Transformaciones Culturales en la España del Siglo XIX y XX: Mentalidades, Educación y Prensa

Transformaciones Culturales en la España del Siglo XIX y XX: Mentalidades, Educación y Prensa

Cambio en las Mentalidades: La Nueva Sociedad Urbana

Durante el siglo XIX en España, el peso de los terratenientes estableció una élite social de rentistas aristocráticos más que de burgueses industriales. Sólo en algunas zonas industriales o en algunos grupos de empresarios y comerciantes se establece la idea social de valorar el trabajo, el esfuerzo personal y la austeridad, valores opuestos al modelo social basado en despreciar el trabajo y vivir de la renta.

A su vez, la influencia social de la Iglesia católica era muy importante. Los ritos religiosos se convirtieron en ritos sociales de la burguesía. Pero un sector del liberalismo español quiso hacer laica la vida pública y poner fin al predominio de la moral religiosa en los ámbitos sociales. Además, al final de siglo, parte de la clase trabajadora empezó a manifestar actitudes radicalmente anticlericales relacionando la Iglesia con grupos dominantes.

Al final del siglo XIX y comienzo del XX, con la modernización económica, creció la sociedad urbana moderna con nuevas clases sociales. La población rural todavía era muy mayoritaria, pero se fijó ya el dualismo de la España rural y la España urbana, cada una con diferentes modos de vida e ideologías.

En la nueva sociedad urbana se crean nuevas formas de vida, nuevos valores sociales, nuevas formas sociales y de ocio, y la cultura se extiende entre estratos sociales más extensos. En las grandes ciudades, la estratificación social se representaba con la separación de barrios y en las formas de vida y de ocio. La riqueza establecía la jerarquía social y por esto la burguesía hacía ostentación pública de poder económico con grandes casas, carros, fiestas y demás lujos. Sus formas de ocio constituían también una muestra de su riqueza. En las grandes ciudades surgió la ópera, los teatros, los casinos y centros exclusivos de reunión social de las élites.

Las clases populares, con unas condiciones de vida y de trabajo muy pobres, desarrollaron su propia moral lejos de la burguesía y sus propias formas. Se extendió la asistencia a las verbenas, bailes, corridas de toros y a las tabernas como lugares de reunión.

La Educación y la Prensa

Una de las transformaciones más importantes de inicios del siglo XX fue la mejora de la educación. Los liberales, heredando la Ilustración, daban a la educación un papel importante como medio para el cambio político y el desarrollo económico. Y creían que el Estado debía asumir una función docente, hasta entonces monopolio de la Iglesia, y crear una enseñanza pública, gratuita y laica.

Se promulgó la Ley de Instrucción Pública que dividía la enseñanza en tres partes:

  • Primaria
  • Secundaria
  • Universidad

Sólo la primaria era gratuita; el acceso a la secundaria, y especialmente a la universitaria, estaba reservado a los ciudadanos con recursos económicos. A la universidad sólo acudían minorías selectas. El sistema educativo era en parte estatal o público y en parte privado.

La alfabetización, en sólo medio siglo, pasó del 30% al 70% de la población, lo que pone de manifiesto la mejora del sistema educativo. El analfabetismo afectaba sobre todo a las mujeres, a las áreas rurales y al sur del país.

La Universidad Central de Madrid era la única que impartía todas las licenciaturas, entre las que se crean ahora las Escuelas Politécnicas y de Bellas Artes. Los profesores, empleados del Estado, no tenían libertad de cátedra.

En 1876 Francisco Giner de los Ríos fundó la Institución Libre de Enseñanza donde primaba el libre pensamiento, el debate científico y la formación integral (humanista y científica) del individuo. Los Krausistas de la Institución obtuvieron, con el tiempo, un gran número de cátedras universitarias en toda España.

Los casinos y círculos eran centros de ocio y vida social de la burguesía, pero también centros de reunión y debate, igual que las casas del pueblo para las clases populares. El aumento de la alfabetización provocó mayor demanda de ocio cultural y así se desarrolló el hábito de la lectura. La mejora de los medios técnicos favoreció la expansión de la prensa en papel. Que con la radio, surgió la prensa como medio de comunicación de masas que se convirtió en un instrumento de relación entre los ciudadanos y el poder. A través de la prensa se creaban corrientes de debate, se difundían argumentos críticos y aumentaba la progresiva formación de una opinión pública independiente que pasó a ser cada vez más influyente. Entre los diarios había de tendencia liberal moderada, liberal democrática y conservadora. El mundo editorial y la prensa tenían su centro en Madrid y se repartían a todo el país mediante el ferrocarril y el correo.

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