La Reforma Agraria Liberal
La medida más importante de esta reforma agraria fue la desamortización de los bienes rústicos y urbanos que pertenecían a las manos muertas eclesiásticas, así como de los baldíos y las tierras comunes y propias de los concejos. El proceso desamortizador fue largo, debido tanto a la masa de bienes afectados como a los avances y retrocesos provocados por las disputas políticas e ideológicas.
Primeros Intentos Desamortizadores
En 1798, las dificultades hacendísticas propiciaron el primer intento desamortizador, la desamortización de Godoy. Durante la revolución liberal, las Cortes de Cádiz promulgaron en 1813 diversos decretos de desamortización para la venta de los bienes de los afrancesados, de las órdenes militares y de los conventos suprimidos o destruidos. La finalidad era hacer frente al gasto de la deuda provocada por la guerra contra los franceses. Estas medidas tuvieron escasa vigencia debido a la rápida restauración del absolutismo en 1814. Tras el triunfo de la revolución de 1820, los liberales volvieron a recuperar las medidas desamortizadoras.
La Desamortización en el Reinado de Isabel II
Fue en el reinado de Isabel II, ya definitivamente instalados los liberales en el poder, cuando se realizó la transformación del régimen de propiedad entre 1835 y 1855. En este proceso se diferencian las siguientes fases:
1835-1836: La Desamortización de Mendizábal
En el contexto de la revolución liberal, Mendizábal acometió la desamortización eclesiástica mediante dos decretos que afectaron básicamente al clero regular. Los objetivos de Mendizábal eran:
- Reformar el régimen de la propiedad.
- Obtener recursos para cubrir los gastos del Estado causados por la guerra carlista.
- Reducir la deuda pública.
1841: Completando la Desamortización Eclesiástica
Durante la regencia del liberal progresista Espartero, se completó la desamortización eclesiástica de Mendizábal. Fueron declarados bienes nacionales los del clero secular y puestos en venta. A partir de 1844, los gobiernos moderados paralizaron el proceso y alcanzaron un acuerdo con el Vaticano – Concordato de 1851.
1855: La Desamortización Civil de Madoz
Durante el breve período del Bienio Progresista, fue aprobada la Ley General de Desamortización, presentada por el ministro de Hacienda Pascual Madoz. Se inició así la desamortización civil, poniendo en venta los bienes del Estado y de los concejos, y se culminó la desamortización eclesiástica sacando a la venta lo que aún quedaba de las propiedades eclesiásticas.
Impacto y Consecuencias de la Desamortización
La desamortización puso en venta, aproximadamente, el 20% del territorio español (o el 50% de tierra cultivable). Los principales compradores fueron personas que disponían de recursos económicos. En el balance global de la desamortización, tenemos que:
- Como medida política, fue un éxito.
- Desde el punto de vista socioeconómico, las valoraciones presentan matices. Las víctimas fueron la Iglesia, los municipios y los campesinos pobres y jornaleros, ya que vieron empeorar sus condiciones de vida con la pérdida de los beneficios de la caridad eclesiástica.
La Desamortización en Galicia
En Galicia, la desamortización tuvo unas características especiales debido al mantenimiento del sistema foral y la peculiar organización de los montes comunales. La mayoría de las tierras gallegas se explotaban mediante contratos de arrendamiento de larga duración (foros) que reconocían la existencia, sobre una misma parcela de tierra, de derechos diferentes en manos de grupos distintos.
La hidalguía local ejercía un papel de intermediaria y cobraba la mayor parte de las rentas. Al mismo tiempo, la mayoría de los montes comunales no eran propiedad de los concejos, sino de los vecinos de las parroquias y aldeas. Esta situación hizo que, en la aplicación de las leyes desamortizadoras, resultase:
- Escasa importancia a la desamortización de los propios, debido al reducido patrimonio de los concejos gallegos.
- No se alteró la organización agraria tradicional procedente del Antiguo Régimen. Los campesinos conservaron sus derechos sobre la tierra.
La Agricultura Española en el Siglo XIX
A pesar de las medidas establecidas por los gobiernos liberales, la agricultura en España durante el siglo XIX no sufrió un proceso de modernización general. La evolución de la agricultura en España tuvo una fuerte incidencia de la crisis agraria a finales del siglo XIX, provocada por los efectos del aumento de la producción agraria en los países donde se produjo la revolución agraria. Esto dio lugar a una desigual evolución agraria.
En España se pueden diferenciar:
- Zonas que permanecieron estancadas en niveles técnicos y de producción próximos a los del Antiguo Régimen.
- Zonas que se especializaron en cultivos con salida a los mercados y que introdujeron innovaciones técnicas.
Estas transformaciones tuvieron un fuerte coste social, y muchos campesinos sufrieron el progresivo deterioro de sus condiciones de vida.
Conflictividad Agraria
Las transformaciones agrarias incrementaron la conflictividad en el campo, que presentó rasgos diferentes según las condiciones generales de los campesinos. En Galicia, los problemas agrarios estuvieron relacionados con la permanencia de los foros y los intentos de modernización agraria.