Transformación Agraria en España: Desvinculación y Desamortización (Siglo XIX)

La labor del Estado respecto a la existencia feliz y la propiedad privada residía en:

  • Garantizar la inviolabilidad de tal derecho.
  • Proporcionar la libertad precisa para poder ejercerlo.

Dicha tarea comenzó con los diputados en las Cortes de Cádiz, que iniciaron la labor de convertir en libre la propiedad inmueble del antiguo régimen, pero este proceso no acabaría hasta 1841. La primera acción fue desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales. La desvinculación supuso la abolición de los señoríos, lo que significó acabar con una serie de relaciones de dominio que los señoríos habían tenido sobre los habitantes de unos determinados territorios. Además, supuso convertir en propiedad particular sus tierras. Esta medida no aportaba un cambio de propietario, sino la transformación de los antiguos señores en propietarios libres con titularidad plena y libre sobre dichos bienes. El hecho de desamortizar suponía, primero, la incautación de esos bienes que dejaban de ser manos muertas y, segundo, la puesta en venta mediante subasta pública. El producto obtenido lo aplicaría el Estado a sus necesidades.

Este dilatado proceso no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones como la de Godoy, Cortes de Cádiz, Trienio Liberal, Mendizábal y Madoz.

Los progresistas asumieron la tarea de desamortizar las instituciones del Antiguo Régimen e implantar un sistema liberal, constitucional y de monarquía parlamentaria.

Reforma Agraria Liberal

Una de sus primeras actuaciones fue la reforma agraria liberal, que consagraba los primeros principios de la propiedad privada y de libre disponibilidad de la tierra. La reforma agraria liberal se llevó a cabo en 1836 a partir de tres grandes medidas:

  • La disolución del régimen señorial implicó la pérdida de las atribuciones jurisdiccionales de los señores, aunque mantuvieron la propiedad de las tierras que los campesinos no pudieron acreditar como propias. El antiguo señorío se convirtió en propietario nuevo y muchos campesinos pasaron a ser jornaleros.
  • La desvinculación significó el fin de los patrimonios unidos obligatoriamente y a perpetuidad a una familia.
  • La desamortización había sido un elemento recurrente desde el gobierno de Godoy, como medio para conseguir recursos para el Estado con la venta de tierras en propiedad de la iglesia y de los ayuntamientos. Mendizábal decretó la disolución de órdenes religiosas y establecimiento de incautación por parte del Estado del patrimonio de las comunidades afectadas. Los bienes desamortizados fueron puestos a la venta mediante subasta pública a la que podían acceder todos los particulares. Mendizábal pretendía así conseguir los recursos necesarios para financiar al ejército liberal, recuperar vales de la deuda y aminorar el grave déficit presupuestario del Estado.

La Desamortización de Mendizábal

Cuando en 1835 Mendizábal llegó al gobierno, su prioridad era garantizar la continuidad en el trono de Isabel II. Para ello, era condición necesaria ganar la guerra carlista, y este objetivo no se podía conseguir sin dinero o crédito. Para obtener crédito fue necesario fortalecer la credibilidad del Estado, eliminando para ello la deuda pública. Ante la mala situación de la hacienda, había que recurrir a nuevas fuentes de financiación.

El decreto desamortizador puso en venta los bienes del clero regular, se subastaron tierras, casas, monasterios y conventos con todos sus enseres. Al año siguiente se amplió al clero secular, aunque la ejecución se llevó a cabo durante la regencia de Espartero. Con la desamortización se pretendía, además de lo anterior:

  • Atraer a las filas liberales a los principales beneficiarios de la desamortización, que era la burguesía con dinero.
  • Poder solicitar préstamos.
  • Cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica.
  • La iglesia pasaría a ser una institución del nuevo régimen, comprometiéndose el Estado a mantener a los clérigos y subvencionar el culto.

Consecuencias de la Reforma Agraria Liberal

Los gobiernos liberales del XIX partieron de una nueva concepción jurídica de los derechos de propiedad. La propiedad privada era el elemento esencial de la organización capitalista de la economía. Los sectores nuevos accedieron a la propiedad y estuvieron interesados en el progreso y la modernización agraria.

Emprendieron una reforma agraria liberal que se llevó a cabo a través de un conjunto de medidas cuyo objetivo era el desarrollo de la propiedad privada y la economía de mercado.

La abolición de los señoríos y de los derechos jurisdiccionales no significó la pérdida de los derechos sobre las tierras. Los campesinos quedaron libres de rentas señoriales, pero el problema del jornalero empeoró.

La desvinculación de la tierra y las desamortizaciones permitieron que miles de propiedades salieran al mercado y comportaran una profunda modificación de la propiedad señorial.

El aumento de la producción agrícola se consiguió gracias a un incremento de la superficie cultivada y como resultado de la modernización de las técnicas del cultivo. El lento aumento de la productividad fue elemento clave del atraso agrícola que fue poco favorable, pero sobre todo una estructura de la propiedad que no fomentaba una mejora técnica.

Resultados de la Desamortización

Los resultados de la desamortización fueron:

  • Una ruptura de relaciones diplomáticas con Roma, hecho que removió la opinión pública.
  • No sirvió para que las tierras se repartieran entre los menos favorecidos, ya que no se intentó una reforma agraria, sino conseguir dinero para los planes del Estado.
  • Aumentó el volumen general del producto agrícola al trabajar tierras que antes no habían sido trabajadas.
  • Expansión de la superficie cultivada y una agricultura algo más productiva. Pero para hablar de este aumento de la producción no podemos tener en cuenta solo la desamortización, puesto que entraron en juego otros factores.

A pesar de la medida tomada para mantener a la reina en el trono, este reinado terminó cuando el gobierno de la reina Isabel II se aprestó a defender el trono con las armas. Ambas fuerzas se encontraron en Fuente de Alcolea, donde se libró una batalla que dio la victoria a las fuerzas afines a la revolución. El gobierno no vio más salida que dimitir y la reina no tuvo más remedio que exiliarse. Salió de San Sebastián con dirección a Francia el 29 de Septiembre de 1868. En el año 1983 se evidenció la descomposición interna de la coalición gubernamental. El unionismo fue incapaz de afrontar la oposición de los moderados y de la propia corona. O’Donnell presentó su dimisión y la reina entregó el poder a los moderados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *