Transición de la Monarquía a la República en España: Proclamación y Gobierno Provisional

La Caída de la Monarquía y la Proclamación de la República

Ante la pérdida de todos sus apoyos, Primo de Rivera dimite (Enero de 1930). El Rey intenta restablecer la normalidad constitucional anterior a 1923 nombrando a Dámaso Berenguer nuevo presidente del Consejo de ministros. Los cambios fueron tan lentos que la oposición denominó a esta etapa como “la Dictablanda”. Pretendía una vuelta a la legalidad constitucional anterior al golpe de Estado de Primo de Rivera, pero la sociedad española ha cambiado, reclama cambios reales, en un ambiente de creciente y fuerte oposición antimonárquica y en alza la idea republicana.

El republicanismo experimentó un espectacular auge. Se constituyeron nuevos partidos republicanos y se celebraron actos unitarios, así surge el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930) firmado por los republicanos, los socialistas, nacionalistas de izquierda, intelectuales, etc. por el que se comprometen a derribar a la monarquía y formar un gobierno provisional en la futura segunda república.

Se forma un Comité revolucionario encargado de preparar el advenimiento de la república mediante un golpe de Estado (conspiración militar) que sería apoyado por la población civil (huelga general) tras la incorporación al pacto de la UGT y CNT.

Las sublevaciones militares se producen pero sin éxito, Galán y García Hernández la encabezarán y serán condenados a muerte; los miembros del comité revolucionario serán detenidos y encarcelados a la vez que se proclama el Estado de guerra, la censura de prensa, etc. se suspenden las garantías constitucionales.

Ante esta situación se produce la dimisión del general Berenguer, el rey nombra al almirante Aznar con la función de convocar elecciones generales, convocatoria que provocaba el retraimiento de todas las fuerzas políticas ante la desconfianza. Se pide convocatoria de elecciones municipales que serían en realidad concebidas como un plebiscito.

Las elecciones municipales serán convocadas para el 12 de abril de 1930. A estas elecciones concurrirán conjuntamente las candidaturas republicano-socialistas mientras que la derecha, confiada, acudirá desunida. Resultados, triunfo de la coalición republicano-socialista en las grandes ciudades (voto real); colapso del caciquismo en el campo, triunfo de las derechas.

Con estos resultados se proclama la II República española (Eibar, primero, en el resto de capitales de provincia después) en un ambiente de júbilo popular. El Rey, antes de tomar una decisión, consulta a las fuerzas del orden; no cuenta con el apoyo explícito del general Sanjurjo (director de la Guardia Civil), se marcha al exilio. En Cataluña se proclama la República catalana.


El Gobierno Provisional

Formación, Primeros Decretos y Problemas

El primer paso fue la formación de un gobierno provisional que reflejaba los acuerdos del Pacto de San Sebastián, formado por los miembros del Comité Revolucionario, un gobierno de concentración republicano-socialista:

  • Niceto Alcalá Zamora, derecha republicana, presidente.
  • Fernando de los Ríos, PSOE, en Justicia;
  • Alejandro Lerroux, Partido Radical, Estado;
  • Manuel Azaña, Acción Republicana, Guerra;
  • Francisco Largo Caballero, PSOE, Trabajo;
  • Marcelino Domingo, Partido Radical-Socialista, Instrucción;
  • Indalecio Prieto, PSOE, Hacienda.

Sus dos tareas iniciales fueron aprobar una serie de disposiciones de carácter reformista y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes. Se aprobaron una serie de Decretos-Ley para solucionar los problemas urgentes (juicios por responsabilidades políticas, libertad de creencias, personalidad jurídica para sindicatos, garantía de la propiedad pero con posibilidades de expropiación de bienes de interés público, etc.

El gobierno provisional también se encontró en las primeras semanas con una serie de problemas que solventar:

Desafío del nacionalismo catalán: el coronel Maciá proclamó un Estado catalán y la república catalana dentro de lo que él consideraba una Federación Ibérica. El gobierno provisional se vio obligado a negociar con Maciá, prometiendo la formación de un Estatuto de Autonomía tras la redacción de la Constitución republicana. Maciá y Luis Companys reconocen la autoridad central, establecen un gobierno provisional de la Generalitat y preparan el proyecto de Estatuto.

Las zonas rurales estaban dominadas por los caciques. El gobierno provisional ha de tratar con ayuntamientos monárquicos en la España rural. Una España rural de fuerte atraso estructural, desigualdades en la propiedad, exceso demográfico, baja capitalización, etc.

Declaraciones pro-monárquicas. Discusiones y declaraciones favorables a la monarquía en periódicos como “El Debate”, “ABC”; la Iglesia católica aparecía como legitimadora del poder monárquico y del orden social. A esto se une la pastoral del cardenal Segura, arzobispo de Toledo, a favor de una cierta rebeldía hacia la república. Todo esto provocará enfrentamientos entre católicos y republicanos: quema de conventos (11 de mayo). Las primeras medidas del gobierno consistirán en la proclamación del Estado de Guerra y la expulsión del cardenal Segura de España. Estos hechos no entorpecieron las relaciones con el Vaticano, pero alentaron la hostilidad de la Iglesia hacia el nuevo régimen y propiciaron enfrentamientos políticos y en la calle.

Militares, el ejército estaba dividido en dos facciones, “juntistas” y “africanistas”, dominado por éstos con excesivo número de mandos y con conciencia política.

Educación, atraso cultural y educativo. Gran número de población analfabeta y población infantil sin escolarizar. Educación primaria y secundaria dominada por la Iglesia.

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