Transformaciones económicas y demográficas en el siglo XIX: un desarrollo limitado
El siglo XIX fue un periodo de grandes cambios en España en todos los ámbitos: político, económico, social y cultural. Con el fin del Antiguo Régimen, comenzó una transformación en el país. En este bloque se analizarán estos cambios, desde el crecimiento de la población y el desarrollo de las ciudades hasta la industrialización y la evolución del comercio y las comunicaciones.
8.1. Crecimiento de la población, expansión urbana y migraciones
Cambios en la sociedad
Durante siglos, España tuvo una sociedad dividida en estamentos con derechos y obligaciones diferentes. Sin embargo, en el siglo XIX, sobre todo con Isabel II, se empezó a formar una sociedad de clases, donde la riqueza definía la posición social. Aunque en teoría había más movilidad social, en la práctica las desigualdades crecieron.
Crecimiento de la población
Desde 1833, la población española aumentó lentamente, pasando de 11 a más de 18 millones de personas a finales de siglo. Esto se debió a mejoras en la alimentación (más cultivos y la incorporación de la patata a la dieta), avances médicos (vacunas) y mejor higiene.
A pesar de este crecimiento, España tuvo una de las tasas de población más bajas de Europa, ya que la mortalidad seguía siendo alta debido a enfermedades y hambrunas. Además, la población estaba mal distribuida: la costa estaba densamente poblada, mientras que el interior tenía menos habitantes.
Crecimiento de las ciudades
Con más población, las ciudades crecieron, especialmente Madrid, Barcelona y Bilbao, que se industrializaban. Surgieron barrios obreros pobres y desordenados, mientras que las clases altas vivían en zonas más modernas y planificadas, como los «ensanches» de Barcelona y Madrid. También se mejoraron las infraestructuras con ferrocarriles, alumbrado público y alcantarillado.
A pesar de esto, en 1900 la mayoría de los españoles aún vivían en el campo. Esto creó una gran diferencia entre las zonas rurales y urbanas, causando tensiones sociales.
Migraciones
- Éxodo rural: Muchas personas abandonaron el campo para buscar trabajo en las ciudades industriales, especialmente en Cataluña y el País Vasco.
- Emigración al extranjero: Desde finales del siglo XIX, miles de españoles emigraron a América (Argentina, Brasil, México, Venezuela) y el norte de África (Argelia), sobre todo desde Galicia, Cantabria, Asturias y Canarias, donde había poco trabajo. Muchos emigrantes, llamados «indianos», hicieron fortuna y regresaron a España.
8.2. La Revolución Industrial en España
España pasó de una economía agrícola a una industrial, pero de forma muy lenta y desigual. Mientras otros países como Reino Unido, Francia y Alemania avanzaban rápidamente, España quedó rezagada.
Causas del retraso industrial
- Falta de inversión: Los empresarios preferían invertir en tierras o en negocios que dieran dinero rápido, como el ferrocarril, en lugar de en industrias básicas.
- Dependencia del extranjero: España necesitaba tecnología y financiación de otros países.
- Pocas materias primas: Había poco carbón de calidad, esencial para la industria.
- Malas infraestructuras: Las carreteras y ferrocarriles no favorecían el comercio interno.
- Pérdida de las colonias americanas, lo que redujo mercados y materias primas.
Sectores industriales
- Textil: Cataluña lideró la industria textil con máquinas de vapor y maquinaria inglesa.
- Siderurgia: Málaga y Asturias intentaron desarrollar la industria del hierro y el acero, pero la siderurgia solo despegó en Bilbao a finales de siglo gracias a la importación de carbón galés.
- Minería: España tenía mucho hierro, plomo, cobre y mercurio, pero fueron empresas extranjeras las que explotaron la mayoría de las minas.
- Otros sectores: Se desarrollaron industrias de alimentos, química, papel y maquinaria.
Mejoras en el transporte y el comercio
El ferrocarril
El ferrocarril revolucionó el transporte y la economía, conectando ciudades y facilitando el comercio. La construcción comenzó en 1848 (Barcelona-Mataró) y avanzó rápido hasta 1864. Sin embargo, muchas líneas se hicieron más por razones políticas que económicas, beneficiando a Madrid en lugar de las zonas industriales.
La mayor parte de la inversión vino del extranjero y los materiales ferroviarios se compraron a otros países, por lo que la industria española no se benefició tanto como se esperaba.
Comercio: proteccionismo vs. librecambismo
España tenía dificultades para exportar productos y dependía de las importaciones de bienes manufacturados de Francia y Reino Unido. Para proteger su industria, el gobierno impuso altos aranceles a los productos extranjeros. Sin embargo, durante el Sexenio Democrático (1868-1874) se intentó abrir el comercio con el Arancel Figueroa, que redujo los impuestos a la importación.
El sistema financiero y la banca moderna
El sistema financiero español era débil y desorganizado. Hasta mediados del siglo XIX no existían sociedades anónimas, por lo que invertir era arriesgado.
- Ley Mon-Santillán (1845): Intentó crear un sistema fiscal más justo, pero los ricos seguían pagando menos impuestos.
- Banco de España (1856): Se creó para financiar al Estado y terminó controlando la emisión de billetes.
Crecimiento bancario: En la Restauración, surgieron bancos importantes como el Banco de Vizcaya, el Banco de Santander y el Banco de Bilbao.
Conclusión
España intentó modernizarse en el siglo XIX, pero los cambios fueron lentos e incompletos. Aunque hubo avances en población, urbanización, industria y transportes, el país no logró alcanzar a otras potencias europeas. La falta de inversión, las malas infraestructuras y la dependencia del extranjero impidieron un desarrollo más sólido.