1.3. La Conquista Romana
La Conquista Romana de la Península Ibérica comenzó en la Segunda Guerra Púnica, entre 218 y 210 a.C., cuando Roma ocupó el sur y el este de la península. Tras derrotar a los barquidas, Roma tomó el control del territorio y detuvo las rebeliones de los celtíberos y lusitanos. Entre 29 y 19 a.C. se lucharon las guerras cántabras bajo el mando de Augusto.
Una vez conquistada, Hispania comenzó un proceso de romanización que incluyó aportaciones: