oro

La expansión del comercio internacional dependía en gran medida de las mejoras en el funcionamiento operacional de los mercados de cambio extranjeros y en el perfeccionamiento que adquirieran dichos mercados para reducir los riesgos de las fluctuaciones en el tipo de cambio de una moneda en términos de cualquier otra.

  • Alemania en 1871 se incorporó al patrón oro.
  • 1873 Estados Unidos adoptó nominalmente el patrón oro, pero su divisa no era totalmente convertible en oro.
  • Otros países adoptaron el patrón oro más tarde, como Japón (1886), Austria-Hungría (1892) y Rusia (1895).

En 1895, los principales países pertenecían al patrón oro, mientras que los países atrasados mantuvieron el patrón plata, estableciendo una paridad oficial de la divisa nacional frente al oro; mantenimiento de un encaje de oro en el banco central proporcional a los billetes emitidos, así como la libertad para fundir, importar y exportar ese metal, en barras o en monedas. De esta manera, se generalizó un sistema de cambios libres y divisas convertibles que facilitó la expansión de las transacciones comerciales y financieras entre las principales áreas económicas. La eficacia de esos mecanismos de ajuste dependía de las instituciones de cada país y, fundamentalmente, de que los gobiernos siguiesen las reglas del patrón oro.

La estabilidad que proporcionaba el patrón oro no evitó las crisis financieras típicas. Las de 1889 y 1907 obligaron a los bancos centrales europeos a intervenir como prestamistas en última instancia. La crisis de 1907 fue grave porque coincidieron pánicos financieros en Egipto, Japón, Alemania y, sobre todo, Estados Unidos donde quebró el Knickerbocker Trust y el sistema bancario cerró las ventanillas.

El Papel del Estado

El mayor intervencionismo del Estado implicó, en algunos países, una mayor dimensión del gasto público en relación al PIB. Creció más en Alemania e Italia (entre 1880 y 1913, pasó del 10 al 17%) y en Gran Bretaña y Japón (al 14 %). Esto incrementó los déficits públicos en Europa y Japón, a pesar del aumento de la recaudación tributaria. Para su financiación se emitió deuda pública.

A partir de la década de 1880 se fueron introduciendo los seguros sociales ante la insuficiencia de las instituciones de beneficencia, la presión de las organizaciones obreras.

Otro campo de la legislación social fue la legislación laboral que supuso una mayor intervención del Estado en el mercado de trabajo.

El crecimiento del gasto público estimuló la extensión de reformas tributarias. En este periodo se difundió el impuesto sobre la renta y los impuestos sobre la herencia y el patrimonio.

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