Capitalismo Financiero y Mundialización de la Economía
Unión entre la Industria y las Finanzas
A finales del siglo XIX, los bancos mostraron un creciente interés en el sector industrial, especializándose en la concesión de créditos para financiar empresas y adquirir acciones en los mercados de valores. Esta unión entre la industria y las finanzas impulsó la concentración empresarial y el flujo de capitales a escala internacional.
El sistema monetario basado en el patrón oro y la revolución de los transportes permitieron una distribución de bienes a bajo coste, lo que a su vez favoreció la división internacional del trabajo. Un grupo de países industrializados controló la tecnología y los capitales, consolidando su posición dominante en la economía mundial.
Sociedad Industrial y Estructura Social
Clases Altas
La nueva élite social estaba conformada por los grupos más ricos, tanto la aristocracia como la burguesía. Su superioridad económica les permitía controlar la vida política y cultural, organizando la sociedad según sus valores: respeto a la propiedad privada y exaltación del individuo.
Clases Medias
En el siglo XIX, el término «clases medias» se utilizaba para referirse a las profesiones liberales, hombres de negocios, la pequeña burguesía urbana y rural, funcionarios y obreros especializados. En el campo, las clases medias eran pequeños y medianos propietarios que disfrutaban de un acomodado nivel de vida.
Clases Populares
La mayoría de la población pertenecía a las clases populares, con un nivel de vida muy inferior que no alcanzaba el umbral mínimo de subsistencia. En las ciudades, la mano de obra fabril estaba sometida a duras condiciones de vida y laborales. En el campo, la situación no era mejor para los jornaleros, cultivadores o pequeños propietarios.
La Mujer en la Sociedad
Las mujeres no tenían reconocidos los derechos políticos y sufrían una clara inferioridad. La vida de las mujeres de clase media alta transcurría en el hogar, mientras que las de clase baja se veían obligadas a trabajar como el resto de la familia con salarios muy bajos. En Europa Occidental y Estados Unidos surgió el movimiento sufragista, que luchaba por la igualdad de la mujer y el derecho al voto.
Mentalidad Burguesa
La burguesía impuso su sistema de valores al conjunto de la sociedad, promoviendo el individualismo y la teoría del progreso para explicar la historia de la humanidad. Pensadores como Comte con el positivismo y Charles Darwin con la teoría de la evolución influyeron en esta mentalidad.
Sociedad Urbana y Transformación de los Espacios
Crecimiento Urbano y Problemas
Muchas ciudades europeas experimentaron un acelerado crecimiento debido a la llegada masiva de gente de las zonas rurales. Este crecimiento generó graves problemas como el deterioro de las condiciones de vida, el hacinamiento, la expansión de viviendas de mala calidad y la falta de infraestructuras, lo que provocó enfermedades e infecciones. Las ciudades se convirtieron en centros de elevada mortandad.
Transformación de los Espacios Urbanos
A mediados del siglo XIX, surgió la necesidad de adaptar las ciudades a las nuevas estructuras sociales y económicas. Bajo el mandato del barón Haussmann en París, se llevó a cabo una profunda transformación del modelo urbano, que sirvió de ejemplo para los ensanches realizados en las principales ciudades europeas. Calles rectilíneas, grandes avenidas y manzanas con patios interiores mejoraron las condiciones de vida urbana y redujeron las enfermedades.
La Ciudad Industrial
Las capitales de los grandes estados se convirtieron en metrópolis a finales del siglo XIX, constituyendo el centro político, administrativo, económico y financiero. Su posición central en el sistema de transporte y comunicaciones, el dinamismo económico, la instalación de fábricas y talleres en el extrarradio, la localización de instituciones bancarias y la centralidad cultural las convirtieron en el motor de la sociedad industrial. La arquitectura del hierro, las estaciones ferroviarias, la iluminación de las calles y el telégrafo fueron algunos de los símbolos de la modernidad en las grandes ciudades.
Orígenes del Movimiento Obrero
Ludismo
El ludismo surgió en Gran Bretaña durante el último tercio del siglo XVIII como respuesta al deterioro de las condiciones de trabajo tras la quiebra de la organización gremial. Los artesanos, descontentos por la introducción de máquinas que causaban la quiebra de los gremios y el deterioro de las condiciones laborales y salariales, encontraron en el movimiento ludita una forma de expresar su descontento.
Primeros Sindicatos
Las reivindicaciones de las asociaciones de trabajadores británicos se centraron en la recuperación del derecho de asociación, prohibido por el parlamento en 1799. El reconocimiento legal de los sindicatos y la creación de la Great Trade Union marcaron un hito en la historia del movimiento obrero. El sindicalismo británico pronto fue imitado en el continente, con la participación de trabajadores y asociaciones en las revoluciones de 1848 y la creación de los primeros sindicatos en Bélgica y Alemania.