Transformaciones Económicas y Sociales en Francia: 1815-1849

Panorama Económico Inicial (1815-1827)

La economía industrial en Francia, tras las Guerras Napoleónicas, se caracteriza por la predominancia de la producción de bienes de consumo, con una escasa fabricación de bienes de producción y una limitada concentración industrial. La gran propiedad agraria de la burguesía terrateniente juega un papel crucial. Este contexto genera tensiones sociales y políticas, evidenciando una incipiente oposición entre obreros y burguesía, en el marco restrictivo de la Restauración Borbónica.

Las crisis económicas, como la de 1827, exacerban las diferencias entre la burguesía financiera-industrial y otros sectores, relegando a los obreros a un papel de fuerza auxiliar, sin un poder decisivo en 1815. A pesar de un capitalismo aún en desarrollo, Francia vive bajo la sombra de la Revolución de 1789-99, que transformó radicalmente las estructuras económicas, sociales y políticas.

Iniciativas Emergentes

  • Sufragio universal
  • Democracia política como condición para la democracia social
  • Intervención del Estado en las relaciones económicas

La Revolución de 1830: Ascenso de la Burguesía Financiera

La Revolución de 1830 es fundamentalmente política, llevando al poder a la burguesía financiera. La clase obrera intenta, sin éxito, una revisión de las relaciones sociales, enfrentándose a una dura represión. A partir de 1840, la Monarquía de Julio impulsa la revolución industrial, con un significativo aumento de la población obrera industrial, alcanzando los 6 millones en 1847.

La Revolución de 1848: Protagonismo Obrero y Socialismo

Avances y Demandas Obreras

En 1848, los obreros adquieren un protagonismo mayor. Forzan al Gobierno Provisional a proclamar la República y a reconocer el sufragio universal. Por primera vez, el socialismo participa en el gobierno con Louis Blanc. Se debate entre la transformación socialista de la sociedad y mejoras laborales inmediatas como el aumento de salarios y la reducción de la jornada laboral.

Las manifestaciones obreras logran avances significativos: reconocimiento del derecho al trabajo, apertura de los Talleres Nacionales, reducción de la jornada laboral a 10 horas sin pérdida de salario, supresión del trabajo a destajo y creación de oficinas de colocación en los ayuntamientos.

La Comisión del Palacio de Luxemburgo

Esta comisión redacta un proyecto de ley con aspiraciones socialistas, incluyendo la nacionalización de ferrocarriles, minas, banca y compañías de seguros. Los obreros aceptan sacrificios temporales, mientras los socialistas utópicos depositan sus esperanzas en el Gobierno Provisional.

Represión y Fin de las Aspiraciones Socialistas

Las elecciones de 1848, con sufragio universal masculino, coinciden con un resurgimiento de la lucha popular y su represión. La nueva Comisión Ejecutiva revierte las medidas socializantes y suspende la Comisión del Palacio de Luxemburgo. Se crea la Sociedad de Corporaciones, de carácter colectivista, pero Napoleón Bonaparte lidera una ola de antisocialismo.

El Partido del Orden aplasta a demócratas radicales y socialistas, restringiendo libertades de prensa y reunión. En 1849, Bonaparte consolida su poder con un golpe de Estado, frustrando las aspiraciones del movimiento obrero y la influencia del socialismo, en línea con los deseos de la burguesía de un gobierno fuerte.

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