Transformaciones económicas y sociales en la España del siglo XIX

Transformaciones Económicas y Cambios Sociales en la España del Siglo XIX

Durante el siglo XIX, la economía española experimentó numerosos cambios, aunque no alcanzó el nivel de desarrollo de otros países de Europa. La agricultura siguió siendo la principal actividad y solo en el País Vasco y Cataluña se dieron transformaciones industriales. El estado liberal facilitó la creación de un mercado único que incluía, entre otras medidas, la supresión de aduanas interiores, la unificación del sistema monetario y la reforma fiscal. Durante este periodo apareció el movimiento obrero que, por la influencia de la AIT, se dividió en anarquistas y socialistas.

1. Las Desamortizaciones: El Problema de la Propiedad de la Tierra

Para que el campo fuera más rentable era necesario que los propietarios invirtieran en maquinaria, en abonos e introdujeran nuevos cultivos, también que intentasen obtener un mayor rendimiento y buscasen mercados para comercializar sus productos. En España, los propietarios de la tierra eran nobles y clérigos que vivían de las rentas y no se dedicaban a la actividad productiva. Por otra parte, el campesino era muy pobre y trabajaba explotaciones pequeñas, por lo que no podían acumular beneficios.

A todo esto hay que añadir que muchas hectáreas de tierra eran propiedad de los municipios y, a menudo, permanecían improductivas o estaban mal cultivadas. En estas tierras comunales, los habitantes de los pueblos tenían un complemento (frutos silvestres) que les ayudaba en su precaria economía.

Las Desamortizaciones

Los políticos liberales, conscientes de que los cambios en la política de la propiedad de la tierra habían favorecido la expansión agrícola en otros países europeos, pensaban que la primera medida que había que hacer era poner fin al atraso del campo: había que eliminar los vestigios del Antiguo Régimen.

Era necesario erradicar las propiedades de las manos muertas y vender las tierras para que los nuevos propietarios modernizaran el campo. A pesar de los intentos llevados a cabo por las Cortes de Cádiz o por los gobernantes del Trienio Liberal, los cambios más importantes en la estructura de la propiedad se produjeron en las desamortizaciones aplicadas entre 1836 y 1855.

Consistieron en la apropiación, por parte del estado, de gran parte de los bienes de la Iglesia y su posterior venta en subasta.

La 1ª Desamortización

Se llevó a cabo durante la regencia de María Cristina y su impulsor fue el ministro de Hacienda Mendizábal. El gobierno nacionalizó todos los bienes de las órdenes religiosas que después vendió a precios muy bajos. Con los ingresos obtenidos se intentó acabar con el problema de la deuda pública y financiar el ejército para hacer frente a los carlistas.

La 2ª Desamortización

Realizada durante el gobierno progresista por el ministro de Hacienda Madoz, se ponen a la venta todas las tierras cultivadas que forman parte del patrimonio municipal, estatal o de las órdenes militares. El procedimiento de desamortización consistía en tasar las propiedades, hacer una subasta pública y dárselas al mejor postor. El pago se podía hacer de dos formas: en efectivo (dando un primer plazo correspondiente al valor de la quinta parte y el resto en 15 años) o pagando una parte con títulos de deuda pública y el resto en plazos durante varios años.

Consecuencias de la Desamortización

  • Cambio de propiedad de las tierras, pero los compradores fueron sobre todo aristócratas, terratenientes, clérigos y comerciantes que veían un prestigio en la posesión de tierras.
  • Deterioro económico que supuso para muchos agricultores perder el derecho a usar los bienes comunales.
  • Aunque no se creó una nueva clase de propietarios activos y emprendedores, sí se logró ampliar la superficie cultivada e introducir nuevos productos y abonos que aumentaron la productividad.
  • Se suprimió la Mesta.
  • Abolición de los señoríos y el diezmo.

2. Industrialización y Modernización de las Infraestructuras

Industrialización

En España, la Revolución Industrial afectó a Cataluña y al País Vasco, pero no fue tan importante como en otros países europeos. A finales del siglo XIX, España seguía siendo un país agrícola.

¿Por qué ese atraso?

Cuando a finales del siglo XIX algunos países de Europa iniciaron la Segunda Revolución Industrial, España fracasó (salvo en Cataluña en el sector textil y en el País Vasco en la siderurgia). Esto se debe a:

  • La falta de poder adquisitivo de la población, lo que supone una escasa demanda de productos manufacturados.
  • Las industrias vascas y catalanas consiguieron que los gobiernos liberales implantaran medidas proteccionistas.
  • La falta de inversiones.
  • Las malas comunicaciones.

Algunos de estos problemas se van a resolver a lo largo del siglo y se va a generar una expansión industrial, pero siempre a un ritmo más lento que en Europa.

La Industria Textil

La industria textil progresó, pero para que progresara más se necesitaba la existencia de un capital, suficiente mano de obra e innovación tecnológica, fuentes de energía y materias primas abundantes. Los tejidos de algodón revolucionaron esta industria: la ropa cara se sustituyó por la de algodón. Un elemento decisivo en el desarrollo de la industria textil catalana fue el espíritu de iniciativa y el riesgo de la sociedad.

La industria catalana siguió el modelo británico: llevaron el carbón para el movimiento de máquinas, compraron maquinaria y tecnología inglesa, reprodujeron el modelo de fábrica inglés… Pero el elevado coste del carbón (que había que importar) hizo que se aprovecharan los saltos de agua de las corrientes de los ríos para mover las máquinas. La supervivencia de esta industria fue posible gracias al proteccionismo comercial que aplicaron los distintos gobiernos liberales. La superioridad inglesa en cuanto a precios y al control del mercado obligó a la industria catalana a proteger su producción. Este proteccionismo perjudicó la expansión del mercado español, ya que los precios elevados nos impedían competir con los tejidos británicos.

Industria Siderúrgica

En España, en 1831, se instaló el primer alto horno en Málaga y Andalucía fue la primera región con siderurgia moderna. Más tarde se instaló en Asturias, que tenía la ventaja de que, gracias a los aranceles proteccionistas, su carbón era más barato. También se instaló en el País Vasco. Los comerciantes vascos aprovecharon la política proteccionista que permitía el libre comercio con el resto de España. Bilbao y San Sebastián se convirtieron en puertos importantes y la actividad comercial desarrollada en estos hizo que algunos comerciantes orientaran su negocio a la explotación del hierro. La burguesía se enriqueció exportando hierro al Reino Unido y esto hizo que aparecieran importantes astilleros.

Existe una causa que explica el despliegue vasco y fue la sustitución del hierro por el acero. Otras causas fueron: el proteccionismo que aplicaron los gobiernos liberales, la imposibilidad de importar acero y hierro británico y alemán.

Se crearon otras industrias

Como la química, el transporte, maquinaria… La industria afectó a otros sectores. La extracción minera permitió la entrada de importantes inversores extranjeros en el sector, además del carbón asturiano y el hierro vasco, que potenciaron la explotación de mercurio, plomo y cobre. En la industria agroalimentaria destacan las fábricas de harina, elaboración de vinos, aceite… En la industria química destaca la producción de colorantes, lejías y fabricación de dinamita para las minas.

Infraestructuras

Los Borbones hicieron grandes esfuerzos para mejorar la red de carreteras. En 1850 se crea el servicio de correos y, más tarde, el de telégrafos. En el Bienio Progresista se dio un impulso a la construcción del ferrocarril con la legislación que permitió la entrada de capital extranjero para financiarlo. La ley del proteccionismo favoreció la formación de nuevas empresas. En 1833 se fabricó la primera locomotora.

Nueva Legislación Mercantil

Para el desarrollo industrial era imprescindible un mercado único y suprimir las aduanas interiores. Se publicó el Código Penal y el Código Civil, de gran trascendencia. Las leyes de importación y exportación tienen dos periodos: el primero de carácter librecambista y el segundo de proteccionismo. Se unificó el sistema monetario.

Durante la primera mitad del siglo XIX en España existía un auténtico caos monetario. Se estableció la creación de un sistema decimal unificado, con el doblón como unidad básica. Más tarde, un decreto extinguió la unidad y se estableció el real, para luego instaurarse la peseta como moneda única y se crearon billetes de papel.

Se unificaron los impuestos, pues el sistema en España estaba atrasado y fuera de control. En 1845, un ministro de Hacienda crea un nuevo tipo de sistema fiscal que incluía todos los impuestos en cinco grupos: inmuebles, cultivos, ganados, industria y comercio.

3. Condiciones de Vida de los Trabajadores

Seguían siendo muy duras, aunque habían mejorado: una mala alimentación, despido libre, falta de descanso, sueldos muy bajos, jornadas laborales muy largas… El desinterés por la cuestión social está en los dirigentes políticos que no se preocupaban por las condiciones de vida de la clase obrera.

4. Lucha de las Mujeres por la Igualdad

En Europa y España muchos pensaban que la capacidad intelectual del hombre estaba por encima de la de la mujer, pensaban que la esfera pública era para el hombre y el ámbito privado para la mujer. En Europa y EEUU las mujeres empezaron a luchar por la igualdad. La legislación era muy discriminatoria en ámbitos como el matrimonio, las relaciones sexuales, el trabajo… Estos movimientos reivindicativos son llamados feminismo.

5. El Movimiento Obrero

La situación de precariedad de los trabajadores les llevó a crear asociaciones de ayuda mutua. Los obreros se agruparon y aportaron pequeñas cantidades de dinero. En las primeras décadas estaban prohibidas. En 1855 se crea la Junta Central de Directores de la Clase Obrera, en la que se pide la mejoría de la vida obrera, derechos, juntas mixtas de obreros y patronos y la limitación del despido libre.

Crecimiento Demográfico y Social. El Movimiento Obrero

La población de los diferentes países europeos creció durante el siglo XIX. En España, pese a ser el crecimiento abundante, no fue tan espectacular. Esto se explica porque la tasa de mortalidad siguió siendo bastante alta por el escaso y tardío nacimiento de la industria y por la aparición de epidemias. Diversas crisis demográficas siguieron apareciendo debido al cólera, que seguía siendo mortal, pero poco a poco la población aumentó y disminuyó la población rural debido al aumento de la industria. El mayor crecimiento se produjo una vez que las colonias se independizaron de la metrópoli y finalizó la emigración a América. Este crecimiento demográfico también se vio favorecido por el incremento de la producción agrícola tras las medidas liberalizadoras del gobierno.

La dinámica tradicional estaba marcada por el peso demográfico de Madrid, Barcelona, País Vasco, etc.

El Cambio Social

La clase dominante se componía de la burguesía industrial y financiera y de la vieja nobleza, apoyados por los eclesiásticos y el ejército. Las clases populares componían el ochenta por ciento de la población.

La Revolución de 1868 supuso la restauración de las libertades de expresión y asociación. En España se fundaron los primeros núcleos de la AIT. En 1871 se produjo un enfrentamiento entre Marx (que defendía que la clase obrera se tenía que organizar en un partido propio, conquistar el poder del estado e implantar una dictadura del proletariado) y Bakunin (que negaba cualquier participación política y quería la destrucción del estado y de cualquier autoridad). Esto provocó la división de la AIT en socialistas y anarquistas.

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