Liberalismo y Capitalismo
Liberalismo: Adam Smith estableció los principios del liberalismo:
- El interés personal y la búsqueda del máximo beneficio es el motor de la economía.
- Los diversos intereses se equilibran en el mercado gracias al mecanismo de los precios, que adapta la oferta a la demanda.
- El Estado debe abstenerse de intervenir en el funcionamiento de la economía y permitir el libre desarrollo de los intereses particulares (librecambio).
El capitalismo industrial se estructura como un sistema en el que los medios de producción (fábricas, maquinaria y stock) son propiedad privada de un grupo reducido, la burguesía, y los trabajadores son empleados a cambio de un salario. La falta de planificación origina crisis económicas.
Nueva Sociedad Industrial
En el nuevo sistema industrial, las diferencias no se establecían, como en el Antiguo Régimen, por nacimiento, sino por riqueza. En la sociedad de clases había dos grupos principales:
Burguesía
Se convirtió en un grupo heterogéneo al ser propietaria de negocios e industrias. Había una gran burguesía formada por banqueros, rentistas y propietarios de grandes fábricas; también una mediana burguesía formada por profesionales liberales, funcionarios y comerciantes, y la pequeña burguesía formada por tenderos y empleados.
Obreros
Los trabajadores de las fábricas formaban el proletariado industrial y urbano. Ofrecían su mano de obra a cambio de un salario y eran el grupo más numeroso y desfavorecido en la nueva sociedad. Al principio, no existía ningún tipo de ley que fijase las condiciones laborales de los trabajadores. Por ello, los horarios, salarios y vacaciones eran establecidos por los empresarios. Las condiciones de vida eran muy duras, con jornadas de 12-14 horas de trabajo diario. Se obligaba a mujeres y niños a trabajar por salarios inferiores a los de los hombres, y carecían de higiene, lo que aumentaba las enfermedades.
Primeras Asociaciones Obreras
Los obreros se opusieron al maquinismo, al que consideraban responsable de los bajos salarios y del paro. Destruyeron máquinas e incendiaron locales (ludismo). Crearon organizaciones de trabajadores, como las primeras Sociedades de Socorros Mutuos, que nacieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII con el objetivo de ayudar económicamente a sus miembros en caso de paro o enfermedad. Las sociedades obreras fueron ilegalizadas por los gobiernos liberales. Los primeros sindicatos reunían a obreros de un mismo ramo; en 1834 se fundó la Great Trade Union, sindicato que agrupaba a obreros de distintos oficios.
La Segunda Fase de la Revolución Industrial
A finales del siglo XIX, el mundo entró en una nueva fase del proceso de industrialización: la Segunda Revolución Industrial, en la cual el liderazgo de Gran Bretaña empezó a ser compartido con nuevas potencias industriales como Alemania, Estados Unidos y Japón.
Nuevas Fuentes de Energía y Nuevas Industrias
En esta etapa, la electricidad y el petróleo desbancaron al carbón. La invención de la dinamo permitió producir electricidad, que tuvo múltiples aplicaciones en la industria, los transportes, los sistemas de comunicación, el ocio y la iluminación. El petróleo comenzó a extraerse en Estados Unidos. La invención del motor de explosión posibilitó su utilización como combustible para los automóviles. La aplicación de un motor diésel a la navegación marítima permitió aumentar la rapidez y la capacidad de los barcos. La aviación fue otra de las grandes innovaciones. La metalurgia consiguió un gran impulso debido a la producción de nuevos metales como el acero inoxidable y el aluminio. La industria química logró un importante desarrollo en Alemania.
Una Nueva Organización Industrial
A finales del siglo XIX, la organización de la producción se orientó hacia la producción en serie. Este nuevo método, llamado taylorismo, consiste en la división del proceso en tareas muy específicas. Nació en Estados Unidos, y la fábrica de Ford fue la primera en la que se implantó. Las elevadas inversiones estimularon la concentración industrial. Para restringir la competencia, se firmaban acuerdos entre las empresas:
- Cartel: acuerdos entre diferentes empresas.
- Trust: fusión de empresas.
- Holding: grupo financiero que posee la mayoría de las acciones.
- Monopolio: derecho exclusivo de una empresa a comercializar un producto.
Marxismo, Anarquismo e Internacionalismo
Marxismo y Socialismo
A mediados del siglo XIX, Karl Marx y Friedrich Engels denunciaron la explotación de la clase trabajadora y defendieron la necesidad de una revolución obrera para destruir el capitalismo. El proletariado conquistaría el poder político y crearía un estado obrero que socializaría la propiedad, llevando a la desaparición de las clases sociales y del Estado. A partir del último tercio del siglo XIX, propusieron la creación de partidos obreros socialistas, cuyo objetivo era la realización de la revolución proletaria, pero defendían también su intervención en la vida política a través de la participación en las elecciones y la entrada en los parlamentos nacionales, buscando una legislación más favorable a los trabajadores.
Anarquismo
El anarquismo reunió a un grupo de pensadores que tenían en común tres principios básicos:
- La exaltación de la libertad y de la solidaridad social.
- La crítica a la propiedad privada y la defensa de formas de propiedad colectiva.
- El rechazo a la autoridad.
Los anarquistas se oponían a la participación en la vida política y a la organización de los trabajadores en partidos. Algunos defendían la acción violenta contra los pilares del capitalismo; otros, la creación de sindicatos revolucionarios.
Internacionalismo
Marxistas y anarquistas defendían la necesidad de unir los esfuerzos de la clase obrera de todo el mundo para luchar contra el capitalismo. En 1864 se creó la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), a la que se adhirieron marxistas, anarquistas y sindicalistas, y que acabó por desaparecer hacia 1876. En 1889, fundaron la II Internacional.