Transformación Jurídica y Política en Rusia: De la Dominación Mongol al Capitalismo

La Dominación Mongol (1237-1480)

Durante la dominación mongol:

  • Iglesia: Fortalecida.
  • Rusos: Búsqueda de refugio espiritual en la iglesia.

Iván «El Grande»:

  • Derrota a los ejércitos mongoles en 1480.
  • Amplía y unifica el territorio, centralizando el poder autocrático.
  • Transfiere la capital de Kiev a Moscú.
  • Construcción del Kremlin.
  • Rusia experimenta un retraso en el plano jurídico (medieval).

Alrededor del año 1200, los mongoles se habían trasladado desde Asia hacia el área balcánica y danubiana. Algunos años después, deciden retirarse parcialmente de esa área y establecerse en el territorio ruso de modo más estable.

El control buscado por los mongoles no era solamente en el plano militar. Sus líderes comprendían que la subyugación de un pueblo pasaba por el férreo control de sus instituciones y de todos aquellos elementos que pudieran servir como catalizadores del espíritu «nacionalista».

Los mongoles implantaron un riguroso y centralizado aparato estatal (inspirado en los modelos chinos) que privaba a la sociedad rusa de la posibilidad de conquistar —sin fuertes y sangrientos enfrentamientos— su autonomía y su independencia.

El continuo debilitamiento del poder temporal-secular no se observó en el ámbito eclesiástico. La iglesia logró una posición privilegiada en virtud de su adaptación al nuevo esquema de poder. Como consecuencia de su privilegiada posición ante la administración conquistadora, la iglesia consiguió la proyección de su derecho y de sus tribunales (tribunales eclesiásticos).

Bajo la óptica sociológica, la preservación del poder eclesiástico culminó con la propia preservación de la identidad nacional y cultural de aquella sociedad dominada.

La sociedad rusa, privada de sus elementos culturales y nacionales por el fuerte esquema estatal implantado durante la dominación mongol, se acabó refugiando en la fe y en la iglesia, único bastión donde aún era posible buscar la propia identidad nacional y cultural prácticamente perdida.

El fortalecimiento de la iglesia implicó su gradual alejamiento de los modelos bizantinos originarios. En este proceso, se incluyeron nuevas reglas de origen búlgaro y griego. Durante ese periodo histórico, las decisiones de los tribunales eclesiásticos relativas a los problemas típicamente rusos de la comunidad pasan a integrar los nomocánones.

Paralelamente, el derecho secular-temporal se inmoviliza, como forma de crear y conservar un núcleo duro e impenetrable al derecho extranjero (conservando los aspectos básicos de los valores nacionales y de la propia identidad cultural). Esa necesidad de preservar sus propias características se ha convertido, para los rusos, prácticamente en una especie de fanatismo de la tradición nacional y ha marcado profundamente su comportamiento en todas las épocas posteriores a la invasión y dominio mongol.

Durante el periodo de dominación, los mongoles sufrieron el ataque del conquistador nómada turco-mongol Tamerlán y, posteriormente, la rebelión y ataque llevado a cabo por el príncipe moscovita Iván III de Rusia (Iván el Grande) en 1480, fecha en que los ejércitos mongoles fueron definitivamente derrotados.

Iván el Grande se erige como el «unificador de las tierras rusas», cuadriplica su territorio y transfiere la capital de Kiev a Moscú, donde ordena la construcción del Kremlin y crea distintas instituciones para asegurar su poder autocrático.

Sin embargo, Rusia ya no estaba en condiciones de recuperar el terreno perdido en el plano jurídico en relación con los demás estados occidentales. Cuando se liberó de los mongoles, Rusia aún era medieval, mientras que Europa estaba saliendo de la Edad Media y acercándose al Renacimiento.

El Estalinismo (1937-1953)

  • Centralización del poder.
  • Control social: Actuación de la policía secreta.
  • Valores: Exaltación del nacionalismo y las tradiciones rusas.
  • Acervo jurídico: Sometido a la política y a la razón de estado (arbitrariedad de las autoridades públicas).

El partido comunista ruso había incrementado notablemente la centralización del poder en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. El control social no se basaba en el derecho, sino en la actuación de la policía secreta, condicionada por las exigencias del partido y por la ejecución de los planes estatales.

Las normas jurídicas existían en el plano formal pero no encontraban correspondencia en la realidad cotidiana. Durante el régimen de Iósif Vissariónovich Stalin, los valores que impregnaban el derecho retomaron la senda del tradicionalismo ruso y la exaltación del nacionalismo.

En este periodo, la edición de normas jurídicas fue muy activa, con la promulgación de códigos, la limitación acentuada de la analogía en el derecho penal, la regulación del divorcio y el acoplamiento de las controversias entre los órganos públicos económicos al código civil.

Aun así, todo el acervo jurídico estaba sometido a la política y a la razón de estado. El derecho se aplicaba con relativa normalidad en las zonas políticamente estabilizadas, al paso que en las no estabilizadas había una imperceptible línea de separación entre el derecho y la arbitrariedad llevada a cabo por las autoridades públicas bajo el escudo de los planes de gobierno y la razón de estado.

Con la ocupación de los estados balcánicos y de los estados de Europa Central, la URSS impuso regímenes comunistas denominados «democracias populares». Polonia, Yugoslavia, Rumania, Hungría, Albania, Checoslovaquia, Bulgaria y Alemania (convertida en la República Democrática Alemana) eran países con historias distintas y la imposición del comunismo encontró reflejos y respuestas distintas en el seno de la sociedad.

En países profundamente católicos, como Polonia, el ateísmo oficial impuesto por el comunismo ruso encontraba un rechazo poderoso. Lo mismo ha pasado con el protestantismo de los estados balcánicos o el islamismo profesado en Yugoslavia y Albania.

Con el control ejercido por el «telón de acero», la antigua URSS ha transferido estructuras económicas e institutos jurídicos más atrasados que los sistemas vigentes en esos países en la época del inicio del dominio ruso.

Durante este periodo, los gobiernos de esos países dejaron «en punto muerto» sus normas jurídicas y adoptaron por necesidad política las normas jurídicas de matriz soviética. Formalmente, sin embargo, sus códigos no habían sido revocados.

Con la muerte de Stalin en 1953 se desarticuló el aparato estatal montado y destinado a exaltar el culto a su personalidad y la URSS dejó gradualmente de actuar como estado-guía para los demás estados socialistas.

La Apertura en Dirección al Capitalismo

Apertura al capitalismo (problemas básicos):

  • Pluripartidismo.
  • Economía de mercado.
  • Modelo de producción.
  • Reconocimiento de las minorías nacionales.

En la transición de su estructura jurídica y económica, aún en curso, los países comunistas se enfrentan a cuatro problemas cruciales:

  1. La necesidad de implantación del pluripartidismo, característico de las democracias liberales, en sustitución del partido único, característico de la dictadura del proletariado.
  2. La sustitución de la economía planificada por la economía de mercado. Ese cambio conlleva a la producción de normas jurídicas e instituciones que fomenten y regulen el derecho privado, particularmente el mercantil, así como la libre competencia, el mercado bursátil y las entidades financieras.
  3. El reemplazo del modelo asentado en la propiedad estatal de los medios de producción por aquel característico de la economía de mercado, en el que la propiedad está en manos privadas.
  4. El reconocimiento de las minorías nacionales, exaltadas con la caída del comunismo.

Aunque se hayan elaborado nuevas leyes para permitir la implantación de la economía de mercado, los responsables de las industrias estatales, así como el aparato económico-militar no estaban predispuestos a aceptar la liberalización.

Las nuevas leyes electorales adoptaron un sistema proporcional basado en la atribución de puestos parlamentarios en función de los votos recibidos por cada partido político. Este sistema estaba inspirado, fundamentalmente, en el temor a un eventual regreso del modelo de partido único, hasta hoy presente en China, o a una reducida oligarquía partidista.

El resultado fue la creación de parlamentos muy fragmentarios que, a su vez, generaron gobiernos de coalición muy inestables. Esa dinámica condujo a un proceso contradictorio: era más sencillo, en el periodo postcomunista, restaurar viejos códigos que promulgar nuevos códigos.

Mientras en los países satélite esa restauración era formalmente posible (el derecho basado en el modelo soviético fue aplicado sin la revocación formal de los antiguos códigos), en Rusia no, en virtud de la revocación formal de la legislación zarista por los comunistas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *