La Revolución Industrial: Cambio Social
La Revolución Industrial impulsó transformaciones sociales significativas. La migración del campo a la ciudad generó nuevos barrios con viviendas precarias, propagando enfermedades y problemas sociales como la prostitución y la delincuencia. En las fábricas, se distinguió entre empresarios, dueños del capital y la maquinaria, y el proletariado, que aportaba su trabajo para subsistir.
Marxismo y Socialismo: Lucha de Clases
A mediados del siglo XIX, Karl Marx y Friedrich Engels denunciaron la explotación de la clase trabajadora y defendieron la necesidad de destruir el capitalismo. Propusieron que el proletariado conquistara el poder político y creara un estado obrero que socializara la propiedad, eliminando las clases sociales y el Estado. Surgieron partidos obreros socialistas con el objetivo de la revolución proletaria y la mejora de las condiciones laborales.
El Anarquismo: Libertad y Colectivismo
El anarquismo reunió pensadores que defendían la libertad individual, la solidaridad social, la propiedad colectiva y el rechazo a la autoridad, especialmente del Estado. Proponían la acción revolucionaria para destruir el Estado y crear una nueva sociedad igualitaria. Rechazaban la participación política y la organización en partidos, aunque algunos promovieron sindicatos revolucionarios.
Internacionalismo: Uniendo Fuerzas Obreras
Marxistas y anarquistas buscaron unir a la clase obrera mundial. La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) fracasó por discrepancias ideológicas. En 1889, se fundó la II Internacional, exclusivamente socialista, coordinando programas y acciones de partidos socialistas, creando símbolos como el himno y la fiesta del Primero de Mayo.
Fernando VII (1814-1833): Absolutismo y Liberalismo
Tras la derrota francesa, Fernando VII recuperó el trono. Su reinado se dividió en tres fases: Absolutista, Trienio Liberal (1820-1823) y Década Ominosa (1823-1833). Abolió las reformas de Cádiz y persiguió a los liberales. El Trienio Liberal restauró la Constitución de 1812, pero fue suprimido por la intervención extranjera. En la Década Ominosa, creó el Banco de Comercio y la Bolsa de Madrid. La Pragmática Sanción generó el conflicto sucesorio entre carlistas e isabelinos.
Problema Sucesorio y Guerra Carlista
La Pragmática Sanción permitió a Isabel II acceder al trono, desafiando la Ley Sálica. Los carlistas, partidarios de Don Carlos, iniciaron una guerra civil en el País Vasco, Navarra y Cataluña, que finalizó con la victoria isabelina.
Reinado de Isabel II: Régimen Liberal
Isabel II consolidó el régimen liberal con dos partidos: Moderado (alta burguesía, centralización del Estado) y Progresista (clases medias y bajas, limitación del poder real). El Bienio Progresista fue un breve periodo de gobierno progresista.
Sexenio Democrático: Crisis y Renovación
La revolución de 1868 surgió por el agotamiento del moderantismo y la crisis económica. Se buscó una renovación democrática y económica.
Francisco de Goya: Arte y Testimonio
Francisco de Goya, artista singular, reflejó la sociedad y eventos de su época. Sus etapas incluyen cartones para tapices, retratos, grabados como «Los Caprichos» y obras que reflejan la Guerra de la Independencia.
Transformaciones Económicas en España
En la primera mitad del siglo XIX, España enfrentó problemas económicos derivados de la Guerra de la Independencia, la pérdida del mercado americano y la Guerra Carlista.
Cortes de Cádiz y Constitución de 1812
Las Cortes de Cádiz, con mayoría liberal, promulgaron la Constitución de 1812, estableciendo la soberanía nacional, la separación de poderes y la igualdad ante la ley.