El Antiguo Régimen y la Ilustración en el Siglo XVIII: Sociedad, Economía y Política
1. El Antiguo Régimen y sus Características
Al iniciarse el siglo XVIII, la mayor parte de Europa se hallaba bajo el Antiguo Régimen. Definimos como Antiguo Régimen a las sociedades europeas de la Edad Moderna que mantenían un modo de vida basado en la economía agraria de tipo señorial, el absolutismo monárquico y la sociedad estamental, con una población estancada debido a las crisis demográficas periódicas.
2. La Agricultura Señorial
Desde el punto de vista económico, la agricultura era la actividad más importante. Se trataba de una agricultura de subsistencia, con un sistema de cultivo basado en la rotación trienal con barbecho. Los rendimientos eran muy bajos y se orientaban al autoconsumo. No había especialización de cultivos, y los intercambios eran escasos, realizándose en mercados locales o regionales. La producción ganadera era escasa, por lo que la base alimenticia eran los cereales.
3. La Monarquía Absoluta
Desde el punto de vista político, el rey tenía un poder absoluto. La monarquía era de carácter divino, concentraba todos los poderes en la persona del rey y no rendía cuentas a nadie. A pesar de su poder absoluto, el rey estaba auxiliado por unas instituciones que lo asesoraban (Consejos de Estado). Para algunos asuntos, también debía consultar a los parlamentos (Estados Generales en Francia y Cortes en España). El parlamento estaba compuesto por representantes de los tres estamentos, que asesoraban al rey, como en la aprobación de nuevos impuestos.
4. La Expansión Económica del Siglo XVIII
El siglo XVIII fue de relativa paz internacional, dando paso a un periodo de equilibrio internacional. La población aumentó considerablemente y, entre 1650 y 1800, Europa pasó de 100 a 200 millones de habitantes. Este crecimiento demográfico fue debido también a la ausencia de grandes epidemias, a la introducción de nuevos cultivos (patata, maíz…) y, en general, a la mejor situación económica. El aumento de población llevó a un crecimiento de la demanda de todo tipo de productos, por lo que se produjo una subida de precios que incrementó las ganancias de los propietarios, quienes aumentaron la producción.
5. El Comercio Colonial y el Tráfico de Esclavos
El siglo XVIII fue el de la gran expansión del comercio marítimo europeo, sobre todo con América. Los barcos de Gran Bretaña, Holanda, Francia, España y Portugal intercambiaban productos manufacturados de Europa por materias primas de las colonias. Algunos productos coloniales, como el azúcar, el café, el tabaco, el algodón y el cacao, se hicieron de uso habitual en Europa. La base del comercio era el llamado comercio triangular, que tenía en el tráfico de esclavos de raza negra un elemento esencial. Los esclavos eran recogidos en África, trasladados a América en condiciones penosas y vendidos allí para trabajar de manera infrahumana en las plantaciones agrícolas. El destino era las islas del Caribe, Brasil y las colonias inglesas. El comercio triangular afectaba a tres continentes: Europa, África y América. Se intercambiaban productos elaborados europeos por esclavos en África, que luego se vendían en América a cambio de productos agrícolas como café, cacao, tabaco, etc.
6. La Sociedad Estamental
Una de las principales características de la sociedad del Antiguo Régimen era su desigualdad civil, ya que estaba dividida en dos grupos bien diferenciados: los privilegiados (nobleza y clero) y los no privilegiados (estado llano o tercer estado). Se trataba de una sociedad cerrada, en la que cada hombre o mujer pertenecía a un orden o estamento según su nacimiento, y era prácticamente imposible el ascenso social. La nobleza y el clero constituían los estamentos privilegiados. Poseían la mayor parte de las tierras, que explotaban en régimen señorial, monopolizaban todos los cargos y estaban exentos del pago de impuestos (entre el 2% y el 3%). La nobleza vivía de las rentas de la tierra y acumulaba cuantiosas riquezas. Gozaban de concesiones honoríficas (banco reservado en la iglesia…), económicas (exención de colaborar en las obras públicas…) y fiscales (no pagaban impuestos y tenían derecho a cobrarlos a los campesinos). El clero vivía de las rentas derivadas de la explotación de su patrimonio territorial y también del diezmo. No era un grupo homogéneo, pues el alto clero disfrutaba de los lujos y privilegios de la nobleza, mientras que el bajo clero provenía del estado llano y llevaba una vida modesta (menos del 1%).
El estado llano constituía el sector de los no privilegiados (entre el 90% y el 95%) y agrupaba a personas muy diferentes, tanto por su condición económica como social (burgueses, artesanos, campesinos, etc.). Les unía su oposición a los privilegios y al régimen señorial, y su reivindicación de la igualdad civil. La burguesía incluía a los grandes artesanos, comerciantes y banqueros. Era el grupo más activo económicamente, y su riqueza había aumentado gracias al crecimiento económico del siglo XVIII. Carecía de influencia política, permanecía marginada de los círculos de poder y aspiraba a gozar de mayor poder político y prestigio social. Las clases populares urbanas agrupaban a los pequeños artesanos, sirvientes, soldados, obreros de las manufacturas, etc. Los campesinos constituían el grupo más numeroso de la población. Sus condiciones de vida eran muy duras, ya que estaban obligados a trabajar las tierras de los grupos privilegiados, a los que pagaban cuantiosos impuestos (derechos señoriales).
7. La Ilustración: Principios y Características
La Ilustración fue un movimiento de carácter intelectual que se desarrolló en la Europa del siglo XVIII, y cuyas ideas inspiraron la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa. Tuvo precedentes en el tránsito del siglo XVII al XVIII con Isaac Newton y John Locke. El primero fue el introductor del método científico, y el segundo criticó el poder absoluto y planteó la división de poderes.
Los ilustrados, fundamentalmente franceses, propugnaron una fe absoluta en la razón (inteligencia humana) como único medio para entender y explicar el mundo. Así, los nuevos filósofos se enfrentaron a la concepción medieval del mundo basada en el geocentrismo, la revelación y la tradición. Eran deístas, rechazaban la superioridad de cualquier religión sobre las otras y condenaban la intolerancia religiosa. Confiaban en la razón, creían que la naturaleza era una fuente de justicia y bondad, y proclamaban que el ser humano nacía para ser feliz.
8. Los Tres Poderes del Estado
(Esta pregunta no tiene respuesta en el texto, pero se puede inferir que se refiere a la separación de poderes propuesta por Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial)
- Poder Legislativo: encargado de elaborar las leyes.
- Poder Ejecutivo: encargado de aplicar las leyes y gobernar el país.
- Poder Judicial: encargado de administrar justicia y velar por el cumplimiento de las leyes.
9. Propuestas de los Ilustrados como Alternativa al Antiguo Régimen
- Propuesta social: Frente a la sociedad estamental, defienden los principios de igualdad y libertad, apoyando la movilidad social y el mérito según la valía e inteligencia personal.
- Propuesta política: Frente al absolutismo, proponen la separación de poderes.
- Propuesta económica: Frente al mercantilismo, defienden la fisiocracia.
10. Las Dos Revoluciones Inglesas
Desde la Edad Media, en Inglaterra el poder real estaba limitado por la acción de las dos cámaras del Parlamento: la de los nobles y los clérigos, y la de los burgueses, representantes de las ciudades. Los monarcas necesitaban su autorización para el cobro de impuestos o para declarar la guerra.
Pero en el siglo XVII, una nueva dinastía, los Estuardo, pretendió gobernar sin el control del Parlamento. Estos hechos dieron lugar a una guerra civil entre los defensores del Parlamento y los de la monarquía absoluta. El rey Carlos I fue ajusticiado y se proclamó la república.
Oliver Cromwell, el principal impulsor del cambio político, acabó transformando la república en una dictadura militar. Tras la muerte de Cromwell, el Parlamento restableció la monarquía.
Carlos II, el nuevo rey de Inglaterra, tuvo que aceptar el control del Parlamento y votó a favor del habeas corpus. Este texto garantizaba las libertades individuales e impedía al rey toda detención arbitraria. Una segunda revolución acabó definitivamente con la monarquía absoluta de los Estuardo, y el Parlamento ofreció la corona a Guillermo de Orange. El nuevo rey juró la Declaración de Derechos, que limitaba los poderes del monarca y sometía algunas de sus decisiones al Parlamento.
Inglaterra fue, pues, el primer país que tuvo una monarquía de poder limitado: el soberano estaba condicionado por el Parlamento. Los poderes ejecutivo y legislativo estaban separados, y un tercer poder, la justicia, era independiente.
La monarquía parlamentaria británica se convirtió en un ejemplo a seguir para los filósofos franceses de la Ilustración.
11. El Sistema Político Inglés
(Esta pregunta no tiene respuesta en el texto, pero se puede inferir que se refiere a la monarquía parlamentaria)
12. El Despotismo Ilustrado
La mayoría de los monarcas europeos seguían ejerciendo un poder absoluto. Algunos de ellos, como Federico II de Prusia, María Teresa de Austria y Carlos III de España, intentaron hacer compatibles el principio de autoridad del absolutismo con la idea de progreso, racionalización y modernidad de la Ilustración. Los déspotas ilustrados y sus ministros promovieron un cierto reformismo con la voluntad de actuar a favor del bien del pueblo, lo que define perfectamente el carácter del despotismo ilustrado.
Su política reformista se caracterizó por la racionalización de la administración del Estado, la reforma de la enseñanza, la modernización de la agricultura, el desarrollo de las manufacturas y la liberación parcial de la producción y el comercio.
Las posibilidades de esta experiencia reformista resultaban muy limitadas. No era posible reformar la economía y mantener intacta la sociedad estamental y el poder absoluto.
Las contradicciones de esta vía reformista abrieron la puerta a la época de las grandes revoluciones liberales del siglo XIX.
13. La Independencia de Estados Unidos: Resumen del Proceso
Las trece colonias inglesas, establecidas en la costa este de América del Norte, protagonizaron en el siglo XVIII la primera insurrección colonial contra una metrópoli.
Los habitantes de estas colonias, animados por las ideas de igualdad, libertad y tolerancia que les llegaban de la Europa ilustrada, se enfrentaron a la metrópoli en defensa de sus intereses y de sus derechos.
Los colonos americanos no estaban de acuerdo con las tasas e impuestos (especialmente sobre el té), así como tampoco con el monopolio comercial que Gran Bretaña ejercía sobre su territorio. Como la ley no les otorgaba ninguna representación en el Parlamento de Londres, declararon su intención de no obedecer unas leyes que no habían sido votadas por sus representantes.
El 4 de julio de 1776, delegados de las trece colonias, reunidos en Filadelfia, redactaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, cuyo preámbulo fue escrito por Thomas Jefferson. En ella se proclamaba el derecho de todas las personas a la libertad y la búsqueda de la felicidad, y el deber de los gobernantes de respetar los derechos inalienables del pueblo.
14. La Constitución de Estados Unidos y la Declaración de Derechos
La guerra contra la metrópoli fue larga, y los insurgentes contaron con la ayuda de voluntarios europeos, entusiasmados por sus ideas de libertad. Gran Bretaña no reconoció la independencia del territorio americano hasta 1783, tras la derrota de Yorktown. George Washington, un general que lideraba el ejército insurgente, fue proclamado el primer presidente de los Estados Unidos de América.
En 1787, el nuevo estado americano redactó la primera constitución escrita de la historia. El texto constitucional aseguraba la separación y el equilibrio de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), establecía una forma de gobierno republicana, con amplios poderes para el presidente, y una estructura federal, pues los territorios del nuevo país tenían amplia capacidad de autogobierno (justicia, enseñanza, policía…).
Por encima de los Estados, se situaba el gobierno federal, responsable de los asuntos exteriores, de la defensa, de las finanzas y de la moneda del nuevo país.
La Constitución se completaba con una Declaración de Derechos que garantizaba la libertad de religión, de prensa, de expresión, de reunión y el derecho a ser juzgado por un jurado. Asimismo, nadie podía ser privado de su vida, de su libertad o de su propiedad sin un procedimiento judicial.
15. Definiciones
- Mercantilismo: Sistema económico que se basa en el desarrollo del comercio y la exportación. Las naciones mercantilistas buscaban la acumulación de metales preciosos a través de una balanza comercial positiva.
- Fisiocracia: Doctrina económica que sostenía que la riqueza de las naciones se derivaba exclusivamente del valor de la agricultura o de la tierra.
- Contrato Social: Teoría que explica el origen de la sociedad y del Estado como un contrato original entre humanos, por el cual se acepta una limitación de las libertades a cambio de leyes que garanticen la perpetuación y ciertas ventajas del cuerpo social.
- Soberanía Nacional: Concepto que establece que la autoridad suprema reside en la nación, es decir, en el conjunto de los ciudadanos, y no en un monarca o gobernante.
- Siglo de las Luces: El siglo XVIII es conocido como el Siglo de las Luces porque, después de largas etapas de oscurantismo, los filósofos pensaron que, finalmente, la luz de la razón se proyectaba sobre las sombras de la Tierra. Se refiere a la Ilustración.
- Derechos Inalienables: Derechos que todo ser humano posee al nacer y que no pueden serle arrebatados.