Stalinismo, Crisis Liberal y Avance del Eje: Un Recorrido Histórico

El Stalinismo en la Unión Soviética

En Rusia, la revolución había triunfado, pero la economía se encontraba devastada y muchos habían muerto. El imperio de los zares había sido destruido y en su lugar se había conformado la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Al principio, apelaron a un tipo de economía mixta: restituyeron un sector de la actividad a la iniciativa privada y recurrieron a los capitalistas y a los técnicos extranjeros. Esta nueva política económica permitió cierto bienestar. Después de la muerte de Lenin, dos líderes se enfrentaron por el poder: Trotski era partidario de extender la revolución a otros países, mientras que Stalin consideraba que el objetivo era consolidar el socialismo en la Unión Soviética. La disputa fue sangrienta y Stalin fue desplazando a los que presentaban oposición. Trotski fue derrotado y debió emigrar a México, donde fue asesinado por un emisario de Stalin. Stalin instauró un gobierno autoritario y eliminó a los que intentaron alguna oposición.

Stalin abandonó el sistema de economía mixta, estatizó toda la economía y emprendió la industrialización de la URSS. Esto significó el sacrificio del bienestar del pueblo en aras de que permitiera que la URSS se convirtiera en una gran potencia. Se impulsó una modernización del campo dotándolo de tecnología avanzada, y una colectivización forzosa que obligó a millones de campesinos a integrarse a las granjas cooperativas o estatales. El instrumento para estas políticas fue la planificación centralizada de la economía dirigida desde el estado. Los planes quinquenales establecían metas de carácter económico, social, educación, salud y cultura. Con enormes costos en vidas humanas, al finalizar la Unión Soviética era una potencia industrial y militar. El terror y el control policial acallaron las voces de protesta. El poder ejercido por Stalin residía en su dominio de la estructura del partido comunista. Este partido era el único admitido y controlaba los puestos clave del gobierno, al ejército y a los funcionarios que fiscalizaban toda la vida social. Controló de manera absoluta el partido y el estado. En el plano internacional, Stalin convirtió a todos los grupos comunistas en un instrumento de la política soviética. Stalin promovió un verdadero culto a su imagen y su persona.

Crisis del Consenso Liberal

Al terminar la Primera Guerra Mundial existían evidencias de que la democracia política y del progreso económico y social estaban llegando a su fin. La revolución rusa había ampliado la influencia del socialismo. Con la caída de la bolsa de Nueva York y sus terribles consecuencias sociales se tornó evidente que las políticas de libre comercio no podían continuar sin cambios y que el estado debía intervenir en la economía. El ascenso político de Mussolini en Italia puso de manifiesto en qué medida comenzaba a operarse un retroceso en la confianza en las instituciones políticas liberales. También en varios países de América Latina vieron disminuir la abrumadora hegemonía liberal. La reacción al liberalismo, la oposición a los movimientos socialistas y el repudio a los extranjeros dieron forma a una novedosa combinación de ideas y creencias. El nacionalismo entretejía valores, ideas y creencias conservadoras con las técnicas de la democracia de masas y novedosas formas de la propaganda. Con la crisis terminaron de convencerse de que la recuperación económica solo iba a lograrse si el estado intervenía en políticas sociales. Esta intervención estuvo orientada a acrecentar la producción para lo cual era necesario que tanto los empresarios como los trabajadores obtuvieran beneficios materiales importantes. Una nueva fórmula doctrinaria comenzó a operar entre los economistas liberales. El estado debía actuar como árbitro entre el capital y el trabajo. Mientras las empresas continuaban acrecentando sus riquezas, las condiciones materiales de los trabajadores comenzaron a mejorar con respecto al periodo anterior.

El Arrollador Avance del Eje

Francia trató de proteger sus fronteras mediante la línea Maginot y Gran Bretaña confiando en los recursos que podía obtener de sus colonias. Ante el fracaso de Chamberlain asumió Winston Churchill, partidario de una política intransigente. Los ejércitos alemanes ocupaban Dinamarca y Noruega. En su avance hacia Francia cayeron Luxemburgo, Holanda y Bélgica. Los alemanes entraron en Francia desde Bélgica a través de tanques y aviones y la línea Maginot fue arrasada. Una extensa porción fue zona de ocupación alemana y Henri Petain trasladó la capital a Vichy y convirtió a la zona no ocupada de Francia en una dictadura fascista. Gran Bretaña protegida por su armada y el canal de la Mancha. La fuerza aérea alemana intensificó su campaña con incursiones diarias de cientos de aviones contra las bases aéreas y fábricas. Las estaciones de radar impedían que atacara por sorpresa. Los británicos sorprendieron bombardeando Berlín. Hitler contraatacó lanzando bombas sobre Londres, Liverpool, Conventry. Mientras los ejércitos de Hitler ocupaban la península balcánica en el norte de África los blindados comandados por Rommel amenazaban Egipto. Hitler puso en marcha el plan Barbarroja, sus tropas iniciaron la invasión a la Unión Soviética. A fines de ese año la aviación japonesa destruyó Hawái sin declaración de guerra. Estados Unidos declaró la guerra a Japón. Los japoneses atacaron posesiones británicas e instalaciones de los EEUU. Todo el pacífico quedó en manos niponas: Japón y Alemania creyeron que la guerra estaba por terminar y Hitler y Mussoini declararon la guerra a los EEUU. Los generales alemanes habían aprendido de la derrota en la guerra anterior. Lo demostraron en la invasión a Polonia: los tanques y la artillería rompieron las líneas contrarias y aislaron a los enemigos que luego fueron cercados y capturados por la infantería, los bombardeos interrumpían los suministros y las comunicaciones. Las fuerzas alemanas eran superiores en la disciplina y en su espíritu guerrero. Henri Petain, el héroe de la Primera Guerra Mundial firmó un armisticio en el mismo vagón donde los alemanes se habían rendido al final de la guerra anterior.

La Contraofensiva Aliada

Las fuerzas del eje parecían tener en un puño a 3 continentes. Sin embargo, la invasión a la URSS y el ataque a los EEUU reforzaron el campo aliado. En la URSS se encontraron con una tenaz resistencia. Los obreros desmontaron las fábricas para volver a instalarlas en el este. La crueldad de los invasores redobló la tenacidad de los soviéticos y el invierno ruso inmovilizó a los vehículos alemanes. En 1942, atraído por el petróleo del Cáucaso, Hitler lanzó una ofensiva que culminó en la batalla de Stalingrado, la más importante de la guerra. Los soviéticos resistieron ferozmente, un millón de soldados rodearon a los alemanes, que se rindieron en enero de 1943. Stalingrado fue el primer fracaso de Alemania y sus ejércitos comenzaron una lenta retirada del frente oriental. Rommel fue derrotado en el norte de África por los aliados que después invadieron Italia desde el sur y provocaron la caída del gobierno de Mussolini. Los alemanes ocuparon el norte de Italia, desde donde el dictador intentó fundar un nuevo estado, pero en 1945 fue detenido y fusilado. En mayo de 1945 Hitler y un grupo de sus oficiales se suicidaron y los alemanes firmaron la rendición incondicional. Solo quedaba la resistencia japonesa. La tecnología había producido el arma más mortífera: la bomba atómica. Y en agosto de 1945 la arrojaron sobre las ciudades japonesas que quedaron destruidas, esto apresuró la rendición del Japón. Y la guerra había terminado.

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