Introducción:
Tras el fracaso de construir un Estado democrático, España inició en 1874 el sistema liberal. Con la vuelta de la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII. Se caracterizó por extremado conservadurismo: una reducida oligarquía controlaba el poder político y económico, elementos que acabarían por romper ese estrecho marco:
el movimiento obrero, las fuerzas políticas democráticas, los nacionalismos periféricos y los conflictos coloniales.