Transformaciones agrarias y expansión industrial en el Siglo XIX

AVANCES EN AGRICULTURA COMERCIAL

A partir de la segunda mitad del siglo XIX se fue imponiendo en la costa mediterránea una agricultura orientada a la comercialización, tanto en el mercado interior como a la exportación. El cultivo de la viña de los cítricos, el arroz y la caña de azúcar se generalizó en esta época, junto a otros productos cuyo cultivo no era tan extendido, como los frutos ECS, el aceite de oliva y el esparto. Especialmente la vid, un cultivo tradicional que ya había originado una cierta expansión de sus derivados, experimentó un crecimiento sin procedentes a finales del Siglo XIX. Entre los años 1850 y 1875, España triplicó el volumen de la exportación de vinos en Europa. Esta expansión tan considerable fue el resultado de una situación coyuntural, que se explica por la aparición en Europa, hacia el 1863, de la terrible plaga de la filoxera, que provocó la ruina de las viñas francesas. España se convirtió entre 1870 y 1880 en la primera potencia mundial en la producción vinícola. Con todo, el cultivo cerealística tradicional continuaba predominante, y se exporta fuerza. Pero el sueño de convertir España en el granr de Europa se veía frustrado en cuanto acababan los conflictos europeos como las guerras de Crimea (1853-1856) y Franco-prusiana (1870-1871), ya que el precio del grano español no podía competir con el de las tierras de cereales francesas, alemanas y británicas.

TRANSFORMACIONES INDUSTRIALES:


en España, la revolución industrial afectó de lleno a Catakunya y el País Vasco y en menor medida en algunas comarcas de Andalucía, del País Valenciano y de España.

EL RETRASO DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA

Cuando el último tercio del Siglo XIX algunos países europeos iniciaban la segunda fase de la Revolución Industrial, España seguía siendo un país fundamentalmente basado en lagricultura, a excepción de los casos del tèxtl catalán y la siderurgia vasca. Las explicaciones que se han dado a esta retraso son dos. El retraso industrial se ha atribuido a la poca demanda de productos manufacturados. La pobreza de la población campesina mayoritario en el apis y con un poder adquisitivo escaso. También se suele dar como razón de este retraso el proteccionismo excesivo. Cataluña tenía que elaborar la fuerza productos más caros que los extranjeros. Ya que no tenía ni carbón, ni hierro, ni buenos puertos en la costa que permite la carga y descarga. A todo esto hay que añadir la falta de inversiones

Desamortizaciones


Los políticos liberales pensaban que la principal MSur para poner fin al atraso del campo español era eliminar todos los restos del régimen señorial que aún había me buena parte de las regiones del país. Una de estas medidas era erradicar el sistema de propiedad de manos muertas y vendernos las tierras para que los nuevos propietarios modernizar el campo. Los cambios más importante en ñ’estructura y la propiedad de la tierra se produjeron a raíz de las desamortizaciones aplicadas por los gobiernos de los años 1836 y 1855. Estas desamortizaciones consistieron en la apropiación por parte del Estado de gran parte de los bienes de la Iglesia y de las tierras comunales de los municipios, los cuales fueron declarados nacionales y se vendidos a particulares en una subasta pública.

La primera desamortización (1836)

se hizo durante la regencia de M ª Cristina (1833-1840) y fue inspirada por quien fue ministro de Hacienda entre 1835 y 1836, el liberal Juan Álvarez de Mendizábal. Con los ingresos obtenido el Estado pudo pagar la deuda pública y pagar el ejército contra los carlistas.

La segunda desamortización: (1855)

llevada a tere durante el Bienio Progresista por tamé ministro de Hacienda Pascual Madoz, puso en el avendi todas las tierras cultivables que formaban parte del patrimonio municipal, estatal y de los órdenes militares. Las cnsequencies de las desamortizaciones fueron diversas. En primer lugar, supusieron el cambio de propiedad. El 40% de la tierra cambió de mñas y tres quintas partes de las popietats de la Iglesia fueron vendidas. Los compradores, fueron mayoritariamente aristócratas terratenientes y clérigos seculares, que aún van engrosar más su patrimonio rústico, o comerciantes e industriales, que veían en la tierra un signo de prestigio y de estabilidad económica. Una segunda consecuencia fue la inestabilidad y la inseguridad de muchos agricultores, que perdieron los derechos de uso de los bienes comunales. En muchas zonas se produjo una proletarización de amplios sectores del campesinado. En 1860 la mitad de los asalariados españoles eran jornaleros de campo. Y finalments, aunque no emergíó una nueva clase de propietarios rurales activos y emprendedores como esperaban Mendizábal y Madoz, las desamortizaciones sí supusieron una ampliación importante de la superficie cultivada dedicada a los cereales. En bastantes explotaciones se introdujeron los abonos como el guano de Perú o el nitrato de Chile lo que repercutíó a aumentar la productividad.

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