La Evolución Socioeconómica Española en el Segundo Franquismo
El año 1959 marca un cambio de rumbo en el desarrollo económico del régimen. Ese año se produce un cambio fundamental con el Plan de Estabilización, que propició el desarrollo posterior. Comienza así la etapa conocida como «desarrollismo».
Debido a la labor del gobierno tecnócrata de López Rodó, que diseñó una nueva política económica y una definitiva institucionalización del régimen, este desarrollo fue motivado más bien como consecuencia del fin del aislamiento político.
El Plan de Estabilización
En 1959 se llevó a cabo el Plan de Estabilización, que implementó una serie de medidas que frenaron el crecimiento de la economía española, pues estaban orientadas a controlar la inflación. Se produjo una reducción de los créditos y la supresión de muchas regulaciones y subvenciones.
Esta política económica dio paso hacia un modelo de economía liberal y se inició una década de crecimiento económico vertiginoso que no se detendría hasta 1975.
Equilibrada la situación interior y liberalizado el comercio exterior con el Plan de Estabilización, la economía española intentó encauzar la expansión económica por medio de una planificación indicativa.
Los Planes de Desarrollo
La política económica se concretó en los Planes de Desarrollo, que constituyeron un ejemplo de planificación indicativa coordinada desde la Comisaría del Plan de Desarrollo, dirigida por López Rodó, cuyos objetivos eran:
- Marcar «orientaciones indicativas» para los sectores económicos privados.
- Establecer normas de obligado cumplimiento para el sector público.
- Crear polos de desarrollo en las regiones más deprimidas o faltas de industrialización.
Como consecuencia de estas medidas, se produjeron unas tasas de crecimiento económico anual sin precedentes; la renta per cápita se duplicó.
España dejó de ser un país atrasado y agrario para transformarse en un país más moderno, industrial y urbano. Este crecimiento económico evitó tensiones sociales y también sirvió para reforzar el poder de Franco y asegurar la continuidad de su régimen. En este contexto se iniciaron las negociaciones con la CEE, que lograron un acuerdo preferencial de reducción arancelaria para los productos españoles.
El crecimiento se debió, más a la apertura hacia el exterior.
Factores que Contribuyeron al Crecimiento
- Las inversiones extranjeras.
- Las remesas en divisas enviadas por los emigrantes españoles en los países europeos.
- Las propias divisas proporcionadas por el turismo.
- Los reducidos costes laborales.
- Las enormes inversiones estatales destinadas a la construcción de autopistas, carreteras, embalses…
El resultado de todos estos factores conjugados fue una fuerte expansión de todos los sectores productivos con un notable incremento del PIB y de la renta per cápita.
Consecuencias del Crecimiento
a) El desigual crecimiento de los diferentes sectores productivos. La industria y el sector terciario experimentaron un fuerte impulso frente al sector primario.
b) Creciente dependencia de la economía exterior. La economía nacional se convirtió en importadora de capital para el reequipamiento industrial.
c) La masiva emigración de trabajadores españoles a los países más prósperos de Europa. Esta emigración afectó a los sectores sociales con rentas más bajas y principalmente a los varones adultos que procedían de las zonas rurales.
d) La persistencia de los desequilibrios regionales. La concentración industrial se redujo a tres regiones (Cataluña, País Vasco y Madrid), y la actividad turística, a Valencia y Alicante, la costa andaluza y las Islas Baleares y Canarias.
e) El mantenimiento de un sistema insuficiente de prestaciones y servicios sociales.
f) El mantenimiento de un sistema fiscal regresivo e injusto en beneficio de la minoría social más adinerada, pues se basaba en los impuestos indirectos sobre el consumo, que gravaban por igual a ricos y a pobres.
La Crisis Económica de 1973
En 1973 comenzó una profunda crisis económica a escala mundial. Como el petróleo constituía la fuente de energía esencial, el incremento de su coste desencadenó una recesión internacional.
En España, esta crisis económica presentó una especial gravedad y duración por varios motivos:
- La enorme dependencia energética exterior de nuestro país. La disminución del turismo.
- El descenso de las exportaciones.
- La interrupción del flujo emigratorio y el regreso de miles de trabajadores desde Europa.
Entre 1973 y 1975, las autoridades intentaron retrasar las repercusiones, optando por mantener los precios internos de la energía y subvencionar con dinero público las compras exteriores de petróleo -lo que disparó el gasto estatal- con la intención de que los nuevos precios no se trasladaran a los consumidores.
Cambios Sociales
Desde el punto de vista social, muchas son las diferencias con el primer franquismo. La más evidente es el espectacular desarrollo económico que vive el país, aunque con retraso. Ese desarrollo económico y el contacto con el exterior generan cambios sociales importantes. Aunque el régimen no evoluciona casi en lo político, los españoles de los años 60 tienen más preocupaciones políticas y deseos de consumo, piden a gritos una apertura que no se dará hasta la muerte del dictador.
El desarrollo económico trae profundos cambios. El primero y más importante es que la agricultura pierde el protagonismo económico. Esto genera que un gran número de españoles abandone el campo y se vaya a vivir a las ciudades. A esta emigración interior hay que sumar la emigración exterior que se producirá hacia los países de la Europa desarrollada (Alemania, Francia…).
En los años 60 asistimos a un espectacular crecimiento del baby boom. Esto generó problemas de ajustes entre una población en crecimiento y las infraestructuras sanitarias y educativas del país que eran claramente insuficientes. Ante esto, el régimen tuvo que construir hospitales, escuelas e institutos. Para sacar fondos para este fin, se modificó el sistema de ayudas sociales en 1963, reuniendo en la Seguridad Social una serie de prestaciones anteriormente dispersas.
En esencia, la población española sufrió una profunda transformación que le llevó a conocer cotas de bienestar y de consumo inimaginables en las etapas anteriores. El consumismo presidió la vida de los españoles frente a la simple supervivencia de la época anterior.
La modernización vino también de la apertura al exterior a través del turismo.
Otro síntoma de que la sociedad estaba cambiando fue el aumento importante de la población activa femenina.
También asistimos al incremento cuantitativo de las clases medias. Surgen con gran fuerza las nuevas clases medias: los empleados de banca, los técnicos, profesores…